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Valor del metro de leña tendrá un incremento promedio de $2.000 este año

CHILLÁN. Comerciantes certificados critican falta de fiscalización de las autoridades respecto a la venta ilegal del producto, fenómeno que les ha traído importantes perdidas económicas.
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Andrés Mass Olate

Aunque el uso de leña seca es una de las recomendaciones insertas en el Plan de Descontaminación Ambiental (PDA) que rige a la intercomuna desde hace poco más de un año, pues baja en un 30% las emisiones contaminantes que emiten los calefactores a leña. No obstante, al existir 24 vendedores inscritos en el municipio de Chillán, tres de ellos que pertenecen al Sistema Nacional de Certificación de Leña, y dos en Chillán Viejo, la comunidad sigue prefiriendo la oferta de comerciantes informales.

Lo anterior, según los vendedores establecidos, les ha ocasionado una baja en las ventas cercana al 50% durante el último tiempo, trayendo incluso consigo la salida del negocio por su poca rentabilidad. Tomando en cuenta lo complejo que se ha tornado la actividad, junto con anticipar una mala temporada en términos económicos, anuncian que en promedio el metro de leña se incrementará en $2.000 en relación a los valores del 2016.

"Este año creo que será igual que el invierno pasado, con bajas ventas, ya que hay mucho comerciante ilegal operando. El año pasado el hualle estaba en $25 mil y el aromo en $22 mil, para esta temporada los valores serán similares, en caso de subir no pasarían los $2 mil" pronosticó Santiago Contreras, uno de los tres comerciantes certificados en el Sistema Nacional de Certificación de Leña.

En una línea similar se sitúa la predicción de Daniel Vásquez, comerciante con más de 15 años de experiencia en el rubro y cuatro certificados. "El 2016 el costo del metro de aromo y eucalipto bordeaba los $25 mil, este año estará entre los 26 y 28 mil pesos", puntualizó.

"El año pasado, el hualle tenía un precio de $ 24 mil, mientras que el aromo $23 mil. Sin embargo, estimamos que este invierno su valor se elevarán $3.000 en promedio", detalló Eugenia de la Fuente, esposa de Pedro Guerrero, uno de los 24 vendedores acreditados en el municipio de Chillán.

Falta de fiscalización

Según estadísticas de la Seremi de Medio Ambiente del Bío Bío, anualmente en la intercomuna se consumen 250 mil metros cúbicos de leña, cifra que en teoría debería hacer más que rentable el negocio para el comercio del medio energético. Sin embargo, quienes participan en él, deben enfrentarse con los vendedores ilegales "que abarcan casi el 70% del mercado", explica Richard Vargas, seremi de Medio Ambiente del Bío Bío.

Es precisamente esa alta tasa de informalidad la que complica a quienes la ejercen de manera legal, "la autoridad nos exige a nosotros que estamos certificados y no a los que comercializan de manera ilegal", criticó Daniel Vásquez.

"La autoridad hace anuncios, pero en la práctica hay poco avance. Compramos y vendemos con Impuesto al Valor Agregado (IVA). Los bosques de donde extraemos la leña deben tener un plan de manejo, lo que cuesta encontrar, y además encarece el precio final de la leña, reduciendo nuestras utilidades", sentenció el comerciante.

Tomando en cuenta los múltiples requisitos que deben cumplir -y la baja rentabilidad que ha provocado el gran número de ilegales insertos en el negocio-, ha terminado con la salida de algunos vendedores.

"Me fue imposible competir con los comerciantes informales de leña. Ellos no deben preocuparse ni del pago de impuestos ni de nada. En ese escenario no conviene seguir", subrayó Vásquez que por cinco años se dedicó a vender leña (principalmente en astillas) en un establecimiento ubicado en Avenida Collín.

En manos municipales

Consultado sobre las quejas de los comerciantes formales, el seremi Richard Vargas señaló que "la fiscalización quedó radicada en los municipios de la intercomuna. Estos cuentan con una ordenanza que prohíbe la venta de leña sin certificación ambiental, acción que deben realizar a través de inspectores municipales acompañados de Carabineros. Es un tema complejo, pero se está abordando", sentenció.

Desde el municipio de Chillán, precisaron que durante el 2016 efectuaron ocho jornadas de fiscalización durante los meses críticos, "en las cuales se fiscalizaron un total de 35 comerciantes de leña de los cuales 25 contaban con niveles de humedad menores al 25% y 9 no cumplían con lo estipulado en la ordenanza para la protección del medio ambiente, superando la norma. A raíz de lo anterior se generó el listado de comerciantes de leña seca de la comuna, con un total de 24 proveedores que cumplen con los requisitos establecidos en la ordenanza municipal y plan de prevención y descontaminación atmosférica de la comuna", detallaron desde la entidad edilicia.

Respecto a la situación de Chillán Viejo, desde el municipio de la comuna histórica precisaron que no se efectuaron fiscalizaciones durante el año pasado, "en la comuna no hay mercado informal de venta de leña, porque la gente se surte en Chillán", explicó el seremi Richard Vargas.

"Para el 2017 se potenciará la difusión de la ordenanza, toda vez que creemos que para frenar la venta ilegal es vital incorporar y hacer partícipe a la comunidad, quienes finalmente son los consumidores de este producto", sostuvieron desde Comunicaciones de la histórica comuna.

"La fiscalización quedó radicada en los municipios de la intercomuna. Estos cuentan con una ordenanza que prohibe la venta de leña sin certificación ambiental".

Richard Vargas Seremi de Medio Ambiente del Bío Bío."

Alternativas para formalizar venta de leña

Junto con el lanzamiento del plan de episodios críticos, el próximo 1 de abril, las autoridades darán a conocer opciones de postulación a proyectos para formalizar la venta de leña, "que desde el inicio del PDA ha significado que cerca de un 30% de los vendedores legalice su actividad", sentenció Richard Vargas. En ese sentido, la autoridad regional destacó la calidad de la leña que comercializan vendedores establecidos. "Hemos encontrado leña con humedad con 17-18%, inferior a lo que establece la norma (25%). Lo anterior, disminuye la emisión de humo visible, por lo que las casas que lo utilizan no quedan sujetas a fiscalización durante los episodios críticos", destacó Vargas.