"El niño y la bestia": al maestro con cariño
Este jueves se estrena en cines de todo el país la última maravilla del animador japonés Mamoru Hosoda, una fábula sobre un niño que, en el Reino de las Bestias, aprenderá a combatir su propia oscuridad.
Ren, un niño que acaba de perder a su madre, se niega a vivir con sus tutores legales y se lanza a las caóticas calles de Tokio. Ahí se cruza con un tipo misterioso que le pide que sea su discípulo. Ren lo rechaza, pero cuando se da cuenta de que no es humano, decide seguirlo.
Así llega a un callejón que lo conducirá directamente al Reino de las Bestias, mundo paralelo habitado por animales antropomórficos. En este lugar existen las luchas de poder pero sus habitantes no conocen el odio. A pesar de los consejos de los más sabios, quienes advierten que los humanos no son de confiar, porque están dominados por la oscuridad, la bestia decide entrenar al visitante.
Sus personalidades chocarán pero pronto ambos alcanzarán una funcional relación de maestro-alumno que se extenderá por años. Kumatetsu, el mentor, tendrá que superarse a sí mismo mientras que Ren deberá aprender a controlar su lado sombrío -y por lo tanto destructor- en su camino hacia la madurez. "El niño y la bestia" es la última gran sensación de la animación japonesa reciente, una película que sigue la ecuación de imaginación sin límites, vocación metafórica y climas nostálgicos que ha distinguido a realizadores orientales como el venerado Hayao Miyazaki ("El viaje de Chihiro"). Aunque Mamoru Hosoda no es menos que ese maestro nipón que logró cruzar las barreras culturales. Cabeza de los estudios Madhouse, cuenta con un puñado de premiados largometrajes como "La chica que saltaba a través del tiempo" y "Summer wars". En "El niño y la bestia" depura, sin embargo, un arte que lleva a territorios simbólicos cargados de misticismo. El trazo de Hosoda es fascinante. Su retrato de Tokio está lleno de detallismo y vitalidad, como si buscara replicar el realismo de una fotografía a través de la ilustración. Esas vibrantes postales urbanas son complementadas con la geografía fantástica del mundo de las bestias. Si bien la pugna contra la propia oscuridad alimenta también apuestas occidentales como "Star Wars", Hosoda se distancia de convenciones de industria a fuerza de excentricidad, ingenio y un atingente guiño a "Moby Dick".
"Es una de las novelas que más me influyó cuando estudiaba", reconoció el director. "Ahab lucha contra una ballena, pero en realidad está luchando consigo mismo, es una sensación muy parecida a la que tienen los adolescentes: siempre están luchando porque no saben qué hacer". "El niño y la bestia" confirma la belleza visual y la profundidad temática de las animaciones hechas en Japón. Será un rayo de luz en nuestra cartelera.
"El niño y la bestia" es la primera película de Hosoda que se estrena comercialmente en Chile.
en resumen
Antes de "El niño y la bestia", Mamoru Hosada tuvo éxito con "Toki wo Kakeru Shojo" (2006) y "Summer Wars" (2009). Su primera película fue "Digimon Adventure" (1999).
Por Andrés Nazarala R
Fotograma de la película