"Me hice hincha de Ñublense, fueron años poniéndome la misma camiseta"
La mejor campaña de Ñublense se escribió en el 2008 y en ese plantel hay un puñado de jugadores que merecen el rótulo de históricos.
Uno de ellos es Jonathan Cisternas, el "Jinete" que arribó a Chillán ese mismo año para recién emigrar en mayo del 2015, no sin antes vivir campañas de inolvidables como la del mismo 2008 cuando los Rojos terminaron como líderes del Apertura, clasificaron a la Copa Sudamericana y jugaron ante Sport Ancash de Perú por el certamen internacional que albergó los duelo en Concepción y Huancayo en un viaje de retorno del demonio.
Cisternas vivió la otra cara de la moneda cuando el equipo bajó el 2011 a Primera B, para al año siguiente ser uno de los pilares del ascenso y luego volver a tropezar en el 2015.
- ¿Cómo fue el hecho de jugar de local en Linares el 2008?
- Afortunadamente Linares no estaba tan lejos, así que no fue algo tan malo. En ese lugar nos hicimos muy fuertes, el primer partido de local contra Osorno lo ganamos y nos comenzamos a sentir cómodos. Las fechas pasaban y no perdíamos, nos sentíamos seguros en Linares. Lo bueno es que nos acompañaba mucha gente de Chillán y al final nos gustaba jugar en ese estadio.
- ¿Cuál fue la mística del plantel del 2008?
- Había muchos jugadores de experiencia y que en Ñublense mostraron un nivel muy alto como Edgardo Abdala, Joel Reyes, Jaime Bravo.
- ¿Cuál fue tu mejor compañero en Chillán?
- Tuve muchos buenos compañeros, pero con uno de los que más compartí fue con Cristian Morán, ya nos conocíamos desde antes en Cobreloa. También me hice amigo de Isaac Díaz, Benjamín Ruiz y Sebastián Montecinos con los cuales jugué en Segunda y luego subimos.
- ¿Cuál era el más desordenado del camarín del 2008?
- Joel Reyes, era muy divertido y siempre decía que teníamos que ser leales entre todos y decirnos las cosas a la cara. Además, era uno de los que manejaba el grupo junto a Abdala y Juan Pablo Toro.
- ¿Faltó gestión de Ñublense para haber presionado por no jugar el partido por la Copa Sudamericana en Huancayo?
- De todas maneras, jugamos en un estadio y en una ciudad que no reunía las condiciones para jugar un partido de carácter internacional. Tuvimos que viajar en un vuelo especial para poder jugar, los camarines eran abiertos, no nos pudimos bañar ya que teníamos que volver rápido para no perder el avión en Lima. Además, la altura era impresionante, no se podía correr, no podía respirar. Si hubiésemos jugado en Lima el partido hubiese sido distinto.
- ¿El viaje de retorno fue muy malo?
- Fuimos en un avión chico que hizo un vuelo especial, pero de vuelta no pudimos volar porque había tormenta. Regresamos en bus para no perder los pasajes de Lima a Santiago. No estábamos preparados para ese viaje en bus. Además, subimos como a cinco mil metros de altura y después bajamos como por una especie de cerro lleno de curvas, en un momento pararon y algunos bajaron a vomitar, fue difícil y peligroso. A mi no me pasó nada, solo tenía hambre.
- ¿El gol más bonito que hiciste por Ñublense?
- Hay dos que me gustan harto. Uno es un tiro libre desde lejos que le marqué a Arica en el norte y que se clavó en un ángulo. El otro es cuando le ganamos a la Universidad de Concepción cuando íbamos perdiendo.
- ¿Cómo analizas tu paso por Ñublense?
- Siento que todas las cosas buenas y malas que pasé en Ñublense me hicieron crecer como jugador y como persona, maduré mucho. Vivimos cosas lindas, pero también otras fuertes que te las llevas a tu casa para sufrir. En Ñublense nunca viví campañas tranquilas, o era metidos arriba o peleando el descenso.
- ¿Te fuiste de Ñublense a Palestino con una suerte de sentimientos encontrados?
- Totalmente. Inevitablemente me hice hincha de Ñublense, fueron muchos años poniéndome la misma camiseta y defendiendo los mismos colores. Mi hija nació en Chillán y le gustaba vivir allá, fue duro irme, sobre todo pensando que habíamos descendido. Fue una pena por haber bajado, pero también por dejar muchas vivencias.
- ¿Te gustaría volver a Ñublense?
- Si, siempre estoy pensando en Chillán. Cuando me fui del club traté que mi salida fuera de buena forma porque siento mucho cariño por Ñublense, en mi mente siempre está la idea de volver.
- ¿Dónde te bautizaron como "Jinete"?
- Me lo colocaron en Calama cuando recién llegué a Cobreloa, sobre todo porque era chiquitito y flaquito. No me incomoda para nada.
- ¿Cuál fue tu mejor partido en Ñublense?
- Creo que en general fueron los partidos cuando subimos, pero en especial el segundo tiempo contra Barnechea en el estadio Monumental el 2012, lo hice bien, participé en los goles, hice el penal en la definición. Es uno de los mejores partidos por la trascendencia que tuvo y porque nos jugábamos todo un año de trabajo.
- ¿Cómo recuerdas la campaña del 2012?
- Partimos muy mal, Naval nos ganó 5 a 0, me expulsaron, fue un asco ese partido. Después estuvimos muchas fechas invictos. Pero lo principal fue que como plantel creíamos en lo que nos decía el profe Carlos Rojas. Siempre confiamos en que jugando de una manara determinada íbamos a subir. Partimos mal, pero tuvimos una racha increíble.
- ¿Te sientes parte de la historia de Ñublense?
- No sé, pero si siento que se hicieron cosas importantes, como haber terminad punteros en la fase regular, llegamos a una semifinal y clasificar a un torneo internacional. Participar de momentos muy bonitos del club me pone contento.
"En Chillán vive momentos muy gratos y también sufrí mucho con los malos". "Me identifico mucho con Ñublense y siento un cariño muy grande por la institución, me gusta Ñublense, es un club que se merece vivir cosas buenas".
2008 Ñublense
Hace su mejor campaña histórica en Primera División y clasificó a la Copa Sudamericana. Cisternas fue parte de este plantel.