Nada es gratis
¿Por qué nadie les ha dicho a estos estudiantes (no encapuchados) que en esta vida nada es gratis? Los colegios deben pagar un salario a sus directores, profesores y auxiliares. También se debe sufragar los gastos de luz, agua y otros.
Estos costos deben financiarse con el aporte de todos los chilenos, que son nuestros impuestos. Pregunto. Si alguno de ellos lograra llegar a ser profesional: ¿Sus servicios serán gratis? Ya que así debería ser, puesto que nosotros les financiamos su educación.
Por otra parte quiero señalar que siento tristeza por lo que hacen pues, mientras desfilan, paralizan sus clases y se toma los colegios, mis nietos estudian duramente para lograr algo en la vida. Cuando sean adultos estos huelguistas, sus frustraciones serán las mismas de quienes hoy los incitan a no hacer lo único que un adolescente debe hacer: estudiar, estudiar, estudiar. Sólo un título, por pequeño que sea, les dará libertad.
Nancy Paredes Benavides.
Yo estudie en el INBA
Para todos los que estudiamos en el INBA, para los que sabemos que significa "el serrucho" (inspectores), para los que pasamos por el patio amarillo, el verde, el Siberia, el Cantuarias, estudiamos en el patio de las palmeras y aprendimos de profesores como Fernando Cuadra, David Vergara Torres, los hermanos Clerc, "Chocolito" Villareal, Parada, "lumbeta" Lillo y tantos otros, no olvidando los miércoles de cine, la piscina, campeonatos de ajedrez, de atletismo, la radio, la completa biblioteca, la enfermería y si teníamos hasta peluquería. Fue un muy mal despertar ver los destrozos tras la toma del INBA, nada, ningún motivo, por importante que sea justifica tal brutalidad contra elementos inanimados, pero tan llenos de historias, que tuvieron la mala suerte de estar en ese lugar, nada, existen otras maneras de expresar los desacuerdos. Para terminar una duda. ¿Los que arremetieron contra todo, conocerán las primeras palabras del himno del INBA "Internado, tus hijos te brindan, pues te deben cultura y virtud"?
Luis Enrique Soler Milla
Dar un paso adelante
Estamos en un momento en que la sociedad, y en especial los jóvenes se sienten distantes de la política. Pero ya es momento de que hagamos un "mea culpa", porque hemos permitido durante mucho tiempo que otros decidan por nosotros.
Hoy el objetivo y llamado del Vamos Joven, es acercar a los jóvenes a que participen más en política, pero no sólo por medio de la afiliación en partidos, que no es sinónimo de participación. Nuestro trabajo hoy es acercar a los jóvenes a proponer, a participar de manera activa en la construcción del país en el que queremos vivir.
Hoy mas que nunca, debemos lograr que los jóvenes participen en la toma de decisiones. Cuando esto se hace tenemos una sociedad que no sólo encara el presente y el pasado, sino también el futuro.
Tenemos que participar en política porque hoy Chile lo necesita, porque sabemos lo que queremos, conocemos nuestros problemas, y batallamos a diario con el rostro descubierto para solucionarlos y por ello tenemos derecho a que nuestra voz sea escuchada.
Me han hablado de un señor, Miguel Kast, que antes de los 33 años de edad fue Ministro del Trabajo, Ministro de Mideplan y Presidente del Banco Central. ¿Se imaginan? ¿Cuántas personas menores de 33 años hoy son Ministros, o Intendentes, o Jefes de Servicio?
Queremos empezar a posicionarnos y a exigir que personas jóvenes capacitadas puedan asumir responsabilidades en distintos ámbitos, y así empezar a construir el Chile que tanto queremos y tanto necesitamos.
Sofía Jaña Cabezas, Presidenta Juventud UDI.
Relato de descentralización
La descentralización ha sido por décadas un tema que han arrastrado todos los gobiernos. Esto no deja de ser algo preocupante y a la vez interesante. Preocupante, porque ignorar estas demandas es un atropello a todos quienes requieren más autonomía para sus comunidades. Interesante, porque esta falta de interés es un síntoma del relato que nuestros políticos han adoptado a través de los años.
La centralización de nuestro país responde a una sociedad donde el poder no solo se concentra en un espacio físico, sino que también en las manos de un mismo grupo de individuos. La jerarquía política de Chile es a la vez impenetrable y supervisora. Decisiones que son propias de la gente hoy son tomadas por personas que no conocen y no pueden conocer.
Para dispersar y ramificar el poder se requiere de un quiebre de las esferas de acción de la gente con las decisiones de los políticos. Lo anterior no es restarse de la vida pública, es reconocer la autonomía de cada quien para obrar en función de sus propios fines. Por esto, urge un relato que englobe estas demandas.
Juan Pablo Morandé.