A pesar de que la contingencia fue múltiple, no quiero ambos queden sin comentarios. La primera es una conferencia, realizada el 15 de este mes en que la profesora cubana María Elena Morales, ofreció una conferencia sobre "´Visión pedagógica y cultural de cuba". Ella es Magister en Desarrollo Cultural y reside en Chile y a contar desde ahora, reside en Chillán, como encargada del Museo Normalista, Avenida O'Higgins 840, donde ofreció su exposición. Su título de Magister en Desarrollo Cultural se lo otorgó la Universidad de la Habana, condición que le ha permitido recorrer geográficamente su país y observar la situación en que se encuentra. No obstante, reconocer que en muchos aspectos es precaria, es también cierto que el gobierno hace esfuerzos por mejorarla. Por lo que ella narró, la educación se parece mucho a la ENU Chilena, o se a la Escuela Nacional Unificada, proyecto que no prosperó en el gobierno del presidente Allende.
Lo que verdaderamente nos hermana es la desaparición de las Escuelas Normales, experiencia educacional que duró más de un siglo. Como quiera que sea, la atención sigue siendo preocupación nacional, que al igual que la salud se expresa en grandes aspiraciones de la contingencia política. Esta profesora con residencia ahora en Chillán, ya se hizo cargo de la dirección del Museo Normalista, una muy buena idea del Centro de Exalumnos de la Escuela Normal, que pronto celebrará un año más de su fundación, esta vez presidida por el profesor Mateo Rodríguez.
La segunda actividad cultural es la presentación del libro "Hijo del sol", escrito por el poeta e Ingeniero Comercial, Felipe Chávez García. El acto realizado en la sala "Claudio Arrau" del Teatro Municipal, el 21 de marzo, ante una sala repleta de público, ante autoridades presididas por el Gobernador Provincial y un numeroso grupo de escritores y amigos del arte literario.
Patrocinó esta ceremonia el Liceo Poético de Benidorm (España), que en Chillán preside la profesora Brenda Mundaca. Esta presentación tuvo lugar precisamente el Día Internacional de la Poesía, con el respaldo de la filial española, en la Región del Bío Bio.
El nombre del libro "Hijo del Sol", nos recuerda que con ese nombre se identificaban los hijos de los Incas, denotando con eso, que es un nombre con historia, donde el sol aparece comprometido con todos los elementos que integran el universo y consecuencialmente la vida del ser humano. Como dice el autor, este libro tiene la energía y la vitalidad de su sangre, donde el amor es el sentimiento con más fuerza. Percibimos ese vigor, en su poema "Promesa": "¡Soñé con el susurro de tus labios! Y esas noches que prometieron" versos que fortalecen la idea de nuevas incursiones poéticas.
Por Carlos René Ibacache I. Miembro Academia Chilena de la Lengua.