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La irreverencia del capitán sentenció el adiós triunfal del Rojo

ÑUBLENSE. Los chillanejos ganaron por 2 a 0 a Copiapó en el último partido de la temporada como local. Trepó en la tabla y se aleja del colista.
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Se jugaban los descuentos del partido, se genera un tiro libre en favor de Ñublense y el capitán de los chillanejos, José Antonio Rojas, hace caso omiso a las instrucciones del técnico interino que le pedía que se quedara en su propia área.

Luis Flores sirve el disparo desde el sector derecho, una especie de tiro de esquina corto que captura el "Toño", que con un golpe certero y decreta la victoria por 2 a 0 de Ñublense sobre Copiapó.

Si hay un jugador identificado con los colores del Rojo es precisamente el capitán y como tal tiene licencia para cometer algunos actos de irreverencia dentro de la cancha y es por ello que el gol no sólo lo celebró él y sus compañeros, sino que toda la hinchada que ve en el espigado defensor a un referente, que en una campaña nefasta escapa a las críticas.

"Independiente del gol, estoy contento porque era necesario ganar dos partidos seguidos y lo logramos, fue una jugada que se salió de libreto, de hecho querían que me quedara atrás por el resultado, tenía un poco de fe y de convicción, me fui arriba", dijo Rojas.

Sobre la patriada para irse contra el arco contrario y hacer caso omiso a las indicaciones de Rubén Espinoza, el defensa reconoció que "fue un poco de rebeldía, pese a que en algunos partidos nos habían empatado en los últimos minutos y no habíamos cuidado el resultado atrás, pero creo que estábamos bien parados, teníamos seis jugadores de nosotros atrás para dos de Copiapó y por ahí tomé las banderas, decidí ir arriba y gracias a Dios salió el gol".

Sobre su estadía durante la compleja campaña reconoció y proyectó que "en lo personal me sentí bien, creo que he hecho buenos partidos, pero igual necesitamos sumar más, estar más arriba, un par de jugadores que nos ayuden a jugar mejor para tener una mejor campaña y estar más arriba".

Finalmente Rojas reconoció que Espinoza, a diferencia de Abraham, les dio un poco más de libertad y eso se expresa en una leve alza en el rendimiento colectivo. "Puede ser que nos saltamos un poco más, pero somos los mismos jugadores que estamos con el profe que se fue, cambió un poco el aire, pero somos los mismos".

El partido no fue de un gran corte técnico, ambos elencos tienen graves errores de conformación de plantel que se notan a la hora del pase preciso o la definición de la jugada, pero no se puede negar que hubo intensidad y que Diablos y Leones fueron siempre en búsqueda del arco contrario.

Durante la semana el técnico Rubén Espinoza adelantó que una de las fortalezas de Copiapó eran las pelotas detenidas, tanto a favor como en contra y fue precisamente así como llegó el primer gol de los chillanejos, gracias a un balón que desde la derecha lanza José Loncón y que conecta de buena manera Eduardo Vilches con un golpe de cabeza. En el complemento se repite la jugada ya descrita párrafos más adelante y en ambos casos los Rojos reciben sin marca, problema de los copiapinos al cual los dirigidos de Espinoza supieron sacarle provecho.

Ñublense no hizo un gran partido, no lo ha hecho en todo el año y es por ello que poco importa esa faceta a estas alturas del campeonato en el cual lo más importante son los puntos y ayer, en su casa, ante su gente, se quedó con las tres unidades.

De esta manera Ñublense sentenció su actuación como dueño de casa durante este torneo y lo hizo de buena manera, ya que el triunfo sobre el elenco del norte le permitió trepar en la tabla del 14° al 12° puesto y de paso sacarle once puntos de ventaja a Unión La Calera que hace dos partidos parecía amenazar al Diablo para jalarlo de la cola y acercarlo peligrosamente al descenso.

lugar 12°

ocupa Ñublese al sumar 29 puntos. Se alejó a once unidades del colista, que es Unión La Calera. 16.00

Sumaron tres puntos, pero también confianza

ANTE COPIAPÓ. Reconocieron que el factor es clave para el triunfo.
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Hace tres fechas Ñublense era un equipo tremendamente golpeado y que parecía sumergirse en la impotencia futbolística.

Sin embargo, las penas del fútbol se pasan con fútbol y tras el cambio de entrenador el plantel pareció respirar, y si bien el alza futbolística está lejos de presentar un nivel superlativo, por lo menos el equipo se ordenó y logró sumar seis puntos en los últimos tres partidos.

Ante Copiapó, Ñublense no sólo sumó las tres unidades al ganar por 2 a 0, sino que también confianza, según reconocen los mismos jugadores.

"Necesitábamos este envión anímico, nos faltaba la confianza para ganar un partido, pero lo logramos", dijo el portero Sebastián Contreras.

Eduardo Vilches, el autor del primer gol, estableció que "es una jugada que practicamos en la semana y gracias a Dios salió el gol que nos sirvió para tomar confianza, el partido lo planificamos de una forma y se dio de esa manera, así que estamos felices porque estamos escapando del descenso".

El defensa Paulo Olivares aportó que "costó mucho, pero fue un partido bueno para nosotros, nos hacía falta para volver a confiar".

Matías Améstica agregó que "queríamos ganar los tres puntos, por lo menos darle una última alegría a la gente y lo logramos hacer".

Quien también analizó el factor confianza fue el técnico interino Rubén Espinoza. "Los jugadores son profesionales y hemos tratado de darles confianza, insistiendo en la capacidad de ellos, no poner en duda que son capaces de entregar su mayor esfuerzo futbolístico y físicamente, cuando no se puede jugar bien han sacado el amor propio".

Sobre el encuentro remató que "los jugadores tuvieron la tranquilidad en los momentos adversos para mantener el arco en cero, me quedo con la actitud que mostraron".