Julio Fernández Concha

La mayor felicidad de todo criador de caballos chilenos es verlos nacer, crecer y criarlos hasta el último día de vida. Esta felicidad sólo es comparable en el rodeo.

Y uno de esos casos es el Criadero Ramahueico de Juan Durán, un amante de los caballos chilenos y que pertenece a la Asociación de Criadores de Caballos de Raza Chilena de Ñuble, pero por razones deportivas corre por la Asociación Santiago Oriente.

Es su propietario quien cuenta lo que significa para él clasificar su segunda collera, ganando la Serie Criaderos en Pemuco, lo que le permite llegar con dos colleras al Nacional de Rodeo en Rancagua, hito que alcanzaron en el Rodeo de Repechaje que durante este fin de semana se desarrolló en la medialuna de Pemuco y que contó con la organización del Club Río Pal Pal y la Asociación Ñuble del deporte nacional por excelencia.

"Estoy muy feliz, hacía mucho tiempo que no estaba tan contento, con dos colleras clasificadas al Nacional, corriendo bien, especialmente mi sobrino, corriendo muy bien al "Taquillero".

-¿Feliz por lo que significa correr sus productos?

-Sin duda, en mis inicios compré muchos caballos, pero hoy día es mucho más satisfactorio, ya que tuve la suerte de hacerme asesorar bien por una persona que sabe mucho de caballos, mi compadre Rubén Valdebenito, quien me ayudó muchísimo a elegir o mirar hacia donde tenía que ir y hoy esos son los frutos que estoy recogiendo.

-¿A pesar de andar poco a caballo ha superado su rendimiento?

-La verdad es que ando poco a caballo, pero mi compañero me dice que mientras menos ande, mejor.

-¿Qué está reproduciendo en este instante?

-Lo más emblemático de mi criadero, el "Diguillín", se agrega el "Guayaco" (Contulmo y Tacaya-Taco).

-¿Qué opina de esta nueva collera clasificada?

-Venía con cierto temor, nadie es profeta en su tierra, pero la yegua anduvo espectacular, además siempre he tenido la confianza en mi sobrino Alberto que es el que hace la diferencia. Me dejó muy contento porque cada serie fue corriendo mejor al "Taquillero", lo corrió mejor que en Nos y Dios quiera que en Rancagua ande mucho mejor.

-¿Cuántas veces ha participado a Rancagua?

-No recuerdo bien, creo que es la cuarta o quinta.

-¿Disfruta lo que hace?

-Plenamente, el rodeo y la crianza es una forma de vida para mí, lo disfruto, soy amante de lo que hago.

-¿Cómo está el apoyo familiar?

-Tengo el apoyo, de lejos, pero bien, mis hijos sobre todo siempre están conmigo. Elegí una forma de vida y son mis caballos.

-¿Qué espera en este nuevo Nacional?

-Que me vaya lo mejor posible, tengo un gran sueño, cada año lo pienso, correr la final. Es algo anhelado, no quiero morir sin cumplirlo, es lo que único que me falta de lo que me he propuesto en mi vida; si se da, bienvenido sea, y si no seguiremos buscándolo.

-¿Qué consejo le daría a alguien que se inicia como criador y jinete?

- Criar es lo más lindo, pero hay que hacerse asesorar por alguien que sepa, imposible avanzar sin asesoría, y como jinete, constancia.