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"Cuando me dicen que van a cambiar 230 calefactores, mejor que se los ahorren"

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Desde su implementación el pasado mes de abril, el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) ha tenido una gran cantidad de críticos, ya sea por su falta de precisión al momento de pronosticar distintos tipos de alertas ambientales en la intercomuna, como el aumento de dichos episodios en comparación con el 2015. Al respecto, el senador Felipe Harboe (PPD), conversó con Crónica Chillán, realizando un profundo análisis al plan que busca disminuir la contaminación ambiental.

A meses de su implementación ¿Cuál es la evaluación que hace del PDA?

-Mi impresión es que más allá de que el PDA sea un buen instrumento, y que hayan buenas intenciones, a mi juicio la cultura local no está yendo en la lógica de la protección del medio ambiente. Tenemos un problema cultural del cual el plan de descontaminación no se hace cargo. La cultura local del uso de la leña como medio de calefacción es un elemento relevante que debería considerar el plan de descontaminación y hacerse cargo, no sólo sobre las base de las multas para este tipo de calefacción, si no que generar otras alternativas. Lamentablemente, a mi juicio, eso no está contemplado. Es un plan poco ambicioso.

¿Cuáles serían las deficiencias que le encuentra al PDA?

-Un plan de descontaminación tiene que buscar a mi juicio, en un horizonte de mediano plazo, una disminución considerable de los indicadores y por lo tanto de las fuentes contaminantes. Para eso, considerando que hoy día la fuente principal de contaminación de la intercomuna radica en la calefacción con leña, lo que debiera incorporar un plan de descontaminación es un combustible alternativo, ya sea el gas, sea el pellet, sea la parafina, cualquiera; una alternativa que disminuya la emisión de contaminantes, y adicionalmente junto con contemplar un reemplazo en la matriz de calefacción, debieran buscarse mecanismos económicos destinados a dividir los costos, porque tampoco un plan puede plantear la modificación de la matriz de calefacción sin considerarlas condiciones sociales de los habitantes. Yo creo que habría sido indispensable que el plan de descontaminación, si realmente quiere tener efectos en el mediano plazo, incorporara estos elementos, desde incorporar un subsidio al gas por parte del Estado, hasta un mecanismos de disminución de las tarifas eléctricas como elemento de incentivo al uso de esa energía o bien de pellets.

¿En qué radica este problema cultural al que usted se refiere?

-En el sur de Chile, a diferencia de la Región Metropolitana, existe una cultura de la calefacción con leña, por un tema de costos. En consecuencia, variar una posición, una cultura local, requiere de incentivos, y esos a mi juicio, son económicos, en cuanto a decirle a la gente 'mire, si usted abandona la leña como elemento de calefacción y pasa a otro combustible limpio, va a ser económicamente sustentable"; y en segundo lugar, si la autoridad dentro del PDA inicia una campaña muy agresiva desde el punto de vista comunicacional para explicar las consecuencias de la contaminación domiciliaria y que vive la intercomuna, mi percepción es que la conjugación de esos dos elementos podría ir generando en el mediano plazo un cambio cultural.

¿Cómo evalúa el rol que han jugado las autoridades pertinentes como el seremi de Medio Ambiente?

-No, yo no soy el encargado de andar evaluando autoridades de gobierno. No es mi misión. Más bien, mi experiencia de más de diez años en el gobierno, de haber estado trabajando en un plan de descontaminación, ni más ni menos en la Región Metropolitana que ha tenido logros importantes, me permite hacer al menos una evaluación de la política pública.

¿Cuál sería la evaluación de dicha política?

-Por eso yo he sido muy crítico del plan de descontaminación. Cuando en su oportunidad logramos llevar a Chillán por primera vez en la historia a un Premio Nobel, a don Mario Molina y logramos a su vez que dictara una clase magistral en Chillán con presencia de las autoridades y ciudadanos, y es más, donde se abordó el tema de la contaminación y luego en una reunión que tuvimos con el Premio Nobel y la Presidenta de la República, logramos que el Centro Mario Molina tuviera disponibilidad para trabajar completamente gratis y apoyar a las autoridades regionales y locales en un plan de descontaminación de mediano plazo, ejemplar y con uso de tecnologías y la autoridad lo desechó, yo digo que, bueno, que hay un tema complejo. Desechar el conocimiento del primer mundo para descontaminar una ciudad como Chillán, me parece que es una falta de visión compleja, que perjudica solamente a la ciudad.

¿Qué autoridad desechó esta posibilidad?

- En particular, el seremi de Medio Ambiente.

¿Piensa que se podrían dar los recursos no solamente para subsidiar sino que para cosas más eficaces?

-Yo creo que sí. Cuando me dicen que van a cambiar 230 calefactores, mejor que se los ahorren, porque usted comprenderá que 230 calefactores en una ciudad de cien mil habitantes dan lo mismo, digamos, no tienen ningún impacto. Aquí lo que se requiere que si usted va a hacer una política de cambio de calefactores, o los va a subsidiar, bueno, de una vez por todas cámbielos, pero primero cámbielos no por otros que funcionen a leña.

"Variar una posición, una cultura local, requiere de incentivos, y esos a mi juicio, son económicos". "Yo no soy el encargado de andar evaluando autoridades de gobierno. No es mi misión".

Abril De este año

Comenzó a implementarse en la intercomuna el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA).