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Ñublense se sumerge en el fondo de la tabla y se desata una total crisis

DIABLOS. Rojos cayeron ante San Marcos de Arica por 2 a 0 como local. La hinchada clama por la salida de Pablo Abraham, quien terminó de ver el partido desde la entrada al camarín.
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Ya no hay análisis que resista. Ñublense cayó ante San Marcos de Arica por 2 a 0, marcador que es sólo una anécdota en la mediocre campaña que tiene a los dirigidos de Pablo Abraham en la penúltima posición de la tabla acumulada, la misma que podría determinar en descenso a la Segunda División profesional en diciembre del 2017.

El resultado del encuentro gatilló la reacción de la cada vez más escasa hinchada local que pide a gritos la salida del entrenador, que cuando el partido aún no terminaba decidió dejar la banca y apreciar los minutos finales desde la entrada al sector de camarines y no en la posición que le corresponde a su cargo en el plantel. Una clara señal de un capitán que pretende abandonar el barco cuando se hunde.

Desde las tribunas se manifestó el nulo apoyo a Abraham, quien sucumbió ante la presión del momento y ni siquiera habló con sus jugadores en el camarín, como sí lo hizo en la última fecha cuando también perdió ante Magallanes.

Decir que el equipo tiene jugadores completamente intrascendentes, que dañan el funcionamiento de aquellos que si son aporte, que carece de ideas y que no hay profundidad, es redundar en lo mismo que se ha dicho desde la mitad del año pasado y cuando al equipo se le pide que a pesar de todas sus limitaciones crezca futbolísticamente, todo parece ir en retroceso.

No se puede omitir que al frente estaba un equipo que pelea por el ascenso y que tiene jugadores con jerarquía, sin embargo, Ñublense no es capaz de ganar a ningún elenco, independiente del rival que esté al frente y es por ello que no es obra de la casualidad que los de Chillán sumen siete fechas sin ganar, a lo cual se suma que de diez jugadas sólo conoce de un triunfo. Ahora coquetea con el infierno, es el penúltimo con 23 puntos y a siete del colista, Unión La Calera, el mismo que la semana pasada estaba a diez puntos y al cual le restaron tres unidades por secretaria a inicios de temporada.

Ante San Marcos de Arica el partido era de trámite parejo, aunque siempre los visitantes mostraban mayor prestancia, ante lo cual aprovecharon un contragolpe para que anotara Francisco Ibáñez y luego de penal Michael Silva decretara el 2 a 0 final. Todo en el segundo tiempo.

Desde ahí en adelante, Ñublense fue impotencia pura. El portero Sebastián Contreras estaba parado en la mitad de la cancha, se tomaba y movía la cabeza, alegaba hacia la banca, Emiliano Pedreira se fue hacia arriba y se instaló en campo contrario. ¿Qué pasaba con el director de orquesta que era el llamado a mantener la calma?, nada.

Abraham envió a la cancha a tres jugadores con vocación ofensiva, pero produjo un desequilibrio que deja de manifiesto la escasa lectura de partido. Por si fuera poco, no supo aprovechar la expulsión de un jugador de Arica.

Finalmente Ñublense pierde, se mete en el fondo y las pifias que apuntan a algunos jugadores como responsables, pero que se ensañan y culpan como principal responsable a Abraham.

No renuncia

El técnico habló tras el encuentro y si bien muchas de las preguntas apuntaban a una renuncia, simplemente expresó que en la semana se conversarán los diferentes temas con los jugadores de cara al próximo partido con Iberia en Chillán.

"Ahora hay que tratar de pensar en lo que viene. Este fue un golpe duro, el equipo hizo un buen primer tiempo y en el segundo tiempo llegaron tres veces y nos hicieron dos goles", dijo Abraham luego de ser consultado sobre la mala campaña.

Ante la evasiva respuesta se le volvió a preguntar si sentía que debía dar un paso al costado ante la mala campaña, sintiendo que es lo normal en el fútbol. "Intentaremos seguir trabajando y ver como transcurren los días", respondió.

La pregunta se volvió a poner sobre la mesa. "Es un tema que no lo tengo que contestar, sino que hablarlo con la gente del club, es una cosa íntima, más vale esperar y ver en la semana", dijo al tercer intento.

Los jugadores mostraron una vez su pesar tras la derrota y como es habitual expresaron que lo mejor es tratar de sumar la próxima semana.

"Estamos tristes y adoloridos", dijo Eduardo Vilches.

El siempre autocrítico Gaspar Páez le entrega todo el mérito a Arica y con respiración entrecortada agregó que "si no crecemos nos van a pasar estas cosas (...) tenemos que trabajar (...) no queda otra".

Ñublense se sumerge en el fondo, peligrosamente se acostumbró a no ganar, el público ya perdió la paciencia y al técnico ya se le acabaron las excusas.

Puntos 23

Tienen a Ñublense en el 14° lugar de la tabla, a siete del colista absoluto, Unión La Calera. 33%