Hablar del caballo chileno, de la responsabilidad en su crianza, del cariño que se le entrega, de esperarlo para verlo correr en los rodeos, es un todo, y al conversar de ello con un hombre amante del caballo inmediatamente se puede ratificar todo lo anterior.
La reciente visita a Pemuco de la Escuadra Ecuestre Palmas de Peñaflor fue propicia ocasión para dialogar con su propietario, Alfredo Moreno Charme, ingeniero, académico, empresario y exministro de Relaciones Exteriores durante el Gobierno del presidente Sebastián Piñera. También, un reconocido amante del caballo chileno.
-¿Qué opina sobre el caballo como Monumento Natural de Chile?
Es un lindo reconocimiento para un caballo que hoy es muy especial, porque sus orígenes se perdieron en Europa, fue reemplazado por otros caballos, buscando mucho más tamaño, otro tipo de habilidades y el caballo que vino a América se fue perdiendo. Además, acá seleccionado por sus cualidades muy particulares que exige el rodeo, velocidad, mansedumbre, docilidad, valentía, que significa tener un caballo de mucha aptitud vaquera. Este caballo hoy es diferente, tiene características que sorprenden a cualquiera y lo hemos comprobado en los diferentes países que hemos estado, recibiendo elogios porque el caballo hace cosas que otros no las hacen. La propia Reina Isabel, que tiene todo tipo de caballos del mundo, nos pidió que le mostráramos en detalle lo que hacían.
-¿Proyección de la crianza en Chile?
Creo que en este momento la crianza está dominada por esto del rodeo, hay un grupo enorme de personas de origen rural, pero muy creciente de origen urbano que ha entrado al rodeo en los últimos veinte años y que se sumó a la gente que tiene esto por tradición. Por ello los rodeos son gigantes y es lo que da la fuerza y genera la demanda por los caballos, eso es lo que manda hoy. Ojalá sea acompañado por otras necesidades del caballo, que sirve para pasear por el campo o silla de patrón, muchos buscan un bonito caballo para ello y que no tienen interés en participar en un rodeo, hay que buscarle sus usos para aprovechar lo que puede hacer.
-Para muchos la crianza del caballo es un sistema de vida familiar, ¿qué opina usted?
Claro, la crianza no es un negocio, es un pésimo negocio, es una cosa en la cual se pone mucho cariño, mucho tiempo, particularmente al caballo chileno para el rodeo. A diferencia de otros caballos, requiere de muchos años de entrenamiento, es carísimo, se parte con un caballo a los tres años y comienza a correr a los siete, o sea hay cuatro años de entrenamiento en los cuales hay gastos y a veces ese caballo corre un rodeo y por una lesión o un resabio deja de correr y se pierden años de trabajo, por una cosa en la cual hay mucho esfuerzo.
Hay una gran convivencia con el caballo, porque es un período muy largo, incluso cuando está en plena competencia hay que seguir manteniéndolo, es distinto a otras disciplinas; por ejemplo, un caballo de carrera comienza a correr a los dos años, el dueño no lo conoce nunca, porque está siempre con el preparador, corre y a los 4 años como máximo ya está afuera de las competencias y se descarta, a menos que sea un producto extraordinario y pase a la reproducción.
Pero el caballo chileno es un estilo de vida, es una convivencia con el caballo.
-Y el rodeo, ¿qué es para usted?
Un deporte que ha tenido el acierto de mantener las tradiciones, el folklore, la vestimenta, la artesanía, no es algo aislado como deporte, tiene además la raíz chilena muy presente, que ha significado poder mantener todo, sin eso no se podría.
-¿Qué opina sobre la transferencia embrionaria en la reproducción?
Me parece una técnica útil, positiva, todo lo que sea mejorar la calidad genética de los caballos es bueno. En eso yo creo que hay que confiar en los criadores, nadie tiene clavada la rueda de la fortuna, incluso aquellos que hicieron grandes aciertos se han equivocado, y eso es una apuesta, llevar un potro a un criadero con la mejor de las expectativas, con la mejor de las esperanzas, pero recién después de muchos años se da cuenta si estuvo acertado o no; no hay una certeza, no es que uno sepa más o menos. Obviamente que las personas que sepan más tendrán una mejor probabilidad, pero nadie le puede asegurar que va a andar bien.
-¿Es bueno acelerar la reproducción?
Creo que es bueno acelerar esos procesos, permite tener una mucho mejor posibilidad. En segundo lugar, está demostrado que las madres son igual que las familias, extraordinariamente importantes, y en este caso las yeguas participan; antiguamente no lo hacían, y el rodeo es un deporte en el cual están muy bien consideradas las hembras, participando plenamente en las competencias, y cuando son muy buenas, son pocas las posibilidades de procrear y sólo lo hacen cuando tienen mucha edad, lo que hace más difícil que se puedan preñar y las condiciones de los hijos no son las más óptimas. Por ello es mejor poder sacarles crías cuando están más jóvenes, lo que permite ver si las apuestas dan resultados o no, y en tercer lugar, aprovechar esas magníficas yeguas, o si no se perderían.