"Esto no sólo es una compensación, sino también un plan estratégico para la futura región de Ñuble"
Manuel Pino, — Alcalde de Ñiquén.
"Si una mujer hubiese grabado a un oficial de la Armada, yo creo que estaría fuera hace rato de la institución"
Loreto Carvajal, Diputada PPD, por escándalo de espionaje en la Armada.
Mas de 12 hectáreas resultaron consumidas las llamas en Ñuble, producto de cinco incendios forestales que se produjeron en las comunas de Cobquecura, San Nicolás, Coihueco, Quillón y el más extenso, que ocurrió en la Ruta N 59, que une a Chillán con Yungay, en el sector de Las Lajuelas, donde el fuego arrasó con 5 hectáreas.
Desde este fin de semana el Bioparque de Quillón cuenta con un nuevo integrante. Se trata de "El Volcán", felino de 10 años que durante toda su vida, acompañó al empresario Circense, Andrés Rebeco Sarabia, quien decidió llevarlo hasta el predio de la Fundación para la Protección de la Vida Silvestre, en la ruta a Cerro Negro.
Una muestra de solidaridad realizaron cerca de 40 personas a las afueras del Servicio de Urgencias del Hospital Herminda Martín de Chillán. Niños y
adultos se reunieron para manifestarse por la muerte de la pequeña Xiomara Moya, la bebé de 11 meses que falleció en extrañas circunstancias al interior del recinto hospitalario.
A fines de diciembre pasado, la Agencia de Calidad de la Educación dio a conocer a los sostenedores de los establecimientos educacionales de enseñanza básica de todo el país los resultados de la medición en la Categoría de Desempeño, indicador a partir del cual se coordinan y priorizan los esfuerzos del Estado para la mejora de la calidad de todas las escuelas.
Esta medición comenzó a ser aplicada desde el año 2014, pero hasta el año pasado como marcha blanca a la educación básica, lo que permitió ir mejorando algunas falencias detectadas en el plan de Aseguramiento de la Calidad. A partir de este año se inicia la marcha blanca para los recintos de educación media, que comenzará a regir oficialmente en 2018. De acuerdo a los resultados 2016 en la Categoría de Desempeño se determinó que el 15,7% de los establecimientos de enseñanza básica del país se ubican en un nivel Alto, el 48,6% en un nivel Medio, el 24,7% en un nivel Medio bajo y un 11% en el nivel Insuficiente.
En el desglose por regiones, en el Bío Bío los resultados de este indicador resultan mucho más alentadores, por cuanto un 18% de los establecimientos quedó en el nivel Alto y un 56% en el nivel Medio, mientras que un 21% cayó al nivel Medio bajo y sólo un 4% en el nivel Insuficiente. De esta manera, la región quedó en la quinta posición de las regiones con mayor desempeño Alto, que lidera El Maule con un 27%.
La misma medición determinó que los establecimientos con alumnos más vulnerables tuvieron resultados inferiores, por tanto así como ha venido ocurriendo con pruebas como el Simce o la PSU, las características socioeconómicas sí establecen una brecha que es necesario acortar con medidas concretas. Desde la Agencia de Calidad de la Educación reconocen por tanto que sus gabinetes regionales deberán realizar planes especiales para las regiones que enfrentan desafíos mayores a este respecto.
Cabe considerar que la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación establece como consecuencias para los establecimientos que se encuentren cinco años consecutivos en la categoría Insuficiente la pérdida de su reconocimiento oficial. Los colegios que estén en este nivel serán visitados cada dos años por la Agencia con tal de evaluar, orientar y proyectar un proceso de diagnóstico y mejora de las prácticas de las escuelas. De esta manera, con el foco puesto en asegurar la permanente calidad del sistema, se busca poder cambiar los paradigmas que hoy aquejan a la educación en su conjunto, tomando ejemplos de las mejores prácticas educativas para replicarlas en los sistemas más vulnerables.
Si se tratara de parafrasear a Gabriel García Márquez, bien podría decirse que el pavoroso siniestro de Valparaíso el lunes último fue la "Crónica de un incendio anunciado". Todos sabían que iba a suceder. Pero muy pocos hicieron algo para prevenirlo. Entre estos últimos, bomberos del puerto que, hace bastante tiempo ya, advirtieron sobre el peligro, y nadie les hizo caso.
Cuando en 2014 se produjo el enorme incendio en los cerros, que esa vez afectó a por lo menos diez mil personas, todos alzaron sus voces: el gobierno, los parlamentarios, las autoridades municipales, etcétera. El clamor general fue: "¡Esto no puede ocurrir nunca más". Pero sucedió. Las ocupaciones y construcciones ilegales en terreno de alto peligro continuaron. Las vías de acceso siguieron siendo estrechas. Las quebradas, tradicionales botaderos de basuras, mantuvieron su condición. Se instalaron algunos grifos callejeros, pero con poca o cero presión. En fin, se hizo todo lo que no se debía hacer.
Los "redentores del pueblo", que en Chile abusan, hicieron gala de su retórica y su más populista oratoria. Anunciaron recursos para "construir en lugares nuevos y seguros, con mejores materiales". Expresaron preocupación por las vidas humanas, "denunciaron" a granel y al por mayor, anticiparon proyectos de ley. Recordaron que Valparaíso es patrimonio de la humanidad, etcétera. Lograron titulares de primera página en los diarios y minutos preferentes en los principales canales de TV.
¿Y qué viene ahora? Lo de siempre. Colegios habilitados como centros de acogida de emergencia, repartición de colchonetas, llamados a los particulares a ayudar. O sea, sin novedad en el frente, igual que el título de la novela de Erich María Remarque. ¿Qué más viene? Una competencia de anuncios sobre rápida y pronta ayuda para ayudar a la recuperación de los damnificados, maratón de proyectos de ley para que "esto no vuelva a suceder".
Y, por último, un vaticinio, no precisamente optimista: la gente, los pobres, volverán dónde estaban. Levantarán sus "ranchas" con sangre, sudor y lágrimas y pronto serán olvidados, como lo fueron las familias de 2014, como lo han sido cientos de miles de chilenos que han sufrido tragedias similares. Más allá del espectáculo pirotécnico en el mar, lo que sucedió en Valparaíso fue realmente un infeliz Año Nuevo, con un dolor que el fuerte viento esparció más allá de los cerros y alcanzó nivel nacional. Los que sufrieron directamente ya tienen una certeza: las viviendas, sus camas, sus muebles, sus modestos televisores, el alcantarillado, en fin, todo lo que es normal, no reconstruye con anuncios.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.