La polémica en el Cuerpo de Bomberos de Pinto parece recién estar comenzando, luego de que una de sus directoras, María Barahona, acusara al segundo comandante de supuestamente robar gasolina y vender agua para llenar piscinas.

"En peligro se encuentran las arcas fiscales en el cuerpo de Bomberos de Pinto, atroces irregularidades por el segundo comandante, Rodrigo Sepúlveda, al sacar bencina sin autorización alguna desde el interior del cuartel, para uso personal. Como también extraer sin autorización agua potable de los grifos públicos con el objeto de comercializarla y lucrar, con el llenado de piscinas, cuestión que se agrava más ante la crisis hídrica que hoy vive la comuna", fue la declaración pública que realizó la mujer en Concepción, no sin antes denunciar estos hechos ante la fiscalía local de Chillán.

Según acusa María Barahona, el mando del Cuerpo de Bomberos de Pinto está realizando diversas gestiones para encubrir estas irregularidades y acallar sus denuncias, hostigando a quienes han respaldado la acusación.

Réplica

A través de un comunicado público, fue el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Pinto, Mauricio Jara, quien desmintió los dichos de María Barahona y señaló que ella fue directora de la Segunda Compañía entre agosto a diciembre del año pasado, sin que mantuviera dicho cargo durante este año. "Acusa el robo de combustible, pérdida que no pudo esclarecer al momento de realizar la acusación", señaló el superintendente, agregando que respecto al hurto de agua potable, "existe una declaración de la cooperativa de Recinto y Los Lleuques donde desmienten los hechos relatados". Por ello, aseguró que tomarán medidas contra quienes dañan la imagen de Bomberos.

Danny Fuentes Espinoza

Dentro de las próximas semanas se realizaría una nueva asamblea en la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Chillán (Cesch) con el objetivo de elegir a los dirigentes de este año, ya que hasta entonces Cristian Marinado se desempeñaba como vocero a nivel local.

Sin embargo, la noticia de su deceso caló hondo entre los miembros del movimiento estudiantil, quienes manifestaron su profundo dolor ante la pérdida del joven de 19 años que estaba cursando cuarto medio en el Instituto Superior de Comercio (Insuco), más conocido como Liceo Comercial de Chillán.

Fue durante la madrugada del día sábado que los detectives de la Brigada de Homicidios fueron instruidos por el Ministerio Público para realizar las pericias en el Puente Las Lajuelas, en el kilómetro 7 de la ruta que une la capital provincial con Yungay, en específico en la ribera sur del río Chillán.

"De acuerdo al peritaje realizado en el sitio del suceso se pudo apreciar que no existe evidencia ni vestigios que sugieran la intervención de terceras personas", dijo el comisario Luis Garrido, subjefe de la Brigada de Homicidios de Chillán.

Según comentó el oficial policial, tras realizar las averiguaciones y exámenes correspondientes, derivaron el cuerpo hasta el Servicio Médico Legal, donde se le practicó la autopsia de rigor.

El cuerpo fue velado durante el día sábado en la sucursal de servicios funerarios de Copelec, y ayer, cerca de las 8 de la mañana, una carroza fúnebre trasladó los restos de Cristian Marinado hasta Santiago, ya que la voluntad de la familia fue sepultarlo en la capital, durante la tarde.

Reacciones

"Como dirigente de estudiantes secundarios fue una cara visible del movimiento y un referente importante dentro de la organización del Liceo Insuco, así también en la articulación de las reuniones con los estudiantes universitarios", dijo ayer Juan Riquelme, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío Bío.

En la Universidad de Concepción, en tanto, el presidente de la federación de estudiantes, Juan Sepúlveda, señaló que "hay conmoción porque se trata de un compañero organizado y propositivo que participó activamente del movimiento estudiantil". Por ello, dijo que los universitarios también se acercaron a entregar condolencias a la familia.

El 26 de abril se cumplieron dos años desde que la familia de Irma Solís la contactó por última vez, vía Skype. Ahora, dos años después, con un imputado en prisión preventiva por ser el supuesto autor de su secuestro, dar con su paradero es el gran anhelo de sus más cercanos.

Así lo señaló Eduardo Solís, tío de la profesora chillaneja que se radicó en Punta Arenas, ciudad donde se le vio por última vez.

"Optamos por no realizar ninguna actividad conmemorativa, porque la primera semana de mayo de 2015 hicimos la denuncia por la presunta desgracia, pero resulta que esa fecha coincide con la muerte de su hija", contó Eduardo Solís.

De hecho, en mayo de 2015, para el cumpleaños de la niña se esperaba que Irma Solís llegara a Chillán para celebrar con ella la fecha especial de la única hija que tuvo.

Pese a que el Ministerio Público formalizó por secuestro a Eduardo Jara Verdugo, de 33 años, ya que él fue la pareja de Irma Solís hasta la fecha de su desaparición, el paradero de la mujer sigue siendo todo un misterio.

"Para nosotros, como familia, el hecho de que él esté en la cárcel es un dato más. Lo que más anhelamos nosotros es saber qué pasó con ella, dónde está su cuerpo", dijo Eduardo Solís, quien dijo que para los padres y la hija de Irma Solís han sido dos años difíciles.

Respecto a la labor del Ministerio Público y la PDI, el tío de la víctima dijo que está conforme con los cambios surgidos en los últimos meses, ya que cambió la jefatura en la Brigada de Homicidios de Punta Arenas y el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, asumió de lleno la causa por el fraude en Carabineros, delegando la causa penal de Irma Solís a Fernando Dobson, quien solicitó ampliar el plazo de investigación.