En estos días Chile ha vivido la peor devastación en términos de incendios forestales incontrolables y ha demostrado la inmensa nobleza de su comunidad que, aun sin contar con las técnicas y herramientas correctas, ha ayudado a combatir a la "bestia", como le llaman en la jerga bomberil.
Gracias a los medios de comunicación y a las redes sociales hemos sido testigos de ejemplificadoras muestras de valor y de colaboración, pero también hemos visto como el dramático escenario ha dado pie a infértiles discusiones políticas y a aprovechamiento de imagen. Entonces nos preguntamos, ¿qué nos preocupa más?, ¿un político que busca figurar o destruir la imagen de su contrario, o nos interesa conocer qué estamos haciendo como país para apagar los incendios que ya llevan miles y miles de hectáreas destruidas?
Para variar estamos actuando tarde o sobre la marcha. A esta altura, conociendo que el verano es una potencial fecha de desarrollo de incendios forestales, no podemos estar actuando sobre la marcha y pidiéndole a la población que tenga conciencia sobre los desechos y la basura que deja en las zonas donde anda de paso. No perdamos el foco con tonterías de la política, nos preocupamos tarde de inculcar valores ecológicos, respeto por el medio ambiente y conciencia del daño.
Los incendios no se apagan con dimes y diretes en los medios de comunicación ni con fotografías de aportes básicos a los valientes bomberos. Los incendios se apagan con gestión, con acciones, con trabajo; y lo mejor, los incendios se evitan con educación, esa educación medioambiental que los jóvenes y adultos debieran tener desde su niñez. Como ciudadanos debemos tener la capacidad para separar intereses y velar por el bien mayor. No nos prestemos para hacer crecer a ese fantasma del juego comunicacional político. Nuestras autoridades han hecho lo humanamente posible para combatir los focos de fuego. Con esto nos estamos diciendo que el trabajo ha sido el correcto, porque sin duda falta gestión, pero estemos conscientes de que cada cual ha hecho lo mejor posible desde su conocimiento, técnica y experiencia para contrarrestar el drama que afecta simultáneamente a tantas zonas de nuestro país.
Y lo más importante de todo: no perdamos el foco. No nos dejemos llevar por opiniones pasionales o viscerales despreocupándonos de lo que realmente importa, es decir, de la gente que sufre, de la gente que ha perdido todo y de los que están cercanos a perderlo todo. Pensemos humanamente y si es tarde para generar educación, entonces comprometámonos a colaborar con lo que podamos.
Reinaldo Espinoza Director de la Cámara de Comercio de Chillán.