Perales: el pueblo olvidado
CIUDAD. A pesar de que se construyeron las casas luego del terremoto, el evidente estado de abandono de la única playa de Ñuble azotada por el tsunami es evidente. Vecinos claman por ayuda.
A 28 kilómetros de Coelemu, pasado un estrecho camino de ripio se encuentra Perales, una playa para muchos desconocida donde sus 840 habitantes viven principalmente del cultivo de papas y otras hortalizas.
A pesar de que ya han pasado 7 años desde terremoto y tsunami que azotó a nuestro país el 2010, al entrar a Perales parece como si el tiempo se hubiera detenido. En la calle de entrada sólo algunos muros y vestigios de casas dan la bienvenida al lugar como el recuerdo ingrato de la devastación de ese tiempo, que dejó a cerca de 70 familias viviendo, por casi dos años, en campamentos de mediaguas.
Este lugar fue el único de la provincia de Ñuble que fue arremetido por el tsunami de ese año y a pesar de que el gobierno ha anunciado que un 99,8% de los trabajos de reconstrucción están terminados, este pueblo al parecer no cabe dentro de ninguna encuesta o registro.
Hoy cuentan con una nueva población, donde viven aquellos que perdieron sus viviendas el 2010, sin embargo la preocupación de los vecinos sigue latente, principalmente por un tema de seguridad y abandono.
Mal recuerdo
Orfelia Ortiz (80) no habla mucho, la demencia senil no se lo permite, sin embargo sonríe a cada pregunta que se le hace y a veces, en sus momentos de más lucidez, esboza un "bonicha, ¿quiere mate bonicha?", que es una forma cariñosa de decirle a las visitas.
Su marido, Sebastián Ulloa (83), cuenta que para el terremoto de 2010 ellos se encontraban en su casa, que estaba ubicada a escasos metros de la orilla del mar.
El hombre recuerda que estaban durmiendo cuando a las 3:20 de la mañana empezó a moverse todo y unos minutos después llegó uno de sus nietos, que vive a unos 2 kms. de Perales, a buscarlos porque se iba a salir el mar.
"Vámonos pa' arriba papi, me dijo, y yo le dije que no, 'no me voy na' pa arriba mijo', él me insistía que nos fuéramos porque iba a haber un tsunami, pero yo no me iba a mover, le dije que se llevara a la mami para arriba, a mi esposa, porque ella estaba asustada", contó Sebastián.
El anciano asegura que su nieto le insistió por varios minutos pero que finalmente decidió irse y respetar la decisión de su abuelo, el problema fue que Orfelia al ver que su marido se quedaría en la casa tampoco quiso escapar.
"Ella no quiso irse, 'viejo si morimos, morimos juntos me dijo', así que ahí nos quedamos", cuenta el hombre.
Sebastián relata que ambos se sentaron en una cama y como una hora después del movimiento telúrico, miraron por la ventana que daba al mar y la mujer gritó: 'Sebastián el mar se está saliendo".
"Escuchamos un ruido como de tren, fuerte, y de repente entró el agua, la casa se inundó y yo me agarré de un cable que estaba en el techo y le dije a mi mujer que se agarrara fuerte de mi nomás, ella lloraba, pero yo le decía que estuviera tranquila, que si la casa no la sacaba el mar de cuajo no nos íbamos a morir. La segunda ola fue peor, pero nos quedamos exactamente en el mismo lugar, abrazados sujetándonos de un cable de luz. Nunca pensé en morir y aquí estamos", contó Sebastián.
El hombre dice que pasados los años las autoridades construyeron casa para los que habían perdido todo, pero que él no quiso irse a vivir para allá. "Nos ofrecieron irnos un poco más allá a una mediagua, yo pedí si podían construir la casa acá en mi sitio y me dijeron que no, por eso yo no me quise ir, porque me dijeron que el mar se podía volver a salir y mi predio está muy cerca de la playa, pero resulta que las casas nuevas las construyeron un poquito más allá nomás, no entiendo cuál es la diferencia, si viene una ola se las va a llevar igual", señaló.
El alcalde de Coelemu, Alejandro Pedreros, aseguró que en Perales se está usando la misma lógica que en las demás unidades vecinales, lo que implica mucha participación ciudadana. "Yo me he reunido ya dos veces con la gente de Perales, ahí les he pedido que prioricen cuáles son las obras que ellos hoy día requieren y valoran de una mayor forma", dijo el edil.
Pedreros dijo que para la gente de este poblado lo que antes fue una solución ahora no lo es, ya que efectivamente existe una demanda insatisfecha no sólo producto del terremoto. "Yo creo que las autoridades en su momento, con la disponibilidad presupuestaria que había, trataron de dar respuesta rápida a esta catástrofe que no fue menor, pero claramente esto hoy es insuficiente", indicó el alcalde, y agregó: "Necesitamos con urgencia intervenir en Perales".
