En teoría, las normas están para cumplirlas, y quien no lo haga deberá ser multado. Ya sea por la falta de educación vial, personal, o que las entidades encargadas de velar porque se respeten buscan prevenir hechos de mayor gravedad, lo concreto es que al momento de transitar por diversas arterias de la capital de Ñuble es posible apreciar que quedan impunes.
Si bien, gran parte de esas situaciones se dan en el sector céntrico, las zonas rurales tampoco escapan a este tipo de conductas temerarias, que finalmente no hacen más que poner en riesgo la vida de las personas.
Uno de estos puntos corresponde a la esquina de 5 de Abril con Avenida Libertad, donde frecuentemente los automovilistas que doblan hacia esta última arteria, lo hacen en doble fila, lo que ha provocado más de un topón. "Esta es una situación habitual, mayoritariamente de colectiveros, siendo el horario donde se repite con más frecuencia entre las 12:30 y 14:00 horas. "El chillanejo es imprudente, anda acelerado, falta una mayor educación vial", agregó Marcela Navarrete.
Más fiscalización
Otro de los lugares donde a diario se vulnera la normativa sin existir mayores sanciones, es en las inmediaciones de la medialuna, en calle Palermo. Pese a haber letreros instalados que señalan que no se puede estacionar, esta vía es utilizada mayoritariamente por los buses interurbanos, incomodando a los residentes.
"Es un hecho que se produce a toda hora del día. No sería nada que se estacionaran, pero además las inmediaciones las utilizan de taller, y hasta baño, por lo que en el verano los olores son insoportables", puntualizó Salomón Esparza.
Quien también fuera presidente de la Junta de Vecinos del sector, detalló que dicho fenómeno se repite hace alrededor de cinco años, "aunque hubo un tiempo en que se había terminado ya que durante mi gestión se puso una señalética de No Estacionar. Sin embargo, hace tres meses que fue sacada y aún no es repuesta", precisó.
A juicio de Esparza, junto con el no respeto de la normativa por parte de los conductores, "falta una mayor fiscalización, tanto por parte de Carabineros como de inspectores municipales. Esta es una calle de alto tráfico, por lo que debería estar más despejada", criticó.
Invasión a la privacidad
Viernes y mayoritariamente fines de semana largo, son días esperados con ansias por la comunidad para poder descansar y disfrutar con la familia. Sin embargo, para los vecinos de villa La Colonia (pasaje sin salida), ubicada a un costado del terminal de buses María Teresa, ese escenario ideal está lejos de darse.
Lo anterior, ya que su tranquilidad se ve afectada por conductores que utilizan el lugar para dejar sus automóviles y así evitar por un lado el pago del aparcadero del rodoviario, y por otro, ser infraccionados, pues existe un letrero que prohíbe estacionar.
"Quienes vienen a dejar gente al terminal, llegan y entran estacionándose en cualquier lugar del pasaje, lo que nos produce incomodidad", sentenció Edgardo Zapata, quien vive hace 30 años en el lugar.
Junto con dificultades de desplazamiento, considerando que el lugar es estrecho y sin salida, la conducta de los automovilistas ha provocado problemas mayores. "En más de alguna oportunidad han habido tantos autos que el camión de la basura no ha podido entrar, lo que ha impedido retirar los desechos", lamentó Zapata.
Recurrente
En la última década, el número de automóviles en Chillán ha sufrido un explosivo aumento. De acuerdo a Anuarios Parque de Vehículos en Circulación (2005 y 2015), Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en ese lapso los vehículos particulares pasaron de 20.100 a 43.308.
Ese signo de modernidad, sin embargo, ha comenzado a generar diversos trastornos viales. A los conocidos "tacos", se suma el que cada vez haya menos lugares para estacionarse, por lo que con tal de poder aparcar su vehículo los chillanejos lo hacen en cualquier lugar, sin respetar la normativa.
Aunque en términos generales, la doctrina de la policía uniformada implica que las multas están asociadas a cometer infracciones que puedan ocasionar un accidente de tránsito (no respetar luz roja, discos Pare, Ceda el Paso, entre otras) y el tema de los autos mal estacionados pasa a un segundo plano, en Chillán la situación es distinta. "En el 2016 se cursaron 2.575 infracciones, y en lo que va de este año tenemos más de 3.000 llamados a la Central de Comunicaciones (Cenco) solicitando presencia de nuestro personal por vehículos mal estacionados, especialmente que dificultan la salida de autos particulares, ocasión en la que esos conductores son multados", enfatizó capitán Christian Morales, Subcomisario de los Servicios de la Segunda Comisaría de Chillán.
En tanto, conscientes que la problemática se vuelve cada vez más común, precisan desde el municipio de Chillán, "que junto con la fiscalización, la situación se aborda también entregando información a la comunidad para que no cometa la falta".
Pese a los esfuerzos, durante el 2016 se cursaron un total de 2.967 infracciones de tránsito por parte de inspección municipal y la parte más importante de ellas son por mal estacionamiento", precisaron desde la entidad edilicia.
Al respecto, el capitán Carlos Cortés, jefe de la Sección Investigadora de Accidentes de Tránsito (Siat) Ñuble, destacó la labor que realiza la institución para fomentar la educación vial. Asistimos a colegios, juntas de vecinos a dar charlas respecto al correcto uso del automóvil. A veces hay dos o tres vehículos por casa, los que incluso en ocasiones son ocupados para ir a los mismos sitios. Aunque por el tema climático es complicado, el ideal es que la comunidad se traslade en el transporte público, y deje sus autos en la casa", relató el oficial policial.
Tarea primordial
En el marco de una iniciativa a nivel nacional, sumada a la petición de distintos actores sociales, en marzo se reactivó una Patrulla de Tránsito a cargo de un oficial, "labor centrada exclusivamente en velar el cumplimiento de dicha normativa, lo que se ha traducido en una baja de accidentes y fallecidos a mayo del 2016, pasando de 327 a 251, y de 5 a 3, respectivamente", detalló Morales.
En relación a los puntos que figuran en este trabajo periodístico, el oficial de la policía uniformada es enfático. "Se han hecho y se hacen frecuentemente fiscalizaciones, obteniéndose mejores resultados gracias precisamente a la Patrulla de Tránsito", subrayó Morales.
En ese sentido, Morales destacó el trabajo que se efectúa en la ruta que une Chillán con las discotecas, donde debido al consumo de alcohol que se produce en dichos locales, aumentan las posibilidades de accidentes fatales.
"En este último tiempo, hemos estado fiscalizando tres fin de semanas al mes a los conductores, no siempre en los mismos días y horarios, ya que queremos evitar que la gente sepa con antelación de nuestra presencia", sentenció el capitán Morales.