Más allá de la importancia del triunfo, a la hora del análisis la victoria ante Valdivia junto con el tema numérico deja puntos a favor, que hacen ver de manera auspiciosa el futuro de los Diablos Rojos en el torneo.

En primer lugar, se rompió con cuatro meses en que el equipo no pudo ganar en condición de local. En segundo término, mejoró notablemente su poder de concreción frente al arco rival, lo que se tradujo que en el partido frente a los del Torreón los dirigidos de Pablo Abraham anotaron un tercio de toda su producción en el anterior certamen.

Otro aspecto a considerar, tiene que ver con el equilibrio que ha alcanzado el equipo. Durante la primera parte, era un elenco bien estructurado en la defensa, pero de tres cuartos de cancha hacia adelante, carecía de la chispa y las variantes para sorprender a los rivales. En definitiva su juego se transformaba en algo predecible para sus rivales.

Refuerzos aprobaron

Al natural proceso de maduración que vivieron gran parte del plantel, hay que reconocer el mérito al momento de elegir las nuevas contrataciones por parte del técnico Pablo Abraham, que ante Valdivia demostraron que pueden marcar una diferencia.

José Loncón demostró dinámica y buscó permanentemente asociarse con sus compañeros, lo que coronó con el segundo gol del Rojo, en momentos que los del Calle Calle jugaban mejor sobre el césped del Nelson Oyarzún. "El rival jugó bien, pero nosotros tenemos muy buenos jugadores, y si seguimos así, va a costar que nos ganen", precisó.

Junto con valorar el funcionamiento del equipo, Loncón destacó el aporte de Sebastián Páez. "El ingreso de Sebastián en el medio nos entregó más fútbol, lo que fue importante ya que estábamos enfrentando un elenco de buen pie", sentenció el ex Curicó Unido.

Aunque no convirtió, el debut del guatemalteco Minor López fue más que auspicioso. Gracias a un importante despliegue físico, el delantero se transformó en el primer defensa del equipo, presionando a los jugadores visitantes. Pese a su falta de fútbol, también piso el área contraria, participando en la jugada que culminó con la tercera diana chillaneja anotada por Sebastián Páez.

"El juego que hizo el equipo me acomodó, me ayudaron bastante, aunque todavía me falta ritmo y una mayor adaptación. No obstante, faltan muchas cosas que mejorar. Me voy cansado, pero contento porque me sentí bien físicamente, con esto queda demostrado que no tengo nada de lo que se especuló", sentenció el jugador guatemalteco.

Ratificación

De los tres refuerzos, el de mejor rendimiento desde su llegada a Chillán, es el delantero Gaspar Páez. El ex Magallanes destacó en los encuentros amistosos, rendimiento que ha ratificado en los dos encuentros que ha jugado en el torneo.

Con Valdivia Páez fue constante agente ofensivo por la banda derecha, a través de la cual generó peligro. También fue partícipe del juego asociado del equipo. De hecho, una combinación con Sebastián Páez, lo dejó solo en el área valdiviana, y en momentos que eludía al arquero para anotar, fue derribado, penal que transformó en el cuarto gol Eduardo Vilches.

"Fue un poco complicado al principio, porque ellos tenían bastante la pelota, estaba muy difícil jugar a ras de piso porque la cancha estaba en mal estado. Sin embargo, pudimos ganar a un rival directo en la parte baja de la tabla de posiciones", puntualizó.

Y agregó: "Después del uno a uno, nos asustamos pensamos que se nos venía Valdivia. Sin embargo convertimos el segundo gol y lo liquidamos en el segundo tiempo", reflexionó el trasandino.