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Hace 3 años | 20 de Agosto de 2013

Seremi Rosa Oyarce es la carta senatorial de RN

Pese a que parecía haber claridad en la Alianza acerca de la postulación demás de 400 candidatos a las Elecciones Parlamentarias a nivel nacional, la definición del cupo por la circunscripción Octava Cordillera se hizo esperar. La idea era oficializar el nombre de Rosa Oyarce como aspirante al Senado por Renovación Nacional.

Hace 2 años | 20 de Agosto de 2014

Alcalde Zarzar se querella por injurias contra edil

El alcalde de Chillán, Sergio Zarzar presentó en el Juzgado de Garantía de Chillán una querella en contra del concejal Jorge Marcenaro (RN) por injurias graves en contra de su persona. La acción legal fue una decisión meditada y que obedece a las ofensas que habría proferido en un concejo cuestionando la transparencia de la autoridad.

Hace 1 año | 20 de Agosto de 2015

Bachelet: "Cumplimos un compromiso de gobierno"

La Presidenta Michelle Bachelet arribó a la zona para cumplir con el compromiso de campaña de dar la partida a la creación de la Región del Ñuble. "Sé que para la gente de Ñuble esta es una muy antigua aspiración y estamos cumpliendo con un compromiso que asumimos como gobierno y esa siempre es una buena noticia", dijo.

Pedro Lastra, precandidato con posibilidades

Quienes hoy frenan el desarrollo del rodeo, desconocen las propias raíces de nuestro Chile y pierden una oportunidad de abrir las puertas al diálogo para mejorar el deporte. Rectifiqué su prestigio en 1998, cuando edité mi libro "Escritores normalistas chilenos", ocasión en que destaqué la calidad de su docencia.
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Eso pensamos cuando leemos la lista de precandidatos y recordamos la trayectoria de unos y otros y advertimos las tendencias que hemos apreciado en la decisión de los últimos jurados de este galardón. Quienes hemos conocido en estas tierras de Ñuble a nuestro coterráneo, hemos tenido la oportunidad de conocer la trayectoria de Pedro Lastra Salazar y pensamos que es un excelente candidato para optar al Premio Nacional de Literatura.

Cuando lentamente fui conociendo su obra y me fui dando cuenta de su valor y el vasto sector latinoamericano comprometido en su trayectoria en el campo de la creación literaria y de la docencia en los ámbitos universitarios, escribí un extenso artículo en mi revista "Cauce Cultural", titulado "Pedro Lastra, figura continental". Así está escrito en la edición 68 de esa revista, del segundo semestre de 1994. Rectifiqué su prestigio en 1998, cuando edité mi libro "Escritores normalistas chilenos", ocasión en que destaqué la calidad de su docencia, que se enriqueció posteriormente cuando obtuvo el segundo título profesional en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde se recibió como profesor de castellano.

Por sus experiencias investigativas y su capacidad creativa y pedagógica, llegué a la conclusión que algún día estaría en una nómina similar a la que hoy hemos conocido, situación que han señalado diarios de circulación nacional.

Hay un libro sorprendente y consagratorio para conocer la validez de su producción, que tiene el mérito del reconocimiento de sus pares. Ese volumen de 406 páginas es el resultado del entusiasmo de algunos colegas suyos, entre ellos los chilenos Mario A. Rojas y Roberto Hozven, quienes lo editaron en México en 1988.

En el presente año Pedro Lastra que tiene ya 84 años de vida, que la está viviendo desde 1932, vio la luz en Chillán Viejo. Desde entonces, como egresado de su Escuela Normal y del Instituto Pedagógico, comienza a recorrer por el mundo. Enseñando y escribiendo, Pedro ejerció la docencia en la capital. Incentivado por su natural inquietud, decidió en 1968 trasladarse a Estados Unidos, específicamente a Nueva York, a cuya Universidad Estatal se integró como docente. Desde allí puso en actividad todos sus conocimientos como docente, investigador y poeta. Desde Estados Unidos, como profesor de Literatura, actividad que finalizó para radicarse en Santiago, donde ejerce su docencia en la Universidad Católica, asiste a la Academia Chilena de la Lengua, de la cual es Miembro de número y está cerca de quienes lo acompañan en esta jornada.

Por Carlos René Ibacache I. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.

Polémica en torno al Rodeo chileno

Chile puso el ejemplo mundial hace 193 años al prohibir las corridas de toros. Sin embargo, hasta hoy el Rodeo ha crecido de la mano de los criadores y protectores del caballo chileno.
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Ha llamado profundamente la atención en tierras ñublensinas la oposición que han planteado dos comunas de la Región Metropolitana para omitir al Rodeo de sus actividades de Fiestas Patrias, principalmente a raíz de la preocupación que han evidenciado movimientos que promueven la protección de los animales. El debate no es nuevo, pero siempre es sano que se produzca, aunque siempre de manera previa a adoptar decisiones para la galería o anticipando réditos electorales en un año que precisamente estará marcado por elecciones municipales. Distintas naciones en el mundo han sometido a este mismo escrutinio público a actividades que se dan como culturalmente aceptadas, pero que a medida que los países y sociedades van tomando conciencia de evitar el maltrato animal, se discuten de manera natural.

Desde los inicios de su historia, a partir del año 1555, en Chile se llevaron a cabo -por su influencia española- las conocidas corridas de toros hasta prácticamente comienzos del Siglo XX, es decir durante tres siglos. Durante el propio gobierno de Bernardo O'Higgins, el líder nacional Manuel de Salas protestó en contra de las corridas de toros y presentó una moción para prohibirlas el 27 de septiembre de 1822, al considerar que estos espectáculos atentaban contra la ilustración y la cultura. Un año más tarde sería el director supremo, Ramón Freire, quien firmó la prohibición definitiva de las corridas de toros y las peleas de gallos, en el mismo decreto por el que se abolió la esclavitud en Chile.

En sustitución, cobró fuerza un deporte surgido desde los campos chilenos y que introdujo con fuerza García Hurtado de Mendoza: el Rodeo. Cabe consignar que el actual rodeo es distinto al original, por cuanto en su evolución se ha tomado cada vez más conciencia de evitar el maltrato cuando se produce la atajada en las quinchas (acolchadas) o penalizando cualquier clase de golpe al novillo.

A partir del 10 de enero de 1962 es considerado deporte nacional por el Consejo Nacional de Deportes y el Comité Olímpico de Chile, y entre septiembre y abril atrae hasta las medialunas a tantos seguidores como el propio "deporte rey", el fútbol.

Por su génesis, es considerado un deporte criollo y entre quienes lo practican destacan en particular los criadores, orgullosos protectores y promotores de la genética del caballo chileno, quienes prodigan un especial amor por la raza.

Lamentablemente, quienes hoy frenan el desarrollo del rodeo, desconocen las propias raíces históricas de nuestro Chile y pierden una oportunidad histórica de abrir las puertas al diálogo para mejorar nuestro deporte patrio y mantener viva la fiesta de la chilenidad.