"En la Concertación fueron muy soberbios, reclamaban contra la derecha y después hicieron lo mismo".
Mariano Ruiz Esquide, — exSenador de la DC.
"Decidí participar de esta votación por que es un deber y también porque uno tiene derecho a voz y voto"
Gloria Acevedo, — Electora de Chillán.
El primer proceso de elección de candidatos mediante primarias legales a cargo del Servel dejó una gran deuda, la participación de los electores en los comicios. Por primera vez en la jornada de ayer unas elecciones oficiales no contaron con un porcentaje del 100% en la constitución de las mesas receptoras de sufragios. La razón, sencillamente en muchos locales de votación -sobre todo del norte del país- no llegaron los vocales de mesa, los únicos que estaban obligados por ley a asistir.
No obstante, el gran ausente fue el votante. De los 5 millones de personas autorizadas para votar en los 93 comunas del país, un porcentaje minoritario (279.600 chilenos) decidió soportar el frío dominical para decir presente y cumplir con su derecho cívico. Desde distintos sectores se culpó a la celebración del Día del Padre, a la victoria de Chile ante México, a la situación climática y hasta al malestar de la población por los casos de corrupción que han enlodado a la política en el último tiempo, con los casos de financiamiento irregular como Penta, Soquimich y Corpesca.
Lo cierto es que ya desde 2012, cuando se promulgó la ley de Inscripción Automática y Voto Voluntario, cuyo debut fue en las elecciones municipales y presidenciales de aquel año, la cifra de abstención fue de un 58%. En la segunda vuelta presidencial, realizada en diciembre de 2013, en la comuna de Chillán votaron 63.434 personas, en su mayoría entre los 40 y los 60 años, de un padrón electoral de poco más de 139.256 mil electores. En la elección primaria de este domingo, la votación llegó apenas a 8.211 personas, lo que equivale a solamente el 5,8% del padrón electoral comunal.
De inmediato, ante esta realidad de baja participación e interés mostrada por la ciudadanía, parlamentarios y políticos han llamado a reformar nuevamente la constitución para volver al voto obligatorio. Esta postura, ampliamente respaldada desde el mundo político, es por lo demás contradictoria, pues al aprobarse el voto voluntario en el Congreso se esgrimió precisamente este argumento para justificar la inscripción automática. Si la función política no convoca a los ciudadanos a las urnas es precisamente por el desprestigio que los propios políticos han hecho de su rol de servicio público, tener que responder ante la justicia por acciones de corrupción y tener cada vez menor sintonía con la gente. Cambiar esta realidad no es atribución de las leyes, sino de volver a prestigiar la política, fomentar la educación cívica entre los más jóvenes, otorgándoles más responsabilidades en el devenir de Chile. En definitiva, el problema está planteado y deberá ser el fruto de un concienzudo análisis las medidas para revertir este rechazo en el tiempo.
Justo cuando la calidad del aire para las comunas de Chillán y Chillán Viejo estuvo en la categoría de Alerta, según lo informado por el Ministerio de Medio Ambiente, en Chillán se desarrolló el lanzamiento de la marcha blanca de la fiscalización a los microbuses de la comuna, para medir la cantidad de contaminación que éstos emiten.
La segunda jornada de emergencia ambiental de este año se registró la jornada del jueves en la intercomuna, debido a las deficientes condiciones de ventilación que elevaron la presencia de material particulado fino 2.5 por sobre los 100 microgramos por metro cúbico. El monitoreo superó los niveles de polución.
La ministra de la cartera de salud volvió a reiterar el compromiso de su ministerio para ejecutar los trabajos de acuerdo a los plazos prefijados, que en el caso de Chillán, sería según Castillo, recién para fines del 2019. La ministra reiteró que el cronograma para la construcción del recinto se está cumpliendo según corresponde.
Los pendientes más urgentes del Gobierno y que al Ministro del Interior le corresponde conducir, como jefe de gabinete, son al menos cuatro y de envergadura: Enfrentar la crisis económica y particularmente el desempleo, en dos años electorales, porque hasta ahora no llegan ninguna de las señales de recuperación que permanentemente está anunciando el ministerio de Hacienda.
La Nueva Mayoría sabe el impacto que esa realidad probablemente va a tener en los resultados y urge a la Presidenta a tomar medidas efectivas. También necesita resolver el camino de la reforma laboral, en la incógnita desde hace casi dos meses, tras el fallo del Tribunal Constitucional.
Por otro lado enviar la reforma a la educación superior, comprometida para este mes y respecto de la cual solo se conocen trascendidos y que el costo de la gratuidad deberá asumirlo el próximo gobierno. Y por ultimo y quizás la más relevante cambiar la mano frente a la delincuencia y la violencia.
No es casual que las curvas de aumento se marquen a partir de 2014, las señales que se dieron fueron incorrectas, la gestión es deficiente y se han descontinuado políticas que estaban dando buenos resultados y que por su complejidad exigían capacidad técnica (manejo de banco de datos, entre otros).
Hay que aclarar que no es efectivo que la policía cuente hoy con facultades para detener a los encapuchados y menos para sacarlos de las marchas. La única facultad con que cuenta Carabineros es la de controlar su identidad en el lugar de los hechos, lo que en la práctica es imposible.
Tampoco es efectivo que Carabineros no esté actuando, como la Nueva Mayoría está intentando instalar. Los efectivos policiales actúan con las herramientas con que cuentan y, no obstante, son frecuentemente convocados por organismos de DDHH y por los propios tribunales de Justicia, acusados de maltrato, vulneración de derechos, entre otros.
En síntesis, el Gobierno tiene hoy la obligación de dar una señal clara de su voluntad para recuperar la autoridad y el orden público, promulgando el control de identidad e impulsando a la brevedad del proyecto que prohíbe la actuación de personas encapuchadas en marchas. Debe, asimismo, respaldar públicamente a Carabineros, poniendo fin al permanente cuestionamiento que hace el bloque oficialista a su labor y al piso político que concede a acusaciones infundadas de la izquierda. Y, sobre todo, debe mostrar voluntad política, para enfrentar con sentido de unidad nacional a la violencia y también a la delincuencia, con todos los elementos posibles en democracia. Nada de eso parece estar en los planes de la Presidenta Bachelet, al menos por ahora.
Frank Sauerbaum, Presidente Regional de Renovación Nacional en el Bio Bío.