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Escasez hídrica en la provincia se asemeja a sequía vivida el año 1998

PROVINCIA. El déficit de precipitaciones y disponibilidad del recurso hídrico en la zona podría afectar fuertemente la demanda de agua para riego y consumo humano.
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Marcelo Arroyo L.

Los números son parecidos, pero sus efectos están por verse. La actual escasez hídrica empieza a asemejarse a la crisis vivida en la temporada 1998-1999, cuando el país enfrentó una sequía en gran parte de su territorio nacional y que causó problemas en la generación energía eléctrica. Por ahora la preocupación viene del sector agrícola, y de 21.883 personas de la provincia que registra la Onemi regional con problemas de abastecimiento de agua potable.

"Estamos a una situación similar a la del año 1998, lo que implica que van a tener que extremar algunas medidas los actores público-privado en el corto plazo", sostiene el director regional de Aguas, César Saavedra.

Según el pronóstico de disponibilidad hídrica 2016-2017 de la DGA, la zona comprendida entre la VII y VIII región es la más afectada por la falta de precipitaciones, con volúmenes estimados en un 55% de sus promedios para la temporada (septiembre-marzo), lo que implica una situación más desfavorable que el año anterior, en que se tuvieron volúmenes equivalentes a un 90% del promedio.

"Los ríos Maule y Ñuble tienen el peor pronóstico y se esperan caudales similares a los escurridos en la temporada 2012-2013, la más seca de los últimos 15 años, por lo que el riego tendrá limitaciones importantes", señala Saavedra.

Con respecto a los principales embalses, en la zona Centro-Sur las perspectivas son diferentes a las otras zonas, ya que de los grandes embalses de regulación interanual, sólo La Laguna del Maule presenta un volumen almacenado algo mayor que el año pasado, mientras Colbún, Ralco y Lago Laja empiezan la temporada de deshielo con almacenamientos menores.

En conjunto, estos cuatro embalses presentan un volumen menor (-14%) con respecto al año pasado y con caudales esta vez menores debieran disponer en marzo próximo de menos recursos hídricos que en marzo de 2016.

Río Chillán

Para el asesor de la Junta de Vigilancia del Río Chillán, Carlos Leiva, el actual déficit promedio de precipitación para Chillán es de 55%. El profesional explica que, considerando el promedio de las Estaciones Meteorológicas de Chillán (Aeródromo) y Chillán Viejo (Dirección General de Aguas), se muestra que técnicamente sería similar al déficit de precipitación histórico del año 1998 y que fue de 54,5%.

"Sobre el río Chillán, en este instante registran caudales promedio de 5,0 metros cúbicos/segundo, los cual arroja un valor de la alícuota de 3,6 litros/segundo. Estos valores son similares a los registrados durante la semana del 9 al 15 de febrero de este año", indicó ingeniero civil agrícola.

Carlos Leiva agrega que en este instante se encuentran funcionando un 95% aproximadamente de todos los canales del río Chillán. Falta que entren en operación los canales El Patagual y El Rosal.

"De acuerdo al comportamiento observado en el río, se estima posible que en febrero éste se encuentre técnicamente seco, es decir, que el nivel de agua sea tan bajo que no alcance a tener la suficiente fuerza para ingresar a los canales", señala el asesor de la Junta de Vigilancia del Río Chillán.

Río Ñuble

A su vez, en el Boletín Nº 06 emitido ayer por la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, las variables registradas en las estaciones meteorológicas de INIA Santa Rosa y CE Arroz San Carlos, entre agosto y septiembre, muestran que han sido los meses con mayor déficit en comparación con el 2015, y al registro histórico desde su puesta en marcha en el caso de Santa Rosa.

Respecto a los caudales medios mensuales registrados en la presentan temporada, el ingeniero asesor de esa entidad, Salvador Salgado, indicó que en el río Ñuble existe un déficit del 58% de los volúmenes disponibles en relación a un año normal, según los promedios históricos medidos sobre el mismo río.

"El pronóstico de disponibilidad de agua para la temporada de riego 2016-2017 de la DGA señala que la disponibilidad estará por debajo la curva de caudales con una probabilidad del 85% de excedencia, situación que bajo nuestra experiencia podría ser incluso más crítica", indicó.

Un ejemplo decidor es que en noviembre la variación respecto a lo pronosticado fue de un 53% de déficit, mientras que se pronosticó para ese mes 90 (m3/s) y sólo se tuvo disponible 42.9 (m3/s).

Salgado dice que se confirma la impresión respecto que la presente temporada de riego se enfrenta con una disponibilidad del recurso hídrico crítica, los registros de monitoreo de caudales y precipitación se acercan fuertemente a los mínimos registrados desde el año 1983 a la fecha, incluso a las grandes sequías de la décadas de los 60 y 90.

"El caudal disponible sobre el río Ñuble al 7 de diciembre corresponde al caudal que se tuvo disponible el 20 de enero de la temporada recién pasada (2015-2016), cuando el río presenta sus mayores periodos de crisis respecto de la demanda en la zona, y siendo la temporada 2015-2016 ya una temporada compleja en materia de disponibilidad", precisó.

Abastecimiento

El subgerente zonal Essbio Ñuble, Roberto Riva, indicó que la empresa posee un equipo destinado a realizar evaluaciones de disponibilidad de agua en las distintas temporadas del año.

"Se busca determinar las proyecciones de disponibilidad hídrica futura, y con esto, los proyectos de mejora, mantención y construcción de nuevas fuentes para poder abastecer la demanda de nuestros clientes. De esta forma nos vamos anticipando a los problemas que se puedan ir presentando en los acuíferos o cauces de fuentes superficiales", explicó.

Riva dice que es así como se han desarrollado proyectos de mantención de pozos en las localidades de Bulnes, Chillán, Los Ángeles, San Carlos, Ñipas, entre otras; que permitirán fortalecer la capacidad productiva de las fuentes de Essbio para mantenerlos siempre en el estado más eficiente. Los montos de inversión asociados a estos trabajos superan los $90 millones.

Riva agregó que para hacer frente al déficit hídrico y para satisfacer el aumento de demanda de agua potable por la incorporación de nuevas poblaciones, nos encontramos en ejecución de nuevas fuentes de captación de aguas subterráneas en Chillán, Santa Clara y Coihueco, con una inversión que supera los mil millones de pesos.

"Estamos a una situación similar a la del año 1998, lo que implica que se van a tener que extremar algunas medidas los actores público-privado en el corto plazo".

César Saavedra, Director regional de Aguas"

Alianza público - privada

El subgerente zonal Essbio Ñuble dice que están conscientes de los problemas de escasez que se están registrando en los sectores rurales de la región, por lo que se han sostenido reuniones de trabajo con la Intendencia, la Dirección General de Aguas, la Onemi y Municipalidades para generar una alianza que permita resolver los problemas de escasez que afectan esas zonas. "Ese trabajo consiste principalmente en entregar agua a granel a los camiones aljibe dispuestos por la Intendencia regional, mientras se ejecutan los proyectos de mejora que se tienen considerados", indica Roberto Riva.

Precipitaciones mensual acumulada de Chillán

487.2 milímetros de precipitaciones registra la zona, un 55% menos que un promedio normal (1085.1 mm a la fecha), de acuerdo a la Dirección Meteorológica de Chile.

58% es el déficit de los volúmenes disponible en relación a un año normal, según los promedios históricos medidos sobre el río Ñuble, según la Junta de Vigilancia.