La ligresa Sasha se adapta a su nuevo hogar en el Bioparque
QUILLÓN. La especie rescatada ha perdido su visión, pero los encargados del refugio aseguran que sabrá adaptarse a través del sentido del olfato.
La ligresa "Sasha" llegó alrededor de las 17:00 horas de ayer al refugio Bioparque de Quillón, lugar escogido por el Ministerio Público como su nuevo hogar tras ser confiscada al circo de Los Tachuelas.
Allí pasará el resto de sus días, luego de estar en un periodo de cuarentena mientras recupera su peso ideal, ya que para el momento de llegar al Bioparque su peso era de 136 kilos y debería estar en 200 kilos aproximadamente.
Dormía la siesta, antes se había comido 6 kilos de carne. La ligresa se movía de un lado a otro, mientras estaba en su momento de relajación.
"Desde que llegó, todo ha sido bastante satisfactorio porque pensamos que sería más difícil la adaptación", indicó Cristian Anguita, director de Fundación para la Protección de la Vida Silvestre.
"Es una gatita, ha dormido mucho. La adaptación ha sido muy buena, es una gata extraordinaria. Es muy cariñosa. Vivir ciego no debe ser cómodo para nadie", describió la encargada de relaciones públicas de la fundación que maneja el Bioparque, Patricia Campos.
Sin vista
Al escuchar los rugidos de los leones que hacen vida en el lugar, Sasha despertó y salió a dar una vuelta, a mostrarse a los que a esa hora estaban atentos por su llegada a este nuevo hogar. Sus movimientos se interrumpían al chocar con las paredes y las rejas de la zona de cuarentena, trataba de orientarse.
"La hemos estado alimentando y cuesta mucho, le tenemos que mover el agua y soplar la comida para que sienta el olor y tenga la forma de poder comer", indicó Campos.
El glóbulo ocular derecho lo mantiene, pero no tiene visión. Mientras que en el ojo izquierdo la cicatriz muestra el resultado de la intervenciones quirúrgicas a las que se tuvo que someter antes de llegar a Quillón, además de ayudarla con los problemas de nutrición que la afectaban hasta en 75 kilos de su peso ideal.
Sin embargo, Anguita explicó que si bien Sasha ya no podrá ver más, sabrá adaptarse a vivir a través de su sentido del olfato. "Ayer recorrió todo el espacio, y ella de alguna forma diagrama en su cabeza cómo es el entorno donde está. Realmente me sorprendió".
Fenotípicamente Sasha tiene el aspecto de una tigresa naranja con rayas negras, pero se le denomina ligresa porque es producto de un cruce de un león y una tigresa. Esto se considera un fenómeno antinatural, ya que la única forma que nazcan estos felinos es por el cautiverio al que son sometidas las dos especies mencionadas. "Esto en vida silvestre no se va a dar, siempre se va a dar en condiciones de cautiverio", explica Anguita.
10 años de espera
Pasaron 10 años desde que la especie fuera incautada al circo de Los Tachuelas hasta su llegada al Bioparque. Anguita resaltó que la cantidad de tiempo que se esperó para trasladar al animal a un sitio acorde fue excesiva.
El 9 de agosto de 2006 la Brigada Investigadora de Delitos del Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones (PDI) entró en la parcela de Joaquín Maluenda en La Pintana (Santiago) e incautó a la ligresa que ya para ese momento tenía problemas de ceguera y desnutrición.
Una vez que el fiscal encargado del caso, amparándose en el artículo 12 de la Ley Sobre Protección Animal, tiene una sentencia, se inician las conversaciones con el refugio.
Sobre estas situaciones, la Fundación no tiene ninguna injerencia sobre qué especies llegan la refugio. Campos explica que hay que cumplir con algunas exigencias que le permitan recibir animales.
"Hay que cumplir con ciertos requisitos del Servicio Agrícola y Ganadero para poder funcionar, como por ejemplo la seguridad y la alimentación, y si tiene recursos para mantenerse", explica Campos.
Osa: nueva habitante
Otro animal incautado a Los Tachuelas es la osa Vicky, la cual estará en Quillón una vez que se recupere de la operación a la que fue sometida en la clínica veterinaria del Buin Zoo.
"Una fecha exacta de su llegada no la manejamos, debemos esperar el proceso de recuperación primero y de ahí se inician las conversaciones".
En el artículo 5 de la Ley Sobre Protección Animal, publicada en 2009, indica que los lugares que trabajen con ellos: "deberán contar con las instalaciones adecuadas a las respectivas especies y categorías de animales para evitar el maltrato y el deterioro de su salud".
Esto poquísimas veces sucede y es por eso que desde hace 4 años, la Fundación para la Protección de la Vida Silvestre ha recibido alrededor de 200 animales, divididos en 45 especies.
De las 10 hectáreas que tiene el lugar donde están ubicados, cinco se han utilizado para crear hábitats lo más parecido al ambiente natural de las especies que albergan.
Los casos más recientes fueron el león llamado Chitaro y Randú, un mono Papión, quienes arribaron a Quillón en agosto pasado.
Los animales fueron entregados de forma voluntaria por los dueños del circo Los Montini. "Ya el hábitat para el mono está listo, sólo esperamos a que salga de la cuarentena", indicó Campos.
La meta de la fundación es tratar de cerrar algún día el refugio. Pero su director se sincera y asegura que para eso falta mucho tiempo. "Pasarán 2 o 3 generaciones, si bien casos como éstos te remecen la consciencia, todavía nos falta mucho".
De parte de la fundación reconocen que hay avances con respecto al tema de la protección de animales, pero "en Chile falta mucha legislación porque nadie debería tener un león o un tigre, pero depende de nosotros y los medios poder educar (...) Es una utopía que los animales vivan libres, hay que preservar los espacios para ellos".
Sasha no podrá ver nunca cómo se ve lo más parecido a su hábitat natural, pero ahora tendrá una vida más tranquila lejos del circo.
"A pesar de que está ciega, ayer recorrió todo el espacio y ella de alguna forma diagrama en su cabeza cómo es el entorno donde está (...) Realmente me sorprendió".
Cristian Anguita, Director de la Fundación para la Protección de la Vida Silvestre"
Aporte de empresa privada
Desde la Fundación para la Protección de la Vida Silvestre agradecieron el apoyo de la empresa Central de Campesinos para la construcción de las zonas de cuarentena y de los hábitats donde estará la ligresa Sasha y el mono Papión. "Es importante decirlo, porque casi nunca se da que un privado quiera apoyar en esta causa (...) Entonces con estos recursos que llegaron podemos hacerle un hábitat como el del mono a la misma ligresa", expresó la encargada de relaciones públicas de la fundación que maneja el Bioparque, Patricia Campos.