El estado responsable
Días atrás, un comerciante de una estación de servicio de combustibles, el señor Benjamín Lillo debió disparar una vez más en defensa propia con resultado de muerte de dos delincuentes. Ayer un familiar observó en una farmacia, al medio día lo que se ha venido en llamar un "turbazo" y la algazara que se formó, habló con las dependientes quienes le señalaron que era la quinta vez que robaban esa mañana, así, como lee, cinco veces esa mañana; no tenían guardias de seguridad. Ante la lacra delictual que nos afecta, ¿hacia dónde pueden mirar las víctimas, que no sea al Estado? Por ello bendito el Sr. Lillo que tuvo el coraje para hacer lo que hizo en defensa propia y de sus intereses y que muchos debieran imitar pues aquí no hay homicidas, es solo gente de trabajo, víctimas del hampa delictual que se defiende con las herramientas que la ley le permite y la dura realidad es que por otro lado hay un estado que a través de sus leyes o su interpretación, concepciones democráticas, preceptos sobre los derechos humanos, ausencia de valores, presunciones de inocencia, etc.; demuestra ser inoperante y el único responsable de los hechos lamentables que acontecen sin atisbo de cambio posible en el corto plazo.
José M. Caerols Silva
Mala atención en Hospital
Me presente este jueves 12 de mayo de 2016 en el hospital Herminda Martín a ver a mi paciente, y se encuentran todos en un desayuno del día de la enfermera, sin personal en sala, mi madre con ventilación invasiva estaba en pésimas condiciones, solicité ayuda para lograr mover a mi madre, y no había nadie que me ayudara, fui donde la secretaria y ella fue corriendo hasta la sala de dicho desayuno, y el doctor fue hasta la sala a sacarme de ahí, doctor Andreu, molesto por no permitirle entrar al desayuno, sin antes informarme del estado de mi madre. Fui al Servicio de Salud, realice mi reclamo, y ella dice que el Hospital Herminda Martin "hacen los que quiere" y listo. Aquí hay algo que no está funcionando y nadie hace nada.
Ana Romero Palacios ana.romero.pa@gmail.com
Día de la familia
El 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia. Para este año la ONU ha propuesto el lema: Las familias, una vida sana y un futuro sostenible. Y, en su fundamentación, ella nos recuerda que "las familias permanecen en el centro de la vida social, al garantizar el bienestar de sus miembros, al educar y socializar a niños y jóvenes y al cuidar de los pequeños y de los mayores".
Sugiero aprovechar esta celebración para revisar cómo estamos tratando a la familia en nuestro país. Por ejemplo, ¿cuáles de las leyes aprobadas o en discusión en Chile apuntan en la dirección sana y sostenible para la vida social, es decir, fortalecen a las familias en su tarea central? ¿Qué estamos haciendo para garantizar que las familias puedan educar, socializar y cuidar a sus miembros más necesitados?
En particular, como ha recordado hace poco el Papa Francisco, "la familia protege la vida en todas sus etapas y también en su ocaso." Por ello, "si la familia es el santuario de la vida, el lugar donde la vida es engendrada y cuidada, constituye una contradicción lacerante que se convierta en el lugar donde la vida es negada y destrozada" (Amoris Laetitia, n. 83).
La mejor reforma, para promover una vida sana y un futuro sostenible en nuestro país, será aquella que respete a las familias y las ayude a permanecer al cuidado de las personas y en el centro de la vida social.
Mauricio Echeverría Gálvez,Director Instituto BERIT de la Familia, Universidad Santo Tomás
Un cambio absurdo
Chile angosta franja ciudadana, en su extensión de más de 6.000 kms, compartiendo 39 paralelos geográficos, hace y requiere de normas medianamente inteligentes para enfrentar la influencia horaria de invierno y verano siempre, estas no las dan las encuestas ni estudios meramente economicistas de cuanto más o menos es el ahorro energético, o las encuestas de opinión de cuanto afecta a tal o cual sector adelantar o atrasar los relojes por determinado tiempo y al unísono desde el extremo Norte hasta la Antártida. Es hora de ver cuáles son los efectos regionales y en base a estos adecuar jornadas de trabajos y estudios relacionadas a estos efectos en cada región, puesto que los efectos de Arica no son los de Magallanes ni tampoco similares en zonas intermedias, por lo que aplicar decisiones que emanen de Santiago para todo Chile al respecto es desconocer los efectos estacionales reales, que bien pueden mitigarse adecuando racionalmente las jornadas de estudios y trabajos con un sentido práctico y funcional, donde si el mayor efecto es en el mundo estudiantil, por manera de ejemplo sea en este que se adecue un horario diferenciado a otras áreas de trabajo y servicios que puedan funcionar normalmente sin tener que volver locos a todos los relojes del país. pero esto significa una cosa que en política es prohibida "descentralizar" y entregar facultades normativas a las regiones y que sean éstas las que determinen en base a los efectos reales del cambio estacional.
Enrique Edis Jara Rivera