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Bulnes Sin Termoeléctricas expone a Seremi impactos de central

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Dirigentes del Comité Bulnes Sin Termoeléctricas se reunieron con autoridades de salud regional para exponer sobre los eventuales daños que tendría contra la salud de los habitantes y el medio ambiente.

Andrés Parada, vocero del Comité Bulnes Sin Termoeléctricas, comenzó citando los estudios y la experiencia que hay sobre como los contaminantes como el óxido de azufre, óxido de nitrógeno y ozono troposférico que provocan diversos problemas de salud de las personas y la agricultura.

El seremi Mauricio Careaga, junto al encargado de la Unidad de Gestión Ambiental, Ernesto Bravo, explicaron que en el estudio y la primera adenda hicieron observaciones sobre las emisiones en la etapa de construcción y funcionamiento, así como el trato de aguas residuales, entre otras temáticas.

"Es mucho más lo que he recibido, que lo que he podido entregar"

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Este viernes se cumplen exactamente 10 años desde aquel sábado 29 de abril de 2006 cuando en la Casa del Deporte la comunidad entera era testigo de la ordenación episcopal y de la toma de posesión como obispo de la Diócesis de Chillán de Carlos Pellegrin Barrera.

Desde aquel entonces un sinnúmero de experiencias ha vivido el pastor de Ñuble, quien la tarde del miércoles conmemoró por adelantado su décimo aniversario de ordenación episcopal, junto a los funcionarios del Obispado de Chillán con quienes celebró una misa, para después concluir con un fraternal compartir.

Hoy viernes la celebración oficial la realizará en el marco de una visita a los enfermos del Hospital Herminda Martin, a partir de las 11.00 horas, donde posteriormente presidirá una eucaristía en la capilla del mismo recinto hospitalario.

Transcurrida una década, el obispo Carlos Pellegrin compartió un resumen de lo que ha sido su experiencia pastoral en tierras ñublensinas.

-¿Qué ha significado cumplir sus primeros 10 años al frente de la Diócesis de Chillán?, ¿cuál es su balance?

El sentimiento del alma es de tremenda pequeñez, frente a la misión encomendada, y de una inmensa acción de gracias al Señor que conduce a su Iglesia y fortalece a sus pastores. Estos 10 años de servicio a la Iglesia diocesana de Chillán me han hecho sentir profundamente misionero, para aprender de muchos, para escuchar a las inspiraciones del Espíritu Santo, y confiar cada día en el Señor Jesús, quien es el único y verdadero Pastor. Mi balance es positivo, entre luces y sombras, fortalezas y debilidades humanas, nuestra Iglesia ha respondido de la mejor manera posible a las exigencias del tiempo actual, fiel al Maestro y sus enseñanzas.

-¿Cuáles son las experiencias pastorales que lo han marcado de manera más positiva, las visitas pastorales son una de ellas?

Ciertamente las visitas pastorales a las parroquias, colegios y movimientos de Iglesia, han marcado más de la mitad de estos 10 años de servicio pastoral. La posibilidad de estar con las comunidades, escuchar mucho, compartir la fe y la vida, ha sido un gran regalo para mí. La vida campesina, los mates compartidos, el cariño de nuestra gente sencilla, han sido fuente de fortaleza en estos 10 años de ministerio episcopal. El trabajo vocacional también ha traído alegrías y nos llena de esperanza, aún en un tiempo complicado para motivar a los jóvenes con la vida sacerdotal. También me alegran enormemente las iniciativas de formación diocesanas, en comunión con la Conferencia Episcopal de Chile, para los agentes evangelizadores a todo nivel.

-En una Diócesis inmersa en una gran provincia como es Ñuble, con un sinnúmero de realidades y voluntades presentes, ¿cuál ha sido el episodio más complejo que le ha tocado enfrentar, y qué aprendizaje recoge de él?

El terremoto del 2010, sin duda, ha presentado inmensos desafíos que todavía estamos enfrentando. La primera visita por Ñuble, a minutos del evento, seguida por la organización de la ayuda material a tantos hogares de la Provincia, ha dado mucho fruto en cercanía y posibilidades de compartir la misericordia de Dios. Por otra parte, el proceso de la reconstrucción de templos y dependencias diocesanas ha sido una tarea gigantesca, en la que hemos podido avanzar casi solos como Iglesia; con muy poca ayuda de instituciones o del Estado, y nos alegramos por la reconstrucción de nuestras capillas e iglesias. Otro ámbito muy hermoso y desafiante ha sido el trabajo en la educación católica, realizando algunos cambios necesarios, no siempre entendidos bien, que se ha complicado con la nueva ley que aún está en formulación.

-En este primer decenio, ¿cómo evaluaría su relación con la comunidad y también con el presbiterio?

Muy buena, me siento acogido, acompañado y apoyado por los presbíteros de la Diócesis, también querido por las comunidades, en las que, después de 10 años, ya me conocen y me manifiestan de tantas maneras su aprecio. No creo que merezca tanto cariño alguien que nunca ha dejado de estar consciente de sus limitaciones, yo siempre me he considerado alguien que aprende, y la Iglesia concreta con rostros de sacerdotes, diáconos permanentes, religiosos(as), y laicos comprometidos me han enseñado a ser Obispo. Es mucho más lo que he recibido, que lo que he podido entregar".

-Hace una década recibió su ordenación episcopal con apenas 47 años. Su andar en este tiempo muchas veces lo ha comparado con la edad de un niño, entonces ¿qué aspectos aún le quedan por madurar o más bien aprender a Carlos Pellegrin como obispo de Chillán?, como así también ¿cuáles son las metas y sueños pendientes?

Me falta mucho aún para llegar a decir que ha concluido mi formación, y confío en que la comunidad me seguirá ayudando a madurar y mejorar lo que aún falta para ser mejor. Los sueños pendientes están todos en relación con llegar a ser, cada día, un mejor pastor, que mire con ojos de fe y descubra la acción del Espíritu Santo en la comunidad. Las metas pasan por continuar en un esfuerzo para integrar cada vez más a los laicos en la evangelización, en fortalecer el servicio misionero del diaconado permanente, y acompañar de cerca la vida de cada presbítero, ayudándoles a ser plenamente felices en su ministerio de servicio. Ninguna de estas tres metas son fáciles de alcanzar, pero ello no se logra sólo pues el gran Pastor y modelo será siempre Jesús, nosotros pasamos.

-Se sabe que un obispo puede ser redestinado en cualquier momento a otra diócesis, pero si pudiera elegir como anhelo personal, ¿le gustaría cumplir muchas décadas más acá en Ñuble?

Ñuble es mi casa, acá vivo, trabajo, y soy feliz como persona y pastor; me encanta la calidez de la gente, la hermosura de sus paisajes, su campo y tradiciones, sus montañas y sus playas, que son un verdadero regalo de Dios, sobre todo cuando recuerdo la aridez desértica de los 9 años en que fui misionero en el Sub Sahara de África occidental. Junto a este gran equipo evangelizador, formado por consagrados y laicos, me siento privilegiado de servir en nuestra Diócesis de Chillán. Pero también tengo muy claro que mi servicio es a la Iglesia, por ello me gustaría estar siempre a disposición de la misión que el Señor me encomiende, el misionero debe dejarse liderar por la voluntad de Jesucristo, que se expresa por medio de la Iglesia. Con libertad y mucho amor, les pido que recen para que Dios pueda encontrar en mí siempre un discípulo dispuesto a servir con alegría y entrega acá en Ñuble o donde él me lo pida.

Iglesia inicia programa conmemorativo del 1º de Mayo

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El obispo de Chillán, Carlos Pellegrin junto al Secretario Ejecutivo del Dpto. Laboral del Obispado, Juan Marambio, visitarán y entregarán por adelantado un mensaje de esperanza a los trabajadores de la ACHS afectados por accidentes laborales que se encuentren hospitalizados, como parte de las actividades tradicionales que contempla el programa conmemorativo del Día del Trabajador.

El programa continuará este domingo 1º de Mayo en la Catedral de Chillán, cuando la Iglesia celebra a San José Obrero, y donde a partir de las 10.00 horas, el pastor diocesano presidirá la Liturgia en la que entregará su mensaje a la comunidad con motivo del Día del Trabajador. Estará acompañado de autoridades provinciales y locales, como también de representantes del Dpto. Laboral del Obispado y de organizaciones sindicales y gremiales, y de la CUT Provincial.