Danny Fuentes Espinoza
El reconocimiento de dos circunstancias atenuantes le permitieron a Catalina romero Gangas ser condenada a 5 años y un día de cárcel por el delito de parricidio, ya que el tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Chillán dio por acreditado que acuchilló en el cuello a su pareja, en Coihueco, el 23 de abril del año pasado.
En una audiencia que no superó los cuatro minutos, la condenada escuchó sentada la resolución de los tres jueces que durante la semana pasada escucharon los alegatos, encabezados por el fiscal Eduardo Planck, junto al querellante del Centro de Apoyo a Víctimas, Guillermo Valdés, mientras que fue Gumercindo Quezada el abogado particular que defendió a la mujer de 26 años.
"La postura de la defensa es que hubo legítima defensa; sin perjuicio, reconocemos que el fallo acogió muchas de las circunstancias que nosotros invocamos, una vez establecido el veredicto condenatorio", dijo Gumercindo Quezada, quien agregó que "existe un poco de conformidad en relación a las penas que se habían solicitado".
En efecto, el Ministerio Público, representado por el fiscal Eduardo Planck, había solicitado que se le condenara a 17 años de cárcel a la mujer. No obstante, la pena se redujo toda vez que se le reconoció la irreprochable conducta anterior y la colaboración sustancial con la investigación.
Los hechos
La mujer acusada declaró en juicio que el día de los hechos, alrededor de las 14 horas, estaba con sus dos hijas y Esteban, con quien estaba conviviendo en el último tiempo.
Junto a su pareja se inició una discusión que derivó en gritos porque supuestamente él la celaba, escalando así en la cantidad de improperios hasta que empujó a la mujer, cayendo al lado de la cama, golpeándose en la cabeza.
En ese momento, según se dijo en el juicio, intervino la hija de la mujer, menor de edad, quien increpó a Esteban Daza, por lo que la acusada reaccionó y de un canasto sacó un cuchillo; y en vez de intimidar al hombre, le enterró el cuchillo en el cuello, provocándole una severa hemorragia.
Esteban Daza se fue caminando hasta el Cesfam de Coihueco, lugar donde perdió la vida.
Disconformes
"Inevitablemente, uno se acuerda de cuando Esteban me acompañaba a pescar, a andar en moto, o cuando le enseñé a elevar volantines. Ahora él ya no está y la sentencia no es justa, porque se castigó como un homicidio simple y no un parricidio", dijo Esteban Daza, padre de la víctima.
Rosa Muñoz, madre del joven de 23 años, planteó que "la familia está destrozada y disconforme. Así como se dieron las cosas, estamos decepcionados de la decisión del tribunal". Por ello, anunciaron que evalúan presentar un recurso de nulidad.