En 30% bajaría la producción agrícola a causa de la severa sequía en Ñuble
ÑUBLE. Falta de agua, altas temperaturas y los efectos del mega incendio son algunos de los factores que mermarían rendimientos y calidad de cultivos y frutales en esta temporada.
"El mismo día que se produjo el incendio en San Nicolás, nosotros estábamos advirtiendo de la sequía en nuestra la viña", expresó Ceferina Riquelme, pequeña productora del sector Lonquén Bajo de la comuna San Nicolás, en pleno secano del Valle del Itata.
Sus palabras reflejan una situación que se preveía a mediados del año pasado con una menor intención de siembra para la temporada y que, post incendios forestales, se vislumbra poco alentadora para algunos rubros y los forrajes para la alimentación de los animales.
Pero no sería lo único. Para productores y regantes de Ñuble ahora con un nuevo inconveniente logístico en maquinaria y mano de obra: el adelanto de las cosechas y vendimias, tal como ya ocurrió a comienzos de año en cereales y berries.
Todos estos factores que convertirán probablemente a esta temporadas en una de las más complicadas de los últimos años en la provincia, con una baja calidad de cultivos y frutas y una menor producción que podrían bordear, según estimaciones de la Asociación de Agricultores de Ñuble, en cerca de un 30% en los principales productos de la zona.
"Es una situación muy crítica. El río Chillán y el río Ñuble prácticamente traen muy poca agua, por lo que muchos campos no se han podido regar, afectando a algunos cultivos, sobretodo en la remolacha y el maíz. Para qué decir los frutales", dijo Álvaro Gatica, el máximo dirigente de los agricultores.
Además de esta disponibilidad hídrica superficial y de la cota derivada de los derechos de aprovechamiento de aguas, agregó Álvaro Gatica, se añadiría el problema de los pozos profundos, que en muchos sectores empezaron a secarse.
Causas y efectos
A juicio de productores como el vicepresidente de los agricultores de Ñuble, Alfredo Wähling, nada hacía avizorar lo que vendría.
Una persistente sequía derivada de la falta de precipitaciones que hasta ayer bordeaba el 83%, la baja disponibilidad de agua para riego, temperaturas extremas bordeando los 40 grados y un megaincendio que afectó durante dos semanas a siete comunas de la provincia, generaron "efectos en los cultivos, frutales y bosques".
Una opinión similar tuvo Yenny Llanos, coordinadora de la Coalición Nacional de Viñateros de Chile. Ella, luego de conversar con el presidente del Comité de Viñateros de Ninhue, entidad que agrupa cerca de 300 viñateros, Rodrigo Carrasco, concluyó que los productores viven un "difícil momento".
"La producción viene muy baja, ya que como no ha llovido lo suficiente, la uva creció poco y los granos parecen municiones en varios sectores", comentó la coordinadora y actual directora de la Asociación Gremial de Viñateros del Itata.
La dirigente estima que a esta merma en algunas comunas más afectadas, en otras podría llegar hasta un 30%, como sería el caso de Ninhue o de Portezuelo, donde la localidad de Quitento sufrió el mayor rigor del fuego.
En el caso del trigo, que logró ser cosechado a tiempo, el factor negativo ha sido su precio. En otros rubros, como los berries, más que el precio (como sucedió con la frambuesa), el mayor perjuicio se dio en la calidad de la fruta y que llevó, en algunos casos extremos, a que los productores optaran por "dejarlo botado".
"La sequía y la falta de agua influyó en la calidad y los rendimientos, que en el caso de los arándanos tuvo una baja que osciló entre un 20 y 30%", afirmó Álvaro Gatica, dirigente y exportador de la estrella de los berries y que en Ñuble posee 3.429 hectáreas sembradas.
Por su parte, en otro rubro esencial de la provincia, la remolacha, con cerca de 20 mil hectáreas proyectadas por Iansa para esta temporada, también se prevé que la falta de agua termine afectando su rendimiento.
En los últimos años este cultivo había logrado rindes extraordinarios como los obtenidos por la agricultora Margarita Cancino y su hijo Carlos Rubilar el año pasado, que lograron un rendimiento de 143,4 toneladas de remolacha limpia por hectárea, en un paño de nueve hectáreas.
Otro cultivo en "ascuas" sería el arroz, cultivado preferentemente en Ñiquén y San Carlos, cultivo que requiere por esencia una mayor cantidad de agua para su producción.
"Sin duda que este año el nivel de la producción agrícola va a ser muy complicado", afirmó Álvaro Gatica.
Agua más escasa
"Estamos enfrentando una pésima temporada", expresó la presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Margarita Letelier, respecto a la disponibilidad de agua en el principal afluente de la provincia y en otros sectores como en el Canal Digua, en la parte norte de San Carlos.
En efecto, de acuerdo al último reporte de esa entidad, hasta fines de enero este río con régimen pluvio nival sólo había alcanzado los 1.185 millones de m3, es decir, un déficit concordante con la falta de precipitación.
La situación del río Chillán no es mejor. "Estamos pasando por una estrechez enorme por la falta del recurso, que hoy corresponde a un nivel de abril de un año normal y que podría hacerse más crítico en la medida que vaya bajando", señaló el presidente de la junta de Vigilancia de ese río, Héctor Jaque.
El directivo dijo que están regulando todos los canales con repartidores de agua y celadores con un promedio de 2 litros por acción, aunque resaltó que en las últimas semanas ha disminuido la demanda gracias a que se terminan los sembrados de invierno y primavera. "Sólo están quedando la remolacha y la achicoria", apuntó Jaque.
Poniendo "Alertas"
La preocupación por los efectos de la sequía y disponibilidad hídrica están muy latentes en productores.
Es por eso que la próxima semana, los directivos de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble junto a la Dirección de Aguas regional, darán a conocer aspectos técnicos de la crítica situación hídrica en la zona.
No será la única acción en curso. La dirigente viñatera, Yenny Llanos, indicó que han empezado a advertir a la autoridad del ramo, incluido el Ministro de Agricultura (Carlos Furche), parlamentarios de la zona y Comisión de Agricultura del Senado, para que tomen nota de esta difícil situación.
"No sólo estamos sufriendo producto del incendio, sino que con unas de las grandes sequías y las temperaturas que han afectado el Valle en los últimos años, donde tendremos pérdidas millonarias nuevamente. Esto sin contar los abusos con los precios de la uva, donde lamentablemente la Fiscalía Nacional Económica aún no se pronuncia si pasa la causa al Tribunal de la Libre Competencia", sostuvo Llanos.
"Es una situación muy crítica. Los ríos Chillán y Ñuble prácticamente traen muy poca agua, por lo que muchos campos no se han podido regar. Para qué decir los frutales".
Álvaro Gatica, Presidente de los, Agricultores de Ñuble"
Ayuda del Gobierno
Luego de la catástrofe causada por los incendios, el gobierno regional a través de Indap comenzó a entregar ayuda a los pequeños productores campesinos en las comunas afectadas por los incendios. Ayer fue el turno de 68 familias de San Nicolás que recibieron la entrega de bonos compensatorios por un monto de $1 millón de pesos. A la espera de un catastro oficial de hectáreas, cultivos y frutales dañados, hoy estará recorriendo las viñas en las cercanías de Ránquil el ampelógrafo francés, Jean Michel Boursiquot, quien hace 20 años descubriera en Chile la entonces desaparecida cepa Carménère, que por ese entonces era confundida con la cepa Merlot.
Nivel crítico
Sequía
Es uno de los principales factores que causaría una baja en los rendimientos en cultivos y frutales en esta temporada en la provincia.
Altas temperaturas
Enero ha sido el mes más caluroso del siglo, con temperaturas por sobre los 30% por 24 días y un "extrema" que alcanzó los 41,5 grados a la sombra el 26 del mismo mes.
Incendios y humos
Por casi dos semanas, la provincia se vio afectada por incendios forestales en siete comunas, que además de calor generaron un persistente humo.
Escasez Hídrica
La prolongada sequía ha traído menores precipitaciones de nieve y lluvia, principales elementos que permiten alimentar los ríos de la zona.
Calidad y precios
La calidad de los cultivos y de la fruta podrían incidir en el precio estiman algunos productores.
83% de déficit en precipitaciones registra a la fecha la provincia, según la base local de la Dirección de Meteorología de Chile, con sólo 4.8 milímetros en vez de los 27 milímetros, de un año normal.
20% disminuyó la producción de algunos berries como los arándanos, que además presentaron menor calidad, lo que habría afectado la posibilidad exportarlos.