Sin vía de evacuación
El alcalde aseguró que en el poco tiempo que lleva a la cabeza del municipio de Coelemu ya se ha reunido en dos oportunidades con los vecinos de Perales y que ellos han manifestado, entre otras cosas, la necesidad de algunas obras que permitan evacuaciones menos riesgosas.
"En una de estas reuniones salió este tema como algo muy importante para ellos, algo que los preocupa y no dejan de tener razón. La vía de evacuación que hoy día está establecida los obliga a desplazarse hacia el mar para poder escapar, lo cual es terriblemente contradictorio y problemático", dijo el edil.
Marta Henríquez, presidenta de la Junta de Vecinos de Perales, confirmó lo expresado por el alcalde, manifestando preocupación por la situación que los afecta hace tantos años. "Acá no hay una vía de evacuación adecuada. Esa calle de entrada, que es la única pavimentada, es la vía de escape y si no tenemos bien definido cómo evacuar, imagínese los turistas que llegan acá, menos van a saber", señaló la mujer.
Con respecto a la población que se construyó post terremoto, Marta asegura que la ubicación de la misma no tiene ni un sentido, porque está en una zona inundable, cerca de un río, justamente por donde el mar salió. "Si es que se volviera a salir el mar con un poco más de intensidad todas esas casas van a desaparecer. No está en una zona segura. Yo me hubiese ido a vivir a la población pero si hubiera sido en altura, que era lo más lógico", afirmó Marta, quien además recordó: "la administración municipal anterior nos prometió un muro de contención para mayor seguridad. Aún estamos esperando".
Olvidados
El alcalde Alejandro Pedreros, señaló que en un momento parte del miedo de la directiva era que las reuniones con los vecinos de Perales se transformaran en petitorios personales para problemáticas puntuales; sin embargo, según cuenta el propio edil, quedó claro que la población de Perales tiene claro el sentido de cooperación. "Ellos tienen una mayor madurez cívica, lo que permite que visualicen los problemas comunitarios por sobre los individuales, y eso habla muy bien de ellos, como personas", dijo el alcalde.
Los petitorios de este pueblo no son exagerados: sólo claman por un poco de ayuda y seguridad. Gladys Ulloa, vecina del sector, cuenta que en temas de seguridad están peor que antes. "El famoso muro de contención nunca se puso. De primera venían todas las autoridades pero después, pasado un tiempo, se olvidaron de nosotros. Hace más de dos años que no nos viene a ver un parlamentario", aseguró la mujer.
Marta Henríquez también comentó el abandono en el que viven, señalando que los diputados y senadores sólo aparecen para las campañas y después se olvidan de ellos. "El único que no ha perdido el contacto es Jorge Sabag, pero del resto, nada. Le pedimos a las autoridades que se preocupen de nosotros por favor, que se haga un proyecto, que se pongan la mano en el corazón y nos puedan ayudar. Vengan a vernos, por favor no esperen que pase lo que pasó en Dichato, que murió gente, y después de eso pusieron muro y toda la cosa, necesitamos seguridad", concluyó Marta.
a 7 años del tsunami del 27/F
Problemas también con los privados
Gladys Ulloa, vecina de Perales, cuenta que para el tsunami del 27 de febrero de 2010 ella, su marido y sus hijos escaparon hacia el cerro; sin embargo, para poder pasar tuvieron que atravesar varios cercos con alambres de púa lo que dificultó la evacuación, no solo para ellos, sino que también para el resto de los vecinos. "El problema es que como aquí estamos encerrados la única forma de subir al cerro es pasando por un predio particular que hay, y el caballero no deja que por ahí se haga un camino de evacuación", señaló Gladys, y agregó: "Aquí hay dos opciones, o atraviesas los alambres de púa o bajas al mar y escapas por la única entrada arriesgando la vida".
"La vía de evacuación que hoy día está establecida en Perales obliga a los vecinos a desplazarse hacia el mar para poder escapar. Eso no tiene ningún sentido"
Alejandro Pedreros, Alcalde de Coelemu."
841 habitantes tiene la playa de Perales, la cual fue la única costa de Ñuble azotada por el tsunami de 2010. A 7 años de la tragedia la población aun no cuenta con medidas de seguridad eficientes.
200 metros separan la calle principal de la orilla del mar. Las casas nuevas que se hicieron después del terremoto y tsunami de 2010 se construyeron en zona baja, lo que preocupa a vecinos.
70 familias quedaron sin sus viviendas luego del terremoto de 2010 en playa Perales. Hoy todos recuperaron sus viviendas pero la inseguridad es su principal temor ahora.