Correo
Arbitrariedades escolares
Señor Director: El actual modelo crítico de educación chileno, funcional sólo a un modelo de sociedad segregadora y excluyente, hace que los sostenedores del modelo -ante la renuncia del Estado al rol de garante de la educación como derecho y no un bien de mercado, y el traspaso de la responsabilidad del educando exclusivamente a los padres, eximiendo de responsabilidad a los establecimientos- mediante Reglamentos Internos regulen a su antojo las normas de convivencia escolar, llegando a extremos de quitar a los padres su calidad de apoderados; en algunos casos dejando en la indefensión a alumnos que se ven involucrados en casos como el que se publica en la página 4 del diario Crónica Chillán de ayer, en un trabajo investigativo del periodista Andrés Mass.
Me consta, siendo testigo presencial que este no es el único caso relacionado a estupefacientes en el Colegio Concepción de Chillán, puesto que hay otro recurso interpuesto en la Corte local el día martes 29, ya que al estar el tema educativo y sus regulaciones fuera de las dependencia e instancias caducas e inservibles del actual Estado, éstas situaciones deben judicializarse, quedando en muchos casos en el archivo o sobreseimiento por falta de pruebas. Juega además aquí la defensa corporativa de los directores y funcionarios de los establecimientos, que en muchos casos por mantener y cuidar la pega deben cambiar testimonios sobre los hechos de los cuales son testigos, pero prima el "buen nombre y prestigio de la institución" por sobre el derecho transgredido a los alumnos. Además menores de edad, muchos sometidos a presión y miedo ante la gravedad de estos hechos, deben inculparse muchas veces para aliviar una verdadera tortura psicológica que padecen al verse involucrados en hechos en los que caen muchas veces por curiosidad o por la mala educación, y valores que también allí debieran entregarse aparte del hogar.
La situación es compleja en este establecimiento, existen precedentes de investigaciones anteriores, donde incluso ha estado involucrada la PDI y que a la postre no prosperan por falta de pruebas, dado que muchos procedimientos y tecnicismos hacen exigible que se encuentre una buena cantidad de droga como elemento de prueba que supere las testimoniales.
Difícil esperar de las actuales autoridades, principalmente políticas, busquen un cambio de fondo real a los problemas que atraviesa nuestro sistema educativo, el que está en manos de todos, menos en un Estado que vele por los reales intereses de la educación.
Enrique Edis Jara Rivera.
Migraciones vecinales
Señor Director: Seguro me llegarán improperios, por lo que expreso, pero debo hacerlo después de leer estadísticas serias de los porcentajes de inmigraciones de los países vecinales y los porcentajes de asentamiento de sus inmigrantes en las regiones del país. Perú figura con un 32%, Bolivia con 11% y de estos porcentajes la mayoría de inmigrados están aposentados en Arica, Iquique y Antofagasta. Basta saber las pretensiones de recuperación de tierras perdidas por Perú y Bolivia, demostrado con continuas demandas internacionales, para darse cuenta que de alguna manera estas migraciones incontroladas vienen a ser una invasión pacífica de los territorios, que en caso, Dios no quiera de un conflicto, afectarán a una buena marcha de las acciones correspondientes. Poniéndome el sayo por anticipado, lo anterior no tiene un fin xenofóbico inmisericorde sino mostrar que la obsoleta ley de inmigraciones debe rectificarse a la brevedad posible para un control de aquellos que desean vivir legalmente en Chile.
Marcos Concha Valencia.
Iglesia y SIDA
Señor Director: En el día internacional de la prevención del SIDA, me parece necesario recordar que, en los inicios de esta pandemia, que ha matado a millones de personas y por la que aún mueren jóvenes y adultos, mucha gente sintió temor ante un posible contagio.
Por esta razón, la labor de la Iglesia en el cuidado de enfermos de SIDA, ha sido fundamental en las últimas décadas, liderando la labor humanitaria, especialmente, en África.
La oficina para el SIDA de la Conferencia Episcopal africana, hoy coordina a más de 150 programas en la región que trabajan en la prevención y tratamiento de esta enfermedad. No hay ninguna otra organización que haya tenido mayor contacto con las comunidades africanas contagiadas. La Iglesia juega un rol vital en expandir la ayuda contra este mal, educando, realizando exámenes, apoyando psicológica y espiritualmente, trabajando en las comunidades para evitar la discriminación y estigmatización, cuidando de aquellos que ya están infectados, ayudándolos a resolver cómo vivir positivamente con la enfermedad, entre otras cosas.
En Chile, ha sucedido lo mismo. Fue el sacerdote Baldo Santi quien, en 1986, comenzó a asistir a los enfermos que esperaban la muerte y luego fundó, en 1997, la Clínica Familia para acoger a los más graves y ayudarlos a vivir con dignidad sus últimos días.
Carolina García, Vocera de Voces Católicas.