La revelación de las millonarias pensiones obtenidas por funcionarios de Gendarmería de Chile abrió la puerta a que vuelva a la agenda noticiosa el actual sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), vigente desde la década de 1980. La masiva marcha registrada en varios puntos del país -también en Chillán- convocada por el Movimiento "No + AFP" fue un gatillador para que desde el gobierno la propia Presidenta Michelle Bachelet reconociera haber escuchado la voz de la gente, luego que el tema estuviera dentro de sus compromisos de campaña y el proyecto que crea una AFP Estatal siguiera durmiendo en el Congreso.
Este lunes se conoció la encuesta N°133 de Plaza Pública Cadem, en la que se consultó a los chilenos su percepción sobre el sistema de cotización individual vigente por más de 3 décadas en nuestro país. El resultado del sondeo es que un 87% de los chilenos está de acuerdo con que se lleve a cabo una reforma al sistema previsional de las AFP. El malestar ciudadano se expresa en que existe una sensación generalizada en un 64% de los consultados acerca de que las pensiones son bajas y que no alcanzarán para cubrir los gastos básicos. No obstante, contrariamente sólo un 57% de los usuarios de las AFP sabe cuánto dinero tiene ahorrado en su fondo para su jubilación o pensión y un 48% de los encuestados cree que el dinero ahorrado pertenece a las AFP.
En este contexto, el exministro del Trabajo del Régimen Militar e ideador del actual sistema, José Piñera, anunció que hoy dará a conocer una propuesta para mejorar las pensiones de los chilenos. Ello, pese a que la Comisión Asesora Presidencial para buscar alternativas de mejoras al sistema -denominada como la Comisión Bravo- no llegó a una sola medida de consenso, estimando como alternativa el aumentar la edad para jubilarse.
Al respecto, la Encuesta de Plaza Pública Cadem refleja que un mayoritario 82% y 88% se opone a la idea de atrasar la edad de jubilación de mujeres y hombres, respectivamente. En tanto que un 60% se niega a ahorrar más para la jubilación a través de un aumento del 10% al 15% del sueldo, donde además un 63% está en desacuerdo con que le cobren más impuestos para pagar la jubilación de personas más pobres. Es decir, se rechaza un sistema de reparto.
Está claro, y lo estimado así la propia Presidenta, que una AFP Estatal no soluciona el problema de fondo, sino que apunta a dar más competencia al sistema. Lo complejo es que el gobierno no llega a plantear reformas de fondo, mientras la ciudadanía sigue organizándose y surge la tentación de atender a medidas aceleradas y potencialmente populistas en tiempos electorales.