Esteban Carrasco es un entrenador de tenis de mesa que durante los últimos años se caracteriza por triunfos no sólo con los deportistas convencionales, sino que también con aquellos con capacidades especiales.
El fonoaudiólogo de profesión y de un largo pasado como jugador en sus años como escolar, realizó una serie de estudios para respaldar sus facultades con los tenimesistas con capacidades distintas.
Sin embargo, no sólo los estudios permiten asegurar el éxito, también hay características personales que llevan al triunfo. "Soy un entrenador asistencialista porque estoy preocupado todos los días de mis alumnos, es una característica que tengo, no sé si será buena o mala, pero es una fórmula que me ha funcionado", dijo.
"Hay que ser muy cuidadoso con el aspecto sicológico, muchas veces han tenido barreras y, por lo tanto, tienen muchos mecanismos de defensa y hay que ser muy cuidadosos en el trato, también hay que motivarlos bastante y estar muy pendiente de sus necesidades", agregó sobre la metodología de trabajo.
"Lo principal es estar bien comprometido con el jugador y también contar con el apoyo de la familia, todo va de la mano, muchas veces necesitamos del apoyo de los padres, por ejemplo, los jugadores que compiten en silla de ruedas y que viajan conmigo cinco a seis veces en el año, tienen que ir acompañados por los papás porque tienen que ayudarlos en sus diferentes necesidades y para trasladarlos muchas veces hay que tomarlos en brazo", detalló el entrenador de Matías Chandía, número uno en juvenil en silla de ruedas
El trabajo de Carrasco cuenta con el respaldo de la Universidad del Bío Bío y la Municipalidad de Chillán, lo cual le permite desarrollar una labor estructurada. "Tenemos un sistema en el cual entrenamos dos días a la semana en la Municipalidad y en el cuarto piso del estadio, con eso sumamos cerca de cuatro a seis horas a la semana y en las cuales trabajamos con los paralímpicos recreativos y los competitivos y los que tienen un nivel de alto rendimiento entrenan en la Universidad del Bío Bío en el campus Fernando May en el gimnasio multitaller, hay jugadores que dentro de la carga semanal pueden entrenar cinco a seis veces a la semana".
Sobre su proceso de especialización detalló que "sigo siendo entrenador convencional, estoy a cargo de algunas categorías de formación y de las juveniles, pero también me atrajo el área paralímpica ya que el 2013 me contaron que se iba a formar un proyecto en Chillán a través de la Municipalidad como es la Agrupación de Atletas Especiales, Adaes, se enteraron que era un entrenador destacado, más mi labor como fonoaudiólogo, hicieron una relación de ambas cosas y pensaron que me podía desarrollar de mejor manera con los niños con discapacidad".
"En el 2014 hice un diplomado en actividad física para personas con discapacidad motriz, sensorial y motora y adquirí todas las herramientas y me comencé a comunicar con profesores y gente ligada al Comité Paralímpico, de la Teletón y el Instituto Nacional de Rehabilitación".
Carrasco, destaca el talento que existe en Chillán y sólo hay que potenciarlo de manera sistemática.
Uno de los hitos de Carrasco
Roberto Campos Hernández, se quedó con el primer lugar en el "Campeonato Nacional de Tenis de Mesa de Sordos", organizado por la Federación Deportiva Nacional de Sordos de Chile Fedenas. En el torneo participaron los 32 mejores jugadores Sordos del país. Con este resultado, el estudiante de la Universidad del Bío y miembro de Adaes, junto a su entrenador, Esteban Carrasco, consiguieron los pasajes para representar a Chile en los Juegos Olímpicos de Sordos, denominados, Sordolímpiadas y que se realizarán en Turquía en junio de 2017.