No es muy honroso ni halagador para los varones que el sábado 19 de noviembre se haya recordado el Día Mundial del Retrete y el Día Mundial del Hombre. Aunque se trata de fechas muy serias, aunque algo huele mal en esta coincidencia. En el caso del retrete, cuesta asimilar una estadística oficial de la ONU: 2.400 millones de personas en el mundo carecen de inodoros básicos. Otras 1.000 millones simplemente defecan al aire libre, con las graves consecuencias higiénicas que ello implica. En particular, la amenaza para la salud humana, por la contaminación de tierras agrícolas.
No se trata de ser simplemente sucio o limpio, sino de desarrollo o subdesarrollo, de miseria o pobreza. De allí que no sea difícil entender que las estadísticas negativas se concentren en el continente africano, si bien en países muy pobres, como Haití y otros, también existe. En toda la Tierra mueren diariamente 7.500 personas por malas condiciones sanitarias. Por la misma razón, se pierden US$ 260 millones en producción.
¿Por qué un "día mundial"? Porque se trata de un tema que se vincula simultáneamente con la dignidad, la higiene y la seguridad de la población. Por fortuna y por el esfuerzo de muchos años, en Chile el problema tiene menores dimensiones. Más del 90% de la población cuenta con buenos servicios sanitarios, incluidas las zonas rurales, tema clave en provincias y futura región, como Ñuble.
El inodoro es parte esencial de nuestras vidas. Un estudio norteamericano que leí recientemente comprobó que el hombre pasa 3 años y 136 años de su vida, sentado en él. Algunos, más tiempo, por estreñimiento. Otros, simplemente porque están leyendo el diario, hablando por celular o utilizando las redes sociales en privado. Total, en el W.C. nadie lo debe molestar a uno.
El Día Mundial del Hombre se planteó en 1992 y se consolidó en 1999, por iniciativa de Trinidad y Tobago. A nivel internacional, a partir de 2011. Originalmente, la celebración se concentró en la prevención del cáncer de próstata y del cáncer testicular, grandes amenazas para los varones, presentes también Chile. El primero, es una de las principales causas de mortalidad. Hoy lo hace en promover modelos masculinos positivos, más allá de los "rostros" de TV y de los futbolistas. Asimismo, en realzar la contribución positiva del hombre a la sociedad y su bienestar en salud emocional, física y espiritual. Además, en la discriminación, que también sufren los hombres en algunos campos.
Por mucho que el rol del hombre haya disminuido, no hay que llegar a extremos y dejar que su día mundial coincida con el Día Mundial del Inodoro. ¡Tiren la cadena y cambien la celebración!
Raúl Rojas, Periodista y Académico .