A casi dos meses desde que el Gobierno Regional diera su aprobación al proyecto Octopus, consistente en el Terminal GNL Penco-Lirquén y la Central El Campesino, y a una oposición manifiesta de tres años de las comunidades de Penco-Lirquén, Tomé, Talcahuano y Bulnes, la coordinadora NO al Proyecto Octopus en la Región del Biobío llamó ayer a sumarse a una movilización social denominada "No Más Zonas de Sacrificio".

Con este objetivo se han organizado dos marchas paralelas, la primera de las cuales se llevará a cabo a las 11:00 horas desde la Gobernación Provincial de Ñuble, en Chillán, y una segunda, a las 17:00 horas, que partirá desde la plaza Perú, en Concepción.

Según manifestaron desde la coordinadora, en este proceso de oposición se han unido comunidades de Chillán, San Ignacio, Pemuco. Ello, "debido a que Octopus, tal como dijimos hace tiempo, abría la posibilidad de la instalación de más termoeléctricas a través del Gasoducto del Pacífico, así como nuevos terminales como el GNL Talcahuano", expresan.

A través de una declaración pública, desde la coordinadora manifestaron que "estos proyectos, sin duda que irían en desmedro de las comunidades de esas comunas, transformándonos en zonas de sacrificio, tal como sucede actualmente en Coronel y Cabrero, lo que nos insta a continuar esta lucha apelando a todas las instancias legales e institucionales para frenarlo".

Movimiento activo

La Coordinadora Intercomunal Contra Octopus, con este tipo de acciones, busca demostrar que el movimiento en oposición sigue vivo, "y que por tanto no cederemos frente a las presiones políticas y económicas que quieren beneficiarse con el negocio energético a costa de las personas sencillas y de comunidades transformadas en zonas de sacrificio".

Si bien nuestra sociedad ha experimentado avances respecto a la integración para quienes tienen capacidades diferentes, aún les resulta difícil acceder a un trabajo impidiéndoles poder disponer de dinero para cubrir tanto sus necesidades, como las de su entorno.

Tomando en consideración dicha problemática es que el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) desarrolló un programa pionero denominado "Microempresa e Inclusión", a través del cual busca fortalecer los emprendimientos de microempresas de personas con discapacidad (física, sensorial, o mental), con la finalidad de disminuir las desigualdades y lograr la integración de este segmento de la población.

Para lograrlo, explicó Claudio Guiñez, director regional del Fosis Bío Bío, se generó una alianza estratégica entre el Gobierno Regional (Gore) y el Fosis, "poniendo a disposición $1.130 millones (más de $230 millones correspondientes a Ñuble) y favorecer a 700 beneficiarios de la región del Bío Bío, pudiendo postular quien tenga algún grado de discapacidad o también aquellos que por cuidar a alguien con capacidades diferentes están impedidos de generar ingresos por atenderlo", detalló la autoridad.

única opción

Conscientes de la importancia que tiene para este importante segmento de la población, es que quienes resultan beneficiados -independiente de recibir hasta el millón de pesos (dependiendo el caso)- son objeto de una asesoría y capacitación con el objetivo de que puedan elaborar un plan de negocios, además de un seguimiento para la puesta en marcha del emprendimiento. "En la mayoría de los casos esta alternativa se transforma en la única posibilidad que han tenido de insertarse al mundo laboral, cuesta generar programas como estos que permitan a las personas con discapacidad aumentar sus ingresos (pensando que la mayoría tiene una pequeña pensión), y a su vez generar recursos a quienes deben cuidarlos", remarcó el director del Fosis Bío Bío.

Agradecida

Una de las 240 favorecidas con este innovador programa es la chillanvejana Sandra Araya. Madre de un niño de ocho años, con discapacidad, postuló con la finalidad de darle un mayor impulso al emprendimiento de pastelería y repostería que le permite generar recursos.

"Estoy muy contenta y agradecida de la oportunidad que nos da el gobierno, pues con el millón de pesos que recibí podré realizar de mejor manera mi actividad, lo que traerá consigo darle una mejor calidad de vida a José Miguel, mi pequeño", sentenció con un dejo de emoción.

Cabe recordar que de las cuatro provincias que conforman la región del Bío Bío, Ñuble es la que tiene más beneficiarios, los que mayoritariamente se desarrollan entre los emprendimientos más escogidos amasanderías, venta de abarrotes, congelados y pequeños quioscos de productos varios.

Pese a ser el primer año en que se pone en marcha el programa Microempresa e Inclusión, la evaluación es más que satisfactoria, razón por la cual ya se piensa en repetirlo el 2017. "Estamos en la fase de reelaboración del proyecto para presentarlo en las instancias que puedan financiarlo, y poder efectuar una segunda parte debido al éxito que ha tenido", precisó el director del Fosis.