El caballo chileno, su historia: características y proyección
El caballo chileno tiene una serie de características que lo transforma en único a nivel mundial.
Es de una inteligencia muy especial, poseedor de una gran mansedumbre, agilidad y de gran valentía, siendo su principal característica la resistencia para afrontar cualquier esfuerzo.
Todo lo anterior quedó plenamente ejemplificado durante la Guerra del Pacífico a finales del Siglo XIX, cuando las tropas chilenas de caballería lograron cruzar sobre estos caballos el desierto de Atacama y posteriormente combatir victoriosamente sobre las alturas de las sierras peruanas.
El caballo chileno es extremadamente rústico, su metabolismo es bajo, es muy sufrido, tiene buen sistema inmunitario y, además, tiene una gran capacidad de recuperación.
En Chile existen más de 7 mil criaderos de caballos chilenos a lo largo del país, de ellos existe una gran cantidad de criaderos pequeños, que no superan una cría anual, existiendo otros criaderos de gran envergadura que tienen varios reproductores, con planteles de hembras que les permite tener una elevada cantidad de crías.
Es importante destacar la calidad y gran labor que realizan los pequeños criaderos, quienes por los bajos recursos disponibles deben realizar un rigurosa selección y que por la baja cantidad de ejemplares, pueden conocer mucho lo que crían y como lo hacen.
Muchos de estos últimos se encuentran en la provincia de Ñuble y los cuales son un verdadero aporte para la práctica del deporte nacional por excelencia.
Uno de los usos principales que actualmente tiene el caballo chileno es el rodeo, también se destinan a la rienda, pruebas ecuestres, rienda internacional, paseos, trabajos en el campo y arreos de ganado a la cordillera, entre otras actividades.
Para poder participar en los rodeos, los caballos deben estar debidamente inscritos en los Registro Genealógicos del caballo chileno de la Sociedad Nacional de Agricultura.