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Imputados por incendios de Bulnes y Pinto quedaron en libertad

EMERGENCIA. Dos jóvenes universitarios fueron formalizados por el Ministerio Público por infracción a la ley de bosques, al igual que un adulto mayor por el otro siniestro de Pinto.
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Rodrigo Norambuena F.

En Bulnes y en Chillán se realizaron audiencias de control de detención para formalizar a los presuntos autores de los incendios provocados en Rinconada- Libuy, del fin de semana, y el de Pinto que ocurrió la tarde del miércoles pasado.

En ambas audiencias, la Fiscalía les imputó haber actuado con imprudencia y negligencia, por lo que se les formalizó por infracción a la ley de bosques y quedaron en libertad, aunque se les aplicó las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional.

Desde la Fiscalía se detalló que en la tarde del miércoles fue detenido Sergio Enrique Osorio San Martín, de 63 años, como presunto responsable de un incendio forestal que afectó a cerca de 20 hectáreas en la comuna de Pinto.

Según el Ministerio Público, el fuego se inició cuando esta persona manipulaba un equipo de soldadura, por lo que una de las chispas emanadas de la herramienta habría originado el siniestro que afectó cultivos y algunos árboles.

El imputado por este incendio pasó ayer a control de detención en el Juzgado de Garantía de Chillán, donde fue formalizado por la ley de bosques y quedó con las cautelares mínimas, mientras que para la investigación se dio un plazo de tres meses.

Incendio de Rinconada

Dos jóvenes universitarios con domicilio en Hualpén fueron detenidos a las 13 horas del miércoles por Carabineros de Bulnes como causantes del incendio de Rinconada de Palpal, en Santa Clara.

A Víctor Miguel Becerra Robles, de 24 años, y Mauricio Alejandro Novoa Díaz, de 25, el Ministerio Público los formalizó ayer por infracción al artículo 22 de la ley de bosques.

En la audiencia, el Ministerio Publico destacó como elemento a considerar que Becerra y Novoa siempre prestaron colaboración para esclarecer los hechos. En las declaraciones que realizaron la fiscalía siempre asumieron el error que cometieron y recalcaron que su fin era poder limpiar una zarzamora.

Según antecedentes evacuados en audiencia de formalización de cargos por el fiscal Pablo Acevedo, los dos imputados se encontraban realizando labores de faenas agrícolas en el sector, cuando tomaron la mala decisión de prender fuego a un matorral.

Según el relato del fiscal Pablo Acevedo, los jóvenes empezaron a pedir ayuda después de darse cuenta que no controlaban el fuego, trataron de apagarlo echándole tierra con palas, pero no pudieron evitar la propagación de las llamas que se expandieron en distintas direcciones, animadas por los fuertes vientos del jueves 19 de enero, fecha en que se inició el hecho. El siniestro abarcó 15 kilómetros y duró un par de días, afectando a sectores como Santa Clara, Santa Elena y Libuy.

El Ministerio Público expreso que la decisión que causó los trágicos hechos fue cuando Becerra y Novoa estaban en una parcela de agrado de su familia y estaban realizando una delimitación del terreno, para lo cual iban a instalar unos polines para posteriormente colocar una reja. Pero en un sector se dieron cuenta que una Rosa Mosqueta les impedía poder continuar con su labor.

Asimismo, el fiscal precisó que los jóvenes empezaron a tratar sacar el matorral con palas y con elementos de corte, pero apreciaron que no avanzaban en su labor. En ese momento, Víctor Becerra le dice a su compañero de faenas que había que reducir esa planta a través del fuego, algo a lo que Mauricio Novoa en un principio se opuso, aunque al final habría apoyado a su amigo.

Según la confesión de los imputados a la fiscalía, los jóvenes rociaron con gasolina unas ramas de la planta y uno de ellos con un soplete prendió un palo y lo tiró a esas ramas, lo que generó una combustión muy potente de la cual nunca pudieron tener el control.

Tras los hechos decidieron pedir ayuda a bomberos, carabineros y vecinos del lugar, que los ayudaron para tratar de calmar las llamas, tarea que fue infructuosa. Según el relato de vecinos, los jóvenes en todo momento se mostraron arrepentidos por lo que sus faenas habían provocado al entorno y nunca dimensionaron el daño que esto iba a ocasionar.

Cabe recordar que el siniestro provocó pérdidas materiales cuantificadas por la fiscalía en $1.800 millones, principalmente por daños en los sectores de Santa Elena y Libuy de la comuna de Bulnes.

La magistrada Claudia Aguayo Dolmestch dejó claro que se pudo acreditar la infracción al artículo 22 de la Ley de Bosques y además de la participación de los dos jóvenes en los hechos, ya que en todas sus declaraciones y relatos reconocieron la autoría en los hechos.

Como los universitarios contaban con la atenuante de tener irreprochable conducta anterior, las medidas cautelares fueron las mínimas. También en esta causa se determinó un plazo de la investigación de tres meses.

Sobre las medidas cautelares que recibieron los dos imputados, la magistrada consideró que eran las necesarias para realizar con éxito la investigación. La firma mensual la realizarán en la Cuarta Comisaría de Carabineros más cercana a su domicilio, en Hualpén.

Reacciones

Esta formalización generó una gran expectación por parte de los medios de prensa, que esperaban conocer cuál sería el destino judicial de estos jóvenes.

De hecho, cuando se informó que las medidas cautelares puestas para los universitarios no los privaría de su libertad, la atención se centró en la salida de los jóvenes desde el tribunal. Lo hicieron raudamente por una puerta lateral con dirección hacia el vehículo de los familiares, pero Víctor Becerra, estudiante de derecho, se dio un minuto para expresar sus sentimientos por lo ocurrido.

"Fue un error grave y lo lamento mucho y de verdad quiero hacer lo posible por mejorar las cosas, es muy triste todo esto. En el transcurso de la investigación vamos a aportar todos los antecedentes posibles para colaborar en lo que se pueda", afirmó.

Al ser consultado por haberse visto involucrado en esta situación, Becerra manifestó que "esto ha sido terrible, es una pesadilla lo que estoy viviendo. De verdad fue un error y es lo peor que me puede haber pasado en la vida. Pondré todo lo que está de mi parte para colaborar".

Sobre el sentimiento que lo embargó cuando supo que el siniestro había consumido casas, fue claro en expresar su desconsuelo. "Estoy muy arrepentido, mi sensación fue devastadora, no he podido estar tranquilo en ningún momento por lo sucedido", dijo.

Por su parte, el abogado defensor de los jóvenes, Antonio Guerra, argumentó que esto se trató de una situación fortuita, ya que "el fuego se les escapó de las manos a mis clientes. Ellos de verdad están muy arrepentidos de la situación en la que se encuentran involucrados. Nosotros nos vamos conformes con las cautelares, son de menor intensidad. En la audiencia quedó claro que ellos no tenían intencionalidad".

El defensor destacó que los jóvenes de manera voluntaria concurren a la policía, se entregan confiesan y mantienen una actitud colaborativa durante todo el periodo de la investigación.

"Las salidas que tiene este caso van desde una suspensión condicional del procedimiento con acuerdo del fiscal, o un juicio oral, donde se tenga que discutir la participación de ambos y ahí pueden ser condenados o absueltos. Pero la pena que arriesgan, tomando en consideración las circunstancias personales y las del hecho son bajas y pueden optar a penas alternativas", apuntó.

La defensa pretende argumentar que la responsabilidad de la negligencia sería respecto de uno de ellos, Víctor Becerra, quien fue el que encendió el matorral, pero eso es lo que tendrá que resolverse en la investigación de tres meses indicada por el magistrado.

"Pediremos que no se establezca una relación penal de uno de ellos, porque no hay elementos suficientes que lo acrediten", aseveró el abogado Antonio Guerra.

Sobre la formalización, el fiscal Pablo Acevedo fue claro en manifestar que los jóvenes fueron formalizados por la ley de Bosques.

"La formalización de estos jóvenes de 24 y 25 años respectivamente, quienes en el sector Rinconada de Palpal, mientras se encontraban instalando la cerca e intentaron limpiar una zarza y maleza, por lo que usando bencina prenden dicho arbusto e inician el incendio. Con esto provocaron llamas que se extendieron desde Santa Clara hasta el sector Libuy, realizando una quema de 500 hectáreas", aseveró el fiscal Acevedo.

Al ser consultado el fiscal sobre por qué a los jóvenes se les aplicó la ley de Bosques y no el delito de incendio establecido en el Código Penal, el fiscal Acevedo manifestó que "dada la investigación con informes de Labocar de Carabineros y de bomberos se logró determinar que los imputados actuaron con imprudencia y negligencia, pero no intencionalidad".

El artículo 476 Código Penal establece una pena de hasta 20 años a quienes provoquen incendio intencionalmente, que no sería el caso de los jóvenes. No obstante, los afectados están en su derecho de iniciar procesos civiles de reparación en contra de los responsables del incendio.

"Dada la investigación con informes de Labocar de Carabineros y bomberos se ha determinado hasta ahora que los imputados actuaron con imprudencia y negligencia, pero no intencionalidad"

Pablo Acevedo, Fiscal"

Datos

500 Hectáreas fueron arrasadas por el incendio que partió en Rinconada, San Clara y que afectó a Santa Elena y Libuy en Bulnes.

Veinte hectáreas fueron afectadas por el incendio de la comuna de Pinto.

Firma Mensual En la unidad de carabineros más cercana es una de las medidas cautelares que tendrán que cumplir los imputados que fueron formalizados por el artículo 22 de la ley de Bosques.

Gasolina Fue el acelerante que usaron los jóvenes universitarios para prender el fuego.

19 de enero En la tarde empezó el incendió de Rinconada que duró dos días.

3 meses es el plazo que dura la investigación en el proceso de los jóvenes de Bulnes, al igual que el que se provocó en Pinto.

15 kilómetros De largo que tuvo el incendio que partió en Rinconada Santa Clara y terminó en Bulnes,

1.800 millones de pesos en pérdidas tuvo el incendio de Rinconada Santa Clara, sobre todo en el sector que afectó Libuy.

Imputados por incendios de Bulnes y Pinto quedaron en libertad

EMERGENCIA. Dos jóvenes universitarios fueron formalizados por el Ministerio Público por infracción a la ley de bosques, al igual que un adulto mayor por el otro siniestro de Pinto.
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Rodrigo Norambuena F.

En Bulnes y en Chillán se realizaron audiencias de control de detención para formalizar a los presuntos autores de los incendios provocados en Rinconada- Libuy, del fin de semana, y el de Pinto que ocurrió la tarde del miércoles pasado.

En ambas audiencias, la Fiscalía les imputó haber actuado con imprudencia y negligencia, por lo que se les formalizó por infracción a la ley de bosques y quedaron en libertad, aunque se les aplicó las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional.

Desde la Fiscalía se detalló que en la tarde del miércoles fue detenido Sergio Enrique Osorio San Martín, de 63 años, como presunto responsable de un incendio forestal que afectó a cerca de 20 hectáreas en la comuna de Pinto.

Según el Ministerio Público, el fuego se inició cuando esta persona manipulaba un equipo de soldadura, por lo que una de las chispas emanadas de la herramienta habría originado el siniestro que afectó cultivos y algunos árboles.

El imputado por este incendio pasó ayer a control de detención en el Juzgado de Garantía de Chillán, donde fue formalizado por la ley de bosques y quedó con las cautelares mínimas, mientras que para la investigación se dio un plazo de tres meses.

Incendio de Rinconada

Dos jóvenes universitarios con domicilio en Hualpén fueron detenidos a las 13 horas del miércoles por Carabineros de Bulnes como causantes del incendio de Rinconada de Palpal, en Santa Clara.

A Víctor Miguel Becerra Robles, de 24 años, y Mauricio Alejandro Novoa Díaz, de 25, el Ministerio Público los formalizó ayer por infracción al artículo 22 de la ley de bosques.

En la audiencia, el Ministerio Publico destacó como elemento a considerar que Becerra y Novoa siempre prestaron colaboración para esclarecer los hechos. En las declaraciones que realizaron la fiscalía siempre asumieron el error que cometieron y recalcaron que su fin era poder limpiar una zarzamora.

Según antecedentes evacuados en audiencia de formalización de cargos por el fiscal Pablo Acevedo, los dos imputados se encontraban realizando labores de faenas agrícolas en el sector, cuando tomaron la mala decisión de prender fuego a un matorral.

Según el relato del fiscal Pablo Acevedo, los jóvenes empezaron a pedir ayuda después de darse cuenta que no controlaban el fuego, trataron de apagarlo echándole tierra con palas, pero no pudieron evitar la propagación de las llamas que se expandieron en distintas direcciones, animadas por los fuertes vientos del jueves 19 de enero, fecha en que se inició el hecho. El siniestro abarcó 15 kilómetros y duró un par de días, afectando a sectores como Santa Clara, Santa Elena y Libuy.

El Ministerio Público expreso que la decisión que causó los trágicos hechos fue cuando Becerra y Novoa estaban en una parcela de agrado de su familia y estaban realizando una delimitación del terreno, para lo cual iban a instalar unos polines para posteriormente colocar una reja. Pero en un sector se dieron cuenta que una Rosa Mosqueta les impedía poder continuar con su labor.

Asimismo, el fiscal precisó que los jóvenes empezaron a tratar sacar el matorral con palas y con elementos de corte, pero apreciaron que no avanzaban en su labor. En ese momento, Víctor Becerra le dice a su compañero de faenas que había que reducir esa planta a través del fuego, algo a lo que Mauricio Novoa en un principio se opuso, aunque al final habría apoyado a su amigo.

Según la confesión de los imputados a la fiscalía, los jóvenes rociaron con gasolina unas ramas de la planta y uno de ellos con un soplete prendió un palo y lo tiró a esas ramas, lo que generó una combustión muy potente de la cual nunca pudieron tener el control.

Tras los hechos decidieron pedir ayuda a bomberos, carabineros y vecinos del lugar, que los ayudaron para tratar de calmar las llamas, tarea que fue infructuosa. Según el relato de vecinos, los jóvenes en todo momento se mostraron arrepentidos por lo que sus faenas habían provocado al entorno y nunca dimensionaron el daño que esto iba a ocasionar.

Cabe recordar que el siniestro provocó pérdidas materiales cuantificadas por la fiscalía en $1.800 millones, principalmente por daños en los sectores de Santa Elena y Libuy de la comuna de Bulnes.

La magistrada Claudia Aguayo Dolmestch dejó claro que se pudo acreditar la infracción al artículo 22 de la Ley de Bosques y además de la participación de los dos jóvenes en los hechos, ya que en todas sus declaraciones y relatos reconocieron la autoría en los hechos.

Como los universitarios contaban con la atenuante de tener irreprochable conducta anterior, las medidas cautelares fueron las mínimas. También en esta causa se determinó un plazo de la investigación de tres meses.

Sobre las medidas cautelares que recibieron los dos imputados, la magistrada consideró que eran las necesarias para realizar con éxito la investigación. La firma mensual la realizarán en la Cuarta Comisaría de Carabineros más cercana a su domicilio, en Hualpén.

Reacciones

Esta formalización generó una gran expectación por parte de los medios de prensa, que esperaban conocer cuál sería el destino judicial de estos jóvenes.

De hecho, cuando se informó que las medidas cautelares puestas para los universitarios no los privaría de su libertad, la atención se centró en la salida de los jóvenes desde el tribunal. Lo hicieron raudamente por una puerta lateral con dirección hacia el vehículo de los familiares, pero Víctor Becerra, estudiante de derecho, se dio un minuto para expresar sus sentimientos por lo ocurrido.

"Fue un error grave y lo lamento mucho y de verdad quiero hacer lo posible por mejorar las cosas, es muy triste todo esto. En el transcurso de la investigación vamos a aportar todos los antecedentes posibles para colaborar en lo que se pueda", afirmó.

Al ser consultado por haberse visto involucrado en esta situación, Becerra manifestó que "esto ha sido terrible, es una pesadilla lo que estoy viviendo. De verdad fue un error y es lo peor que me puede haber pasado en la vida. Pondré todo lo que está de mi parte para colaborar".

Sobre el sentimiento que lo embargó cuando supo que el siniestro había consumido casas, fue claro en expresar su desconsuelo. "Estoy muy arrepentido, mi sensación fue devastadora, no he podido estar tranquilo en ningún momento por lo sucedido", dijo.

Por su parte, el abogado defensor de los jóvenes, Antonio Guerra, argumentó que esto se trató de una situación fortuita, ya que "el fuego se les escapó de las manos a mis clientes. Ellos de verdad están muy arrepentidos de la situación en la que se encuentran involucrados. Nosotros nos vamos conformes con las cautelares, son de menor intensidad. En la audiencia quedó claro que ellos no tenían intencionalidad".

El defensor destacó que los jóvenes de manera voluntaria concurren a la policía, se entregan confiesan y mantienen una actitud colaborativa durante todo el periodo de la investigación.

"Las salidas que tiene este caso van desde una suspensión condicional del procedimiento con acuerdo del fiscal, o un juicio oral, donde se tenga que discutir la participación de ambos y ahí pueden ser condenados o absueltos. Pero la pena que arriesgan, tomando en consideración las circunstancias personales y las del hecho son bajas y pueden optar a penas alternativas", apuntó.

La defensa pretende argumentar que la responsabilidad de la negligencia sería respecto de uno de ellos, Víctor Becerra, quien fue el que encendió el matorral, pero eso es lo que tendrá que resolverse en la investigación de tres meses indicada por el magistrado.

"Pediremos que no se establezca una relación penal de uno de ellos, porque no hay elementos suficientes que lo acrediten", aseveró el abogado Antonio Guerra.

Sobre la formalización, el fiscal Pablo Acevedo fue claro en manifestar que los jóvenes fueron formalizados por la ley de Bosques.

"La formalización de estos jóvenes de 24 y 25 años respectivamente, quienes en el sector Rinconada de Palpal, mientras se encontraban instalando la cerca e intentaron limpiar una zarza y maleza, por lo que usando bencina prenden dicho arbusto e inician el incendio. Con esto provocaron llamas que se extendieron desde Santa Clara hasta el sector Libuy, realizando una quema de 500 hectáreas", aseveró el fiscal Acevedo.

Al ser consultado el fiscal sobre por qué a los jóvenes se les aplicó la ley de Bosques y no el delito de incendio establecido en el Código Penal, el fiscal Acevedo manifestó que "dada la investigación con informes de Labocar de Carabineros y de bomberos se logró determinar que los imputados actuaron con imprudencia y negligencia, pero no intencionalidad".

El artículo 476 Código Penal establece una pena de hasta 20 años a quienes provoquen incendio intencionalmente, que no sería el caso de los jóvenes. No obstante, los afectados están en su derecho de iniciar procesos civiles de reparación en contra de los responsables del incendio.

"Dada la investigación con informes de Labocar de Carabineros y bomberos se ha determinado hasta ahora que los imputados actuaron con imprudencia y negligencia, pero no intencionalidad"

Pablo Acevedo, Fiscal"

Datos

500 Hectáreas fueron arrasadas por el incendio que partió en Rinconada, San Clara y que afectó a Santa Elena y Libuy en Bulnes.

Veinte hectáreas fueron afectadas por el incendio de la comuna de Pinto.

Firma Mensual En la unidad de carabineros más cercana es una de las medidas cautelares que tendrán que cumplir los imputados que fueron formalizados por el artículo 22 de la ley de Bosques.

Gasolina Fue el acelerante que usaron los jóvenes universitarios para prender el fuego.

19 de enero En la tarde empezó el incendió de Rinconada que duró dos días.

3 meses es el plazo que dura la investigación en el proceso de los jóvenes de Bulnes, al igual que el que se provocó en Pinto.

15 kilómetros De largo que tuvo el incendio que partió en Rinconada Santa Clara y terminó en Bulnes,

1.800 millones de pesos en pérdidas tuvo el incendio de Rinconada Santa Clara, sobre todo en el sector que afectó Libuy.