Secciones

Dos jugadores del Rojo sufrieron por incendios

TRAGEDIA. Delantero José Torres y arquero Camilo Reyes.
E-mail Compartir

La preparación del duelo del Rojo que sostuvo ayer, tuvo más de una desconcentración, por culpa del catastrófico incendio forestal que azota al centro sur país. Pero para los jugadores del elenco chillanejo José Torres y Camilo Reyes, la catástrofe fue mucho peor y estuvo cerca de ser una tragedia. Torres es nacido y criado en Penco, ciudad que también fue alcanzada por la llamas.

Cuando se enteró del siniestro, dejó de lado el buzo, se sacó el peto de entrenamiento y se marchó angustiado a socorrer a su familia. "Me llamaron diciendo que mi casa corría peligro. Cuando llegué, las llamas del fuego eran del porte de los árboles. El humo era increíble y estaba cerca de mi hogar. Con mi familia sacamos todo lo que pudimos de ahí y nos escapamos pensando lo peor. Gracias a Dios no le pasó nada a la casa", señaló el delantero.

Tras dejar unos días la casa, recibió un llamado de su novia desde Penco: el foco se había reactivado. "Dejé de nuevo el entrenamiento y fui para allá, pero por suerte la llamas no alcanzaron la vivienda", contó. Los días siguientes, con el siniestro un poco más controlado por aviones y bomberos, no han sido más tranquilos, sino todo lo contrario, continúa el miedo de que el viento ayude a que aumenten las zonas quemadas.

En tanto, a Reyes, con 16 años, mientras le avisaban que sería parte del primer equipo, Tomé, ciudad natal del arquero, se convertía en un nuevo foco de catástrofe. De inmediato el jugador se fue con miedo a socorrer a su familia. Esto es lo que contó al llegar al lugar: "Mi casa está muy cerca del cerro que se seguía quemando. Cuando llegué mi familia estaba asustada, pero nos pudimos organizar y sacar todas las cosas". Ahora, entrenando con el equipo chillanejo, dice estar tranquilo y confiado que las cosas volverán a estar bien._

Ñublense no supo doblegar a un San Felipe que logró su tarea

PRIMERA B. Los Diablos Rojos igualaron sin goles en un partido marcado por la falta de finiquito de los dirigidos de Pablo Abraham, ante un rival que solo vino a buscar el empate.
E-mail Compartir

Un partido con gusto a poco. Así se puede definir el pleito que enfrentaron ayer en el estadio Nelson Oyarzún los conjuntos de Ñublense y Unión San Felipe, en el regreso del campeonato de Primera B, luego del alto obligado a raíz de los incendios forestales que afectaron a gran parte del centro sur del país.

EL duelo comenzó precisamente con un minuto de silencio por las víctimas que dejó la catástrofe, además de un merecido recuerdo al reportero gráfico de Crónica Chillán, Héctor Barriga, quien precisamente ayer iba a cubrir el duelo para captar las imágenes para este matutino como lo hacía a diario.

Desde el pitazo inicial del irregular árbitro Nicolás Gamboa, parecía que a todas luces tendríamos un duelo de esos pocos vistos en Chillán hace un tiempo. Y es que en la primera etapa ambos equipos sacaron a relucir sus mejores armas en un partido de ida y vuelta con acciones de peligro en ambos arcos y de mucho vértigo, pero finalmente sólo quedaría en eso, ya que se cerró con el marcador en blanco.

Ya a los 9 minutos la visita era la primera en avisar sobre la portería de Sebastián Contreras con un centro de Droguet que conectó Jeraldino sobre el segundo palo, siendo contenido por el golero Ñublensino, ahogando el grito de gol forastero.

A los 15' vino la respuesta roja con un tiro libre de José Loncón que pasó a escasos centímetros de la cruceta del palo izquierdo del arco defendido por Jonathan Salvador. A los 18 minutos, gracias al centro de Sebastián Páez, ahora fue Minor López el que quedó de frente con el arco, pero su cabezazo se fue frontal a las manos del arquero. Y a los 31, Loncón dejó solo a Lucas Triviño tras un gran pase por sobre los centrales pero el artillero rojo n pudo definir ante el achique oportuno de Salvador.

Farra de goles

En el segundo tiempo el partido cambió por completo. San Felipe salió a aguantar el cero haciendo rotar el balón en el mediocampo, lo que generó la desesperación de un Ñublense que recién a los 20 minutos comenzó a llegar al arco rival, algo que sería a posteriro un tónica del juego, con opciones claras de marcar, pero errando continuamente a la hora del finiquito.

Y es que primero fue Loncón el que quedó solo ante Salvador y definió desde el punto penal con un tiro suave que terminó en las manos del arqurro. Luego, Felipe Albornos queda solo ante el arquero rival tras gran pase de Gaspar Páez, pero cabecea suave a las manos de Salvador.

Ya sobre el final otra vez es Albornos el que queda solo y no puede definir de buena forma con el arco a su disposición. Sobre el minuto final, Jeraldino tendría la única opción el segundo tiempo para el "Uní Uní", pero Sebastián Contreras logra contener en la jugada que marcó el final del partido.

Un empate amargo

Con la igualdad, Ñublense queda décimo en la tabla general con 20 unidades, aunque momentáneamente sigue como líder de la segunda rueda con cinco unidades, a la espera del cierre de la fecha que se jugará hoy.

El técnico Pablo Abraham, valoró el accionar de sus dirigidos, pese a la igualdad. "El trámite del partido fue favorable a nosotros, el equipo fue protagonista, el rival desde el minuto inicial vinieron a hacer tiempo, especularon mucho con los balones y jugando de contra tuvieron dos opciones al final", dijo.

No obstante el buen funcionamiento, el adiestrador ñublensino quedó con un gusto a poco, "si bien fuimos mucho más explosivos que en el pleito ante Valdivia, no lo pudimos traducir en goles ya que no tuvimos claridad en la puntada final".

Ahora los rojos se preparan para enfrentar el próximo sábado a las 20 horas a Rangers en el estadio Fiscal de Talca por la cuarta fecha.

puntos alcanzó Ñublense en el campeonato de la segunda rueda de la primera B, pero se mantiene en el puesto 10 en la tabla general. 5

horas del sábado próximo los Diablos Rojos visitarán a Rangers de Talca en el Fiscal por la cuarta fecha del ascenso. 20.00