La consagración de Alemania dio paso a las distinciones individuales de la Copa Confederaciones. En ese contexto, Claudio Bravo fue elegido como el mejor portero del campeonato, quedándose con el Guante de Oro. El chileno, quien disputó tres partidos en Rusia, recibiendo dos goles y tapando tres penales, aseguró que se tomó el premio "con la misma tranquilidad de querer estar y conseguir el mayor objetivo. Hoy no se logró y nos vamos con el gusto amargo de no conseguirlo en un gran momento".

Por otro lado, con tres goles y dos asistencias, el delantero alemán Timo Werner se quedó con la Bota de Oro y Julian Draxler, el capitán de los germanos, ganó el Balón de Oro, galardón en el que Alexis Sánchez terminó segundo.

El ex futbolista inglés Gary Lineker no sólo es famoso por ser uno de los mejores delanteros del mundo en los años '80 y '90, sino también por realizar agudas e inteligentes declaraciones. Una de ellas es, a estas alturas, un clásico: "El fútbol es un juego simple donde 22 hombres persiguen un balón y al final los alemanes siempre ganan."

A los 15 minutos del primer tiempo, y viendo cómo Chile dominaba con absoluta posesión de balón pero no lograba marcar un gol, no pude evitar acordarme de Lineker.

Para mí, hubo tres momentos claves que definieron el partido: Esos minutos iniciales en los que Chile fue dueño del juego, pero no supo traducirlo en goles; el error de Marcelo Díaz que terminó en el 1-0 de Lars Stindl; y el gol que al final se perdió Ángelo Sagal en la boca del arco, luego de una barrida impresionante de Edson Puch para evitar que la pelota se fuera al saque de fondo.

El asunto del finiquito en Chile no es nuevo. Ya desde los tiempos de Marcelo Bielsa se sufría para anotar. Y ese problema lo heredaron todos los técnicos sucesores: En partidos de alta competencia ante rivales cada vez más exigentes, el problema no es jugar bien o dominarlos, sino hacer los goles que confirmen lo anterior.

En esta final, luego del error de Díaz, ni él ni Chile pudieron volver. Alemania se afirmó y poco se pudo hacer con una defensa que se concentraba numéricamente atrás, especialmente en el medio, rodeando a Alexis Sánchez cada vez que tocaba un balón o haciéndole imposible a un frustrado Eduardo Vargas rematar con visibilidad. Esto obligaba a la Roja a replegarse e ir por los costados, tirando centros estériles que esta mal llamada "Alemania B" siempre despejó por altura o cantidad.

Que el error del gol le haya sucedido a Marcelo Díaz es de esas injusticias del fútbol que duelen, porque él es un jugador extraordinario en esta Selección, cuya presencia y ausencia marcan todo. Y jamás le había pasado antes. Todo lo contrario. Por eso, no podemos ni remotamente culparlo. Creo que más me afecta el gol que se perdió Ángelo Sagal, cuando justamente había entrado para momentos como ese y su definición podría haber cambiado todo.

Para perder una final, hay que haber llegado a ella. Yo me quedo con los largos abrazos de consuelo de Johnny Herrera a Arturo Vidal y de Jean Beausejour a Díaz mostrando el profundo vínculo humano establecido como equipo. Y me quedo con el pasillo de campeón que le hizo nuestra Selección a los alemanes, porque cuando se han ganado copas también hay que aprender que uno siempre puede estar del otro lado.

Cecilia Lagos

"El asunto del finiquito en Chile no es nuevo. Ya desde los tiempos de Marcelo Bielsa se sufría para anotar y ese problema lo heredaron todos los técnicos sucesores"."

*Cecilia Lagos es periodista deportiva. Ha colaborado con medios como ESPN y el Daily Mirror y fue rostro de esa área en TVN.

Marcelo Díaz no se escondió. El volante de la Roja sabe que fue el gran responsable del gol de Alemania, que terminó marcando la única diferencia entre ambos equipos, y así lo dejó en claro tras el partido.

"Soy el único responsable del gol de Alemania. Lamentablemente no pudimos empatarlo ni levantarnos de ese golpe. Mis compañeros siguieron jugando con una intensidad y una garra que pocas veces se ve, pero lamentablemente mi error nos jugó una mala pasada. Espero que esto sirva de experiencia", dijo el jugador del Celta de Vigo, quien agregó que "quizás pueda ser el peor error que cometa en mi vida de futbolista".

Sin embargo, "Carepato" fue ampliamente respaldado por sus compañeros, quienes desestimaron que su error haya sido el único factor que pesó en la derrota. "No nos reprochamos nada ni culpabilizamos a nadie. El fútbol tiene este tipo de cosas. Si fallas, no se perdona. Tuvimos ocasiones para dejar el error en el olvido y hacer más daño, pero ya está", dijo Claudio Bravo.

Sobre el partido, el capitán opinó que "nos queda la sensación de que pudimos hacer mucho más para poder terminar en la foto de campeón, pero más allá de eso no nos reprochamos nada. Dimos todo dentro de la cancha, nos vaciamos en el torneo".

"Todos los que jugamos estamos expuestos a situaciones de riesgo y errores. El partido pasó porque no tuvimos la contundencia que se necesita para ganar este tipo de juegos", señaló Jean Beausejour.

Gonzalo Jara, por su parte, comparó la situación de Díaz con el penal que falló en la definición ante Brasil en el Mundial del 2014: "Obviamente que no está bien, está triste. Cada uno vive su pena de manera diferente. A mí me tocó vivir en Brasil el tema del penal y uno asemeja las cosas luego de un par de días más allá de alguna palabra de aliento que te dan".

Arturo Vidal, en tanto, aprovechó de destacar el espíritu y la unión del plantel. "Marcelo falló en esa jugada, pero muchas veces lo ha hecho increíble y no hay nada que reprocharle. Estamos más unidos que nunca y sabemos que podemos seguir ganando cosas. Queda levantar el ánimo y seguir pensando en el Mundial", dