"No me acuerdo bien, pero tengo que haber puesto cerca de 60 millones"
Corría agosto de 1995 y Ñublense se transformaba en noticia nacional al ser protagonista de Copa Chile eliminando a Colo Colo, un elenco plagado de estrellas que sucumbió ante un conjunto humilde de la octava región.
Fue un 2 de agosto cuando el Nelson Oyarzún estaba colmado de público y las antiguas torres de iluminación impedían ver la totalidad del campo de juego. Las hinchadas se dividían entre la de los Diablos y la de los Albos, pero al final el aplauso fue unánime para los Rojos que ganaron por 2 a 0 con goles de Mario Lagos y Arturo Cubillos. En la revancha en el Estadio Monumental Ñublense perdió por 4 a 2, pero la diferencia de gol favoreció a los del sur.
El triunfo le valió a los chillanejos optar a la semifinal del campeonato que en esos años se jugaba a mitad de semanas. En dicha instancia el cuadro dirigido por Esaú Bravo se enfrentó a la Universidad Católica. En Chillán la fiesta fue total, pero en la cancha la UC mandó y ganó por 3 a 1. Mientras que en San Carlos de Apoquindo cayeron los Diablos por 5 a 2.
Con ello se llegó al final de la épica historia en Copa Chile, uno de los capítulos con mayores rasgos de heroísmo de Ñublense y quien encabezó la campaña fue Casiano Andrade Vera.
El otrora presidente de la institución y uno de los que con mano firme y voz de mando pudo comandar el buque durante dos años, era de aquellos hombres que respiraba la labor de ser dirigente "a la antigua" y como tal nunca le tembló la mano para metérsela al bolsillo poner plata sobre la mesa para que Ñublense no se hundiera, producto de la falta de recursos que caracterizó a Ñublense en los 90'.
Andrade deja en claro que su faceta de ser líder de proyectos no se manifiesta solo en el fútbol, sino que también en el mundo empresarial, ya que desde Quirihue deja su huella a nivel regional al ser el dueño de Empresas CAV.
- ¿Cómo llegó a ser dirigente de Ñublense?
Llegué a Ñublense porque una vez me llamó a conversar a su oficina el gobernador Carlos Abel Jarpa para pedirme un favor. Me dijeron que quería hablar conmigo, fue muy amable conmigo. Tiene que haber sido en 1993 y era para pedirme 6 millones de pesos para salvar a Ñublense.
- ¿Qué lo motivó a ser dirigente de Ñublense?
- El equipo estaba muy mal y una persona que se cree capaz de asumir desafíos no puede tomar las cosas cuando todo está bien, es más meritorio asumir cuando las cosas están mal. Es más difícil, pero más satisfactorio ser formador y motivador.
- ¿En qué año se concretó su arribo a Ñublense?
- Llegué a Ñublense en 1993, pero antes solo como dirigente y en 1994 asumí como presidente. El equipo estaba en precarias condiciones económicas y casi a punto de bajar a Tercera División. Me eligieron en una asamblea a mano alzada en un salón de la Gobernación.
- ¿Fue difícil asumir una labor diferente a la del mundo empresarial?
- No tenía mucho conocimiento de cómo administrar un equipo profesional. En una empresa lo sabía hacer porque uno pone las reglas y el resto se maneja solo, pero en el fútbol uno no trabaja con obreros, los trabajadores del fútbol son muy distintos. Y para hacer bien las cosas tuve que recurrir a muchas personas para involucrarme bien en el tema. Aprendí de mucha gente, incluso de aquellos que cuidaban los autos en los parquímetros, ellos siempre te daban su opinión sobre las cosas buenas y malas que uno podía hacer.
-¿Cuál fue uno de los secretos de la campaña de 1995?
- Antes de comenzar el partido les daba una charla anímica a los jugadores, les decía que ningún jugador era mejor que ellos y que por eso no había motivos para perder. Las charlas técnicas las hacía el técnico, pero trabajábamos juntos.
-¿Qué pasó que Ñublense no pudo mantener el buen nivel a lo largo de la temporada en Segunda División?
- En 1995 teníamos la administración de los parquímetros y no tuvimos la posibilidad de participar en la licitación que hizo el alcalde de ese tiempo Aldo Bernucci, conversé muchas veces por él, pero nos quitaron la administración y con ello nos quitaron esa plata que eran cerca de 4 millones de pesos que era cerca de un 70% del costo de Ñublense.
-¿Por qué no siguió siendo presidente de Ñublense?
- Pasó el éxito de la Copa Chile y Sergio Gómez (también dirigente) me propuso algo a mí. Ñublense andaba de tumbo en tumbo, faltaba plata, entonces me dijo que renunciara a Ñublense para generar una especie de reacción social para que la gente colaborara con el equipo. Era un acuerdo entre nosotros dos solamente, la idea era citar a reunión, le encontré razón. Gómez citó a reunión de directorio, les dijo que yo había renunciado y no les explicó el acuerdo. Quedé afuera. En el fondo fue una traición la que me hizo a mi Sergio Gómez.
-¿Cómo ve a Ñublense actualmente?
- Los dirigentes que hay ahora no saben de fútbol y no han aceptado consejos y asesorías.
-En su momento se peleó con Sergio Zarzar. ¿Qué pasó?
- Se enojó porque dije que la venta de Ñublense se hizo entre gallos y medianoche.
-¿Cuánta plata puso en Ñublense?
- No me acuerdo bien, pero tengo que haber puesto cerca de 60 millones de pesos, pero no lo vi como un gasto, sino que como una inversión. Eso ya es pasado e historia.
"Las contrataciones del año 1995 se hicieron de buena manera porque íbamos directamente a hablar con los jugadores para convencerlos". "Creo que la actual dirigencia de Ñublense debería haber considerado a antiguos presidentes, como a mi por ejemplo".
1994-1995 Periodo
En el cual Casiano Andrade Vera estuvo a cargo de la presidencia de Ñublense, con un paso brillante por Copa Chile. $60
Millones es el monto de dinero que Casiano Andrade Vera dijo que aportó para Ñublense durante su periodo.