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Coihueco bate su récord con Coihuepán de 153 metros

TRADICIÓN. El tradicional choripán, elaborado desde 2012 en la comuna, reunió a cientos de coihuecanos y visitantes.
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Dieciséis metros más que el año pasado midió el Coihuepán de Coihueco, una fiesta impulsada por el alcalde Carlos Chandía que, en su quinta versión, celebrada este 18 de septiembre, llegó a los 153 metros.

Fue la primera autoridad comunal quien dio a conocer la longitud final del Coihuepán, recalcando que la meta para este año era de 150 metros, luego de que el año pasado se llegara a los 137 metros. Conocida la extensión, Chandía dio el vamos al compartir multitudinario que ha caracterizado a esta fiesta.

"Es una enorme satisfacción saber que esta celebración ya es parte de nuestra comuna y que nuestros vecinos la han hecho cada vez más propia. Estamos felices de celebrar masivamente nuestra chilenidad, compartiendo un trozo de choripán, una de las comidas más típicas de Fiestas Patrias", expresó el edil.

La fiesta del Coihuepán estuvo amenizada por el folclor de Surco y Trigal, quienes con canto y baile, animaron a los cientos de asistentes coihuecanos y turistas que concurrieron a la Plaza Juan José San Martín.

La celebración del 18 de septiembre en Coihueco partió cerca de las 10 de la mañana con una ceremonia litúrgica previa al desfile que año a año congrega a estudiantes, instituciones y organizaciones comunitarias locales que rinden honores a Chile en la conmemoración de un nuevo año de la Patria.

Característica en la comuna es la Parada Militar Escolar, que emula la Parada Militar de las Fuerzas Armadas en el Parque O'Higgins. En este contexto, los estudiantes interpretaron la marcha del Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina, Carabineros, la Policía de Investigaciones y los pueblos originarios de Chile, todo al son de las bandas de guerra del Liceo Politécnico Yire y el liceo Claudio Arrau León.

Fonderos reconocen lento movimiento de personas en Parque Ramadero de Av. Brasil

BALANCE. Los dueños de los establecimientos son optimistas y confían que la cantidad de gente aumente.
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La música suena a todo dar en el Parque Ramadero de avenida Brasil, el sonido invita a pasar y tomarse algo, sin embargo, el movimiento de personas "ha sido lento" el primer día de fiestas en comparación con otros años, según los dueños de la Ramadas instaladas.

Aclaran que si bien no es la misma cantidad de gente, no son alarmistas con respecto a la situación, sino todo lo contrario, mantienen el optimismo, esperando llegando al término de las fiestas logren atraer más gente a sus establecimientos.

"Hoy día está empezando a llegar la gente. Ayer (sábado) estuvo lento, regularcito, pero no me puedo preocupar. Nos queda hoy (ayer) y mañana. El sábado como a las 5 fue cuando hubo más personas, pero espero que vengan más", expresó Gladys Saldías, dueña de la ramada La Coqueta.

Juan Márquez, conocido popularmente como Guatón Rana cree que la poca gente se debe a que en el último tiempo han aparecido otras alternativas dentro de Chillán que han traído como consecuencia que el público no se centre en llegar al Parque Ramadero.

"No ha estado como otros años, pero esperamos que mañana (hoy) mejore la venta. Son cosas del momento, porque hay muchos eventos cerca de las ramadas que le van quitando gente a las ramadas", expresa mientras señala hacia el sector de mesas donde solo hay 4 ocupadas. "El año pasado a esta hora estaba lleno de gente almorzando".

Por otro lado Virginia González, dueña de la ramada La Criollita indicó: "No es la afluencia de personas que esperábamos, pero malo tampoco ha estado". Agregó que otro punto que no les ha favorecido es que "nos paran a las 3 de la mañana cuando esto está lleno. Para nosotros es complicado. Deberían tomar en cuenta las horas que perdimos por el tema de la luz".

Así como entraban y se quedaban personas. Otras daban una vuelta y se iban. Sandra Quiroz, quien iba con sus hijos, confesó que "está bien fome el ambiente, así que me voy. Estuve como 20 minutos".

Opiniones variadas

"Las ramadas han estado regulares, pero los precios los veo mucho más bajos que el año pasado, eso es bueno porque pude traer a toda la familia, además porque el año pasado había pura gente borracha, ahora el ambiente más tranquilo", dijo Walter Valenzuela, asistente a la fonda.

"Vengo recién llegado, pero el ambiente no está muy bueno. Esperemos que mejore en un rato más", expresó Manuel Jiménez, otra de las personas que llegó al lugar.

Luego de la situación de pérdidas de alimentos tras la desconexión de la planta de energía, Margarita Briones, dueña de una fritanguería, indicó que no ha venido tanta gente, pero "algo se ha vendido, tuvimos que comprar todo de nuevo. Todavía queda para mejorar".