De acuerdo a cifras de la Seremi de Salud del Bío Bío, la cantidad de casos de contagio por virus Hanta en el territorio ha disminuido a sus niveles más bajos en los últimos 8 años. De igual modo las estadísticas de letalidad del virus han caído a un nivel mínimo de un 11% en el transcurso del presente año.
Eso sí, cabe consignar que de los nueve casos de contagio registrados este año en la Región del Bío Bío, cinco han sido constatados en la Provincia de Ñuble, seguidos de otros cuatro casos en la Provincia del Bío Bío, por lo que los habitantes de nuestro territorio siguen porcentualmente más expuestos. De todos modos las cifras están muy lejanas al 69% de letalidad de los contagios registrados en 2014 y al 46% del año 2014, ambos con 13 casos por año.
La autoridad sanitaria atribuye estos mejores resultados a un trabajo que se ha desarrollado a través de un plan regional de prevención y que ha enfocado preferentemente sus campañas preventivas en las comunas rurales y un programa educativo dirigido a la población con mayor riesgo de infección, como son los turistas o los trabajadores agrícolas o temporeros.
Paralelamente, la Mesa Intersectorial de Prevención del Hantavirus ha estado trabajando en un programa de formación de monitores extendiendo la labor preventiva más allá del sector salud, involucrando por ejemplo a profesionales de Indap, Gendarmería, Ejército, Boyscouts y personal de los cuatro Servicios de Salud de la región.
El virus Hanta es considerado una enfermedad endémica en Chile, que está presente con mayor fuerza en ciertas estaciones del año y con mayor incidencia en las regiones del sur del país. En este contexto, la autoridad de Salud regional no ha querido bajar los brazos en este esfuerzo de reforzar la educación y prevención dirigida hacia la comunidad y por tanto para el próximo año se espera aumentar aún más la cantidad de monitores, integrando inclusive a nuevos actores.
Cabe señalar que el mes de septiembre, con el inicio de la primavera, es la época de mayor riesgo y cuando tiende a incrementarse la cantidad de contagios. Para reducir esta posibilidad, es necesario mantener una cultura preventiva, con ejercicios tan cotidianos como enterrar la basura en zonas rurales, guardar alimentos en envases herméticos, cuidarse de zonas con densa vegetación o inmuebles cerrados y desocupados por mucho tiempo. Debe recordarse que el virus es transmitido por las heces o gases generados por la orina de ratones colilargos.