"El gasto de los viajes lo pago yo, no he tocado ni un peso de Ñuble Región"
Hérex Fuentes, — Presidente del Comité Ñuble Región.
"Tiene que haber un uso responsable del agua y no para especular. Eso es inaceptable"
Claudio Ternicier, — Ministro (S) de Agricultura, al opinar sobre la reforma al Código de Aguas.
La reconstrucción de las viviendas afectadas por los incendios ocurridos en Ñuble, en comunas como Quillón, Coelemu, Quirihue, Portezuelo o San Nicolás está en curso y así lo constató esta semana el delegado y exministro Sergio Galilea, al inspeccionar el trabajo de instalación de casas de emergencia que levantan los voluntarios de Techo en Quirihue.
En medio de este trabajo, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), a petición de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), presentó en los últimos días una serie de recomendaciones técnicas básicas para evitar y mitigar el impacto de peligros geológicos en zonas afectadas por incendios forestales, en lo que tiene relación con posible desplazamiento de materiales que ahora se encuentran sueltos en ausencia de cobertura vegetal. Una realidad que ya se previó en la zona del Valle del Itata en 2012, luego que el mega incendio que afectó a Quillón, Ránquil y Florida generara condiciones para que durante el invierno pudieran producirse deslizamientos de terreno a causa de las lluvias.
En esta ocasión, debido a la mayor magnitud del daño causado por el fuego, Sernageomin desplegó especialistas en peligros geológicos en las zonas más afectadas de las regiones del Maule -y posteriormente Biobío- para asesorar a las instituciones involucradas en la reconstrucción y elaborar mapas de detalle sobre peligro de remociones en masa (caídas de rocas, deslizamientos de suelos, sedimentos o rocas). Este trabajo permitirá que estas zonas cuenten en un lapso de dos meses con un mapa de susceptibilidad de riesgos que ayudarán a la planificación territorial que deben llevar a cabo las instituciones a cargo de la reconstrucción de las viviendas y, para la comunidad, poder conocer con antelación los peligros y así contar con mayor niveles de seguridad.
Algunas de las recomendaciones previas que ha hecho Sernageomin son, por ejemplo, ubicar viviendas al menos a 50 metros a ambos lados de una quebrada para reducir el impacto de flujos de materiales que podrían generarse con lluvia; generar y señalizar las rutas de acceso y las zonas de seguridad para viviendas situadas en campamento; ubicar las zonas, cerca de la población (dentro de las áreas urbanas), con un acceso expedito (que presente red vial o huella transitable); y, en zona costera, respetar línea de seguridad de 30 metros sobre el nivel del mar, por nombrar algunas.
Cabe destacar eso sí, que de acuerdo a datos del Serviu en Ñuble, hasta el momento sólo el 15% de las viviendas siniestradas están en condiciones de ser reconstruidas y aún cuando se regularicen problemas con el dominio de terrenos y acceso a los subsidios del estado, esta cifra no superará el 50% debido a que la otra mitad están catastradas como casas de veraneo.
Durante el primer día de la habilitación para pagar el permiso de circulación de vehículos particulares en Chillán, sólo tres personas se acercaron a adquirirlo, en el punto de venta ubicado en el segundo piso del Mall Plaza El
Roble. Al cierre de esta edición, los tres permisos vendidos corresponden
a personas que circulaban por el Mall.
Despedir al 5% de los profesores si tiene bajos resultados en la Evaluación Docente, acceder a una mejor renta y escoger a su equipo directivo, son algunas de las atribuciones que tiene los directores de establecimientos municipales elegidos a través del Sistema de Alta Dirección Pública (ADP) y que alcanzan al 50% del total en Chillán.
La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) inició una investigación
en contra de Essbio debido al corte de suministro de agua ocurrido el pasado domingo, el cual debido a la rotura de un matriz de 600 mm correspondiente a la aducción alimentadora de la intercomuna afectó al sector sur de
Chillán como a Chillán Viejo.
Los "nuevos tiempos" que vivimos, en lo político, lo económico y en todas las actividades humanas, han determinado que se instalen en el uso público términos que se convirtieron en símbolos de inutilidad. Uno de ellos corresponde a las "mesas de trabajo", cuya constitución se anuncia en cuanto se produce un problema. Los ejemplos más recientes fueron la fuga de un reo peligroso desde el Centro de Justicia y el conflicto de los trabajadores de la minera Escondida. Antes, se integraron mesas para resolver qué aviones debían autorizarse para combatir los incendios forestales. En fin, los ejemplos son infinitos.
Lo que la gente desea, en todos los casos, es menos mesas y más trabajo. Se precisan más decisiones que teorías y estudios. También demanda más proactividad y no reactividad.
Otro ejemplo en el mismo sentido son los "sumarios", muchas veces por graves faltas a la probidad, la conducta, la ética, los principios y valores, atención de público y buen servicio. Se anuncian pomposamente y jamás se conoce su resultado. Cuando esto ocurre, generalmente se trata una amonestación. Es decir, una sanción leve, equivalente a: "No lo haga nunca más, m´hijito", que se le dice a los niños. El o los que incumplieron quedan con una sensación de impunidad.
El mismo tema se da en la aplicación de justicia. Está de moda sentenciar a cinco años de prisión. Claro, con esto se da un golpe de efecto. Pero se silencia que esto equivale a libertad, y no prisión efectiva. Siempre se destaca que "las instituciones funcionan". Si es así, ¿cómo es posible que hayan acumulado casi nueve millones de infracciones de tránsito jamás canceladas en los tribunales y que los responsables de ellas renovaran sin problemas sus permisos de circulación durante los últimos diez años? ¿Funcionan o no?
Suma y sigue. Ocurre un hecho grave en el país: delito, trastorno del orden público, destrozos de la propiedad particular y privada, ataques contra transportistas. Hasta homicidios y lesiones graves. La respuesta, que pareciera estar grabada en la memoria del notebook, es presentar una querella "contra quienes resulten responsables". Gasto de tiempo y saludo a la bandera. Y lo más singular es que nunca más se sabe del resultado de estas acciones legales, de gran impacto mediático y nulo resultado en cuanto a la lucha contra la delincuencia.
Lo que Chile necesita hace mucho rato es la aplicación un viejo eslogan político: "Hechos, y no palabras". No podemos estar emocionándonos ni sonriendo por todo. Tampoco podemos estar "emborrachando la perdiz", expresión muy habitual, que implica distraer a la ciudadanía de sus verdaderas preocupaciones.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.