Han sido 18 días muy complejos, por la fuerza del fuego que arrasó con más de 115 mil hectáreas en la Región del Biobío, siendo cerca de 10 mil de éstas situadas en Ñuble. Sin embargo, desde este pasado fin de semana, tras el intenso despliegue humano y técnico junto a las condiciones climáticas favorables nos permitieron tomar la decisión de levantar la alerta roja regional. Por lo que hoy estamos en alerta amarilla en las provincias de Ñuble y Concepción; y en alerta temprana en la de Biobío y Arauco.
Sin duda, estos incendios han sido desafíos enormes. Desafíos que no podrían haber sido sobrellevados sólo con la calidad y el trabajo de nuestra gente. Nosotros nos sentimos muy orgullosos de la labor mancomunada de la Conaf, con el Ejército, las brigadas de la Armada, Bomberos y el sector privado. Hemos visto que tenemos gente de excepción en estos grupos humanos. No obstante, hay oportunidades en la vida en que los desafíos no pueden ser resueltos sólo con los medios propios.
Y esta suma de incendios que padecimos durante estas últimas 3 semanas son aquellas urgencias donde uno requiere de una mano amiga. Pues, la amistad se prueba en las dificultades.
Y ayer tuvimos la ocasión, en una ceremonia muy emocionante, de agradecer y despedir a una de esas primeras manos amigas que se extendieron y que se presentaron provenientes de tierras venezolanas: 80 Bomberos, representantes de la Protección Civil, y de la Fuerza de Tarea Humanitaria del Libertador Simón Bolívar.
En nuestros recorridos por las zonas de combate más complejas contra el fuego, ahí los vimos, siempre dispuestos con vehemencia a proteger la vida de familias chilenas y de la naturaleza. Se desplegaron en las comunas de San Fabián de Alico, San Nicolás y Portezuelo, trabajando codo a codo con los nuestros.
A ellos, como así también a los otros más de 180 brigadistas de Colombia, Francia, España y Brasil que siguen en nuestra Región; a la ayuda extranjera en general, en nombre del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, queremos agradecerles, por esa apronta, por esa preocupación de venir de tan lejos a ofrecer su profesionalismo y medios en momentos en que más lo necesitábamos; por ofrecer su trabajo abnegado que unido al nuestro, finalmente, ha traído paz y sosiego, por cierto, a quienes tienen su fuente laboral y se complementan con la naturaleza; y a nuestra gente humilde que vive en zonas rurales.
Rodrigo Díaz Wörner Intendente de la Región del Biobío.