Valeria Barahona
Este año comenzó a regir en Francia el derecho a desconectarse fuera del horario de trabajo, normativa legal que obliga a las grandes empresas de ese país a regular la utilización de las diferentes tecnologías de la comunicación, es decir, llamadas, mensajería y correos electrónicos para garantizar el respeto del tiempo de descanso.
Ejercicio
El Ejecutivo francés estableció que la ejecución de la ley será mediante la negociación entre las partes, de forma que en las compañías de más de 50 empleados, la gerencia y los representantes de los trabajadores tendrán que llegar a un acuerdo válido por uno o más años.
El objetivo es fijar las "modalidades del pleno ejercicio del derecho del asalariado a la desconexión", así como "la puesta en marcha por la empresa de dispositivos de regulación de la utilización de herramientas digitales", señala la norma.
De no alcanzarse un compromiso, será el empresario quien redacte las reglas.
Sin apagar el celular
En cualquier caso, la ley no implica la obligación de apagar el celular de la empresa al finalizar la jornada laboral, ni tampoco cerrar el servidor para el envío de correos profesionales a partir de una determinada hora, sino que se limita a abrir la puerta a una regulación, en principio consensuada, y en función de las necesidades productivas de cada empresa.
Algunas firmas incluso se adelantaron a la entrada en vigencia de la ley y, por ejemplo, la operadora telefónica Orange desde septiembre pide a sus empleados que establezcan tiempos de no utilización de mensajería electrónica, en particular durante las reuniones para facilitar la concentración.
De igual forma, el fabricante de neumáticos Michelin comenzó a ejercer "un control de las conexiones a distancia" de sus directivos que trabajan en terreno, cuyo silencio virtual rige entre las nueve de la noche y las siete de la mañana en los días laborables, y los fines de semana desde las nueve de la noche de los viernes, hasta las siete de la mañana de los lunes.
Salud
La normativa conocida en Francia como Ley El Khomri, por el apellido de la ministra de Trabajo (Myriam El Khomri) que la promovió, se justifica al considerar que las tecnologías de la comunicación "si están mal controladas, pueden tener un impacto para la salud de los asalariados".
Según un estudio publicado durante octubre en Francia, el 3% de los trabajadores continúan usando sus herramientas digitales profesionales fuera del horario de trabajo, y el 62% estaban a favor de una regulación.
Internet y la mente
El académico estadounidense Nicholas Carr es autor del libro "¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?", considera a la mensajería instantánea como una de las principales amenazas de la creatividad, a raíz de que la multitarea "no es una forma eficiente de hacer las cosas", ya que se realizan "más errores" por la tendencia de hacer las cosas a mayor velocidad y sin demasiada atención.
Por estas razones, Carr recomienda tratar "de equilibrar el tiempo offline y el online".
Polémica
A pesar del apoyo popular, la Ley El Khomri generó un enfrentamiento en el Parlamento, entre el Gobierno y una parte de los sectores de izquierda de ese país. Sin embargo, la polémica no venía por el derecho a desconectarse, que no trajo controversia, sino por la introducción de un cambio en la negociación colectiva, al dar primacía a los acuerdos dentro de la empresa sobre los convenios sectoriales.
Insomnio tecnológico
Un estudio publicado en PNAS (Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU.), señaló que los dispositivos que emiten luz para la lectura, la comunicación y el entretenimiento, al ser usados antes de dormir no solo reducen la melatonina (hormona que regula el reloj biológico), sino que también retrasan el ritmo circadiano, retrasan el sueño REM (donde se produce la ensoñación) y reducen el estado de alerta al despertar.
de los empleados en Francia continúa usando sus herramientas digitales para fines profesionales fuera del horario de trabajo. 3%
de cada viernes es el límite que estableció la marca Michelin para contactar a sus empleados durante la semana. 21 horas