Chillanejos dieron último adiós a víctima de accidente en Argentina
LUTO. Familiares y amigos del abogado Nicolás Quintana repletaron la parroquia Santo Domingo antes de despedir a María Ignacia (9), quien falleció en colisión con otras 3 personas.
Ni la abundante lluvia que durante la tarde de ayer cayó sobre Chillán impidió que los familiares, amigos y colegas del abogado Nicolás Quintana repletaran la parroquia Santo Domingo, donde se realizó la misa previa a la sepultura de su hija, María Ignacia, quien murió el miércoles de la semana pasada, en un accidente de tránsito ocurrido en Argentina.
El féretro de la menor llegó durante la tarde del sábado a la capital provincial de Ñuble, luego de que su familia fuera hasta Temuco a buscar los restos de la menor de nueve años, que falleció junto a su madre, Daniela Orellana Riquelme; la pareja actual de esta última, Claudio Conejeros López, además de su hermanastro, Facundo Conejeros Orellana, de un año y medio.
En su arribo a Chillán, vecinos adornaron sus vehículos con globos blancos y acompañando a la caravana de vehículos que llegó hasta la villa Ferrocar con el cuerpo de María Ignacia, con el objeto de hacer el velatorio en la casa de su familia chillaneja.
Justo cuando se cumplieron las 15 horas de ayer, el sacerdote Carlos Astudillo inició la misa, ante la presencia del padre de la víctima, que es su única hija, y también sus familiares. Entre los asistentes habían amigos y miembros del Colegio de Abogados, ya que Nicolás Quintana es un jurista conocido por tramitar causas civiles.
En la misa, de hecho, Quintana recordó lo especial que era su hija, y agradeció a las personas que lo acompañaron en el proceso, complejo en todo aspecto, desde el dolor por la pérdida, hasta los trámites que tuvieron que realizar para repatriar los cuatro cuerpos.
Por su parte, el párroco destacó que "María Ignacia, nuestra hermana, se ha dormido en la paz"; además, bendijo su urna, antes de terminar la liturgia y así dirigirse la caravana de vehículos y buses hasta el Parque Los Héroes, para iniciar las exequias de la menor.
Entre los asistentes, una de sus profesoras del Colegio Adventista de Temuco también se refirió al carácter alegre y disciplinado de María Ignacia, que será extrañada por sus compañeros, quienes también viajaron en una delegación desde la región de La Araucanía.
Pedro Quintana, abuelo de María Ignacia, dijo que hace 15 días la menor estuvo por última vez en Chillán.
"Ahora, como estamos en vacaciones de invierno, la ibamos a ir a buscar como sus abuelos, también con su papá, y la ibamos a llevar a La Serena a pasear", recordó Pedro Quintana, lamentando que "todo quedó truncado el miércoles, cuando supimos lo del accidente. Quedamos pésimo".
Según comentó el abuelo de la menor fallecida, como familia la recordarán como una niña alegre y extrovertida.
"Le gustaba mucho cantar, siempre hacía show y hacía reír a todo el mundo con sus gracias. Nos deja un ángel que, creo, nunca perteneció realmente a este mundo. Es muy especial", dijo Pedro Quintana, quien si bien no ocultó el pesar por la pérdida de una de sus nietas, sí aprovechó la ocasión para valorar el apoyo de varias personas.
"En Argentina se portaron muy bien con nosotros, desde los gendarmes hasta el cónsul chileno que ayudó a agilizar los trámites", dijo Quintana, destacando además "que la parroquia se llenó y eso al menos nos da algo de consuelo por el cariño recibido".
Colisión frontal dejó cuatro muertos
María Ignacia, de 9 años, falleció junto a otras tres personas, entre las que se encontraba su madre, en medio de un accidente de tránsito. Según medios argentinos, la tragedia se desató en la ciudad trasandina de Puerto Madryn, cuando el auto marca Citroën en que se desplazaban colisionó frontalmente y a alta velocidad con otro vehículo menor en la ruta nacional 3 de ese país. Un tercer menor de edad fue el único sobreviviente del fatal accidente de tránsito. Sobre las causas basales, se presume que la alta velocidad, en medio de una pista cubierta con niebla, habrían sido factores importantes.