Delon solidariza con Polanski y descarta presidir los Cesar
CINE. Esto luego de que el director decidiera renunciar por las protestas en su contra por una acusación de violación.
El actor francés Alain Delon abrió una polémica al descartar presidir la ceremonia de los premios César del cine galo, en solidaridad con Roman Polanski, quien renunció a esa labor por las protestas de distintas asociaciones feministas que exigieron su destitución, por las acusaciones que pesan en su contra de haber drogado y violado a una menor de edad en 1978.
La polémica comenzó cuando la hija del actor francés, Anouchka Delon, propuso a través de las redes sociales a su padre para presidir la premiación.
La actriz de 29 años subió a su cuenta Instagram una foto de su padre interpretando a Julio César para sugerir que podría presidir la ceremonia programada para el próximo 24 de febrero. "Ahí está el presidente de los César. ¡Ave para él!", escribió junto a la imagen.
Alain Delon, de 81 años, respondió a esa propuesta a través de declaraciones al diario "Le Figaro". "Si se me pidiera que presidiera los César en su lugar, no iría, en solidaridad con Polanski", dijo, a la vez que cuestionó que se insista en cuestionar a Polanski por algo que le fue acusado hace 40 años: "¿le van a hablar de 1970 cada vez que cruce la calle?".
Polanski anunció el martes pasado que renunciaba a presidir los César por las protestas de agrupaciones feministas en torno a esa acusación que lo persigue desde hace cuatro décadas, y que lo ha llevado a evitar viajar a Estados Unidos para no ser detenido.
El director franco-polaco se mostró "profundamente entristecido" por el debate -a su parecer "injustificado"- que se generó en torno a la pertinencia de que presidiera esa ceremonia.
El origen de todo
En 1977 el realizador fue denunciado de haber violado a Samantha Geimer cuando tenía 13 años, después de una sesión fotográfica en Los Ángeles.
Tras declararse culpable de un delito de "relaciones sexuales ilegales", pasó 47 días en prisión, tras lo que fue puesto en libertad bajo fianza, lo que aprovechó en 1978 para huir de Estados Unidos ante el temor de que el juez le impusiese una condena severa.
Se instaló entonces en Francia, desde donde no podía ser extraditado, al tener tanto nacionalidad francesa como polaca, país dónde nació.
Aunque el cineasta llegó hace años a un acuerdo económico con Geimer, quien retiró todos los cargos, un tribunal de Los Ángeles rechazó la petición de su defensa para cerrar definitivamente el caso, lo que le impide en la práctica pisar EE.UU.