Ñuble bajó su tasa de natalidad y la cantidad de matrimonios
ESTADÍSTICAS. La edad para tener un hijo en Ñuble cambió, ya que si en el 2000 la edad era entre los 20 a 24 años, en el 2014 se registró un aumento al tramo entre los 25 y los 29 años.
La disminución de la natalidad en Chile es un fenómeno que se replica en nuestra provincia, ya que si bien en el 2002 los nacimientos alcanzaban a 6.251 en la provincia, en el 2014 el registro bajó a 5.899, apuntando con esto una disminución del 5,6%.
Si a lo anterior se le anexa que en 1960 Chile anotó el mayor promedio de hijos por mujer con 5,4, pero en el 2014 cada fémina aportó 1,85 en promedio, esto habla de un gran cambio cultural y un envejecimiento paulatino de la población.
Cifras que son compartidas en Ñuble, lo que se ve reflejado en la tasa de crecimiento poblacional anual de la provincia, la que disminuyó en el último censo en 0,4%, quedando por debajo del índice regional.
"Hay varias variables que influyen en la variación de los nacimientos, ya que si se mira las estadísticas hay varios años -como en 1990- donde empieza a aparecer la natalidad en niñas muy jóvenes, el 3% de los nacimientos en niñas menores de 15 años, y eso tiene que ver un poco con esa libertad social de la sexualidad ya que está en todos lados y se ve en las noticias. (...) Este ya no es un tema tabú y no hay educación sexual ni en el colegio ni en el hogar", sostuvo Jaime Rebolledo, académico e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Bío Bío (UBB).
Otro punto que también es importante en el análisis de datos es el relacionado con la postergación de la paternidad y maternidad, en Ñuble la edad promedio en la que las parejas tienen su primer hijo es de 25 años.
Pero el cambio en la edad para tener un hijo en Ñuble ha ido aumentando, ya que si en el 2000 la edad era entre los 20a 24 años, esto cambió en el 2014 a entre los 25 a 29 años. Este vuelco se debe a que las mujeres buscan compatibilizar distintos aspectos de su desarrollo personal, postergando el embarazo.
"El retraso de la natalidad es propio de las poblaciones demográficas avanzadas y como Chile está en esa fase reproduce el modelo y Ñuble no puede quedar fuera; por lo tanto, los nacimientos se hacen más tardíos porque el hombre tampoco asume compromisos temprano y la mujer tampoco, porque está esperando estabilizar su economía, ya no existe el vínculo contigo pan y cebolla", dijo Jaime Rebolledo.
Es así como muchas de las variaciones demográficas parten del tema económico, ya que tener más o menos hijos, o postergar la natalidad, es un síntoma del poder adquisitivo que tiene una persona.
"Hay ejemplos de lo que está pasando con respecto de la contracción de la natalidad en el sentido del valor de la educación, ya que las familias prácticamente se programan para tener sus hijos ya que se piensa cómo se van a educar o cómo luego se les pagará la universidad, entonces hay variables económicas muy potentes y un modelo económico que restringe la natalidad. La gente ya no se quiere casar sin tener un lugar donde vivir o tener auto o un bienestar mínimo", analizó el académico de la UBB .
Otro de los registros que también se vieron alterados en la región y que están insertos dentro del análisis de la natalidad, son los nacimientos por estado civil de la madre.
Si en 1990, de los 38.298 nacimientos que habían el 68% eran de madres casadas y 32% de madres solteras, estos registros cambiaron considerablemente en el 2011, cuando ahora un 37% eran de mujeres casadas y 63% de madres solteras.
"El matrimonio es el que ha pasado a ser una variable, que no siendo demográfica significativa, dejó de ser relevante desde un punto de vista de un hecho demográfico. Hasta hace 5 décadas atrás la condición era bastante oculta y la mujer debía tener los hijos en el matrimonio y los hombres eran obligados a casarse en los embarazos precoces; por lo tanto, se daba el nacimiento al interior del matrimonio, y ahora ya no está la estigmatización de la sociedad del nacimiento fuera del matrimonio y es el matrimonio el que se ha hecho inútil. La gente prefiere tener hijos sin casarse", comentó Rebolledo.
Matrimonio en baja
Al igual como cambió el porcentaje que se generó en nacimientos por estado civil de la madre, el matrimonio también dio un vuelco, ya que si en 1930 se registraron en Chile 9 matrimonios por cada mil habitantes, en el 2008 eran apenas algo más de tres. Es así como el registro nacional se traslada a la provincia donde la cantidad de matrimonios se redujo en un 11,2%, desde 2002 al 2014.
A su vez, Ñuble también queda por debajo del promedio regional en la tasa de nupcialidad en el 2014. Si bien Bio Bio acusa 3,8 matrimonios por cada mil habitantes, en la provincia esa cifra queda en 3,2 matrimonios por cada mil habitantes.
"Siempre la perspectiva económica influye en la toma de decisión del matrimonio, pero también si ha disminuido se debe a un tema ideológico, ya que estamos viviendo una época en que los metarelatos se están cayendo. A qué me refiero, a estos grandes constructos que nosotros creíamos como Dios, la Iglesia, incluso la ciencia o hasta los grandes partidos políticos del siglo XX en los cuales se creía y en los que hoy ya no se creen tanto, y reinterpretamos las relaciones que se tiene con cada uno de ellos o por lo que te enseñaron desde pequeño, que ya no voy a la iglesia pero digo que soy católico, ahora reinterpretamos estos metarelatos como que ya no necesito el matrimonio para hacer una familia", explicó el sociólogo Fernando Villegas.
Otro de los fenómenos que se presentan es una disminución de los matrimonios legales y un aumento de las uniones consensuales.
"Antes era primordial tener un matrimonio para tener familia e incluso hoy se puede encontrar matrimonios que no tienen familia, o sea están casados y no quieren tener hijos, entones ya ideológicamente han ido cambiando nuestras percepciones respecto al tema del matrimonio, ya que este no es una obligación. No es un sacramento que antes se tenía que pasar, ya que puedo creer en Dios y no ser parte de una Iglesia y puedo tener mi familia y no casarme", recalcó Fernando Villegas.
En general, existe una clara tendencia a aumentar la edad de los contrayentes, la que en el 2014 para la provincia de Ñuble registró su mayor concentración entre las edades de 25 a 29 años, con un 29% de los matrimonios.
"El retraso de la natalidad es propio de las poblaciones demográficas avanzadas y como Chile está en esa fase reproduce el modelo y Ñuble no puede quedar fuera".
Jaime Rebolledo, Académico e investigador del Depto. de Ciencias Sociales de, la Universidad del Bío Bío."
Postergación del nacimiento del primer hijo
A medida que pasan los años la mujer ha retrasado la decisión de tener su primer hijo y principalmente por aquellas que privilegian su desarrollo profesional por sobre el personal en un primer momento, lo que ha provocado un descenso en la natalidad. Ante este escenario el Gobierno ha entregado intervenciones que apuntan a permitir que la mujer compatibilice su rol familiar con la familia, para de esta forma posibilitar la participación laboral, como los programas orientados a la atención de los menores en sala cuna en su periodo inicial, bono por hijo, extensión del postnatal, bonificación al Ingreso Ético Familiar y el emprendimiento y mujer trabajadora.
5,6% disminución Que registró la provincia de Ñuble entre el 2002 al 2014, según el anuario de estadísticas vitales que entregó el Instituto Nacional de Estadísticas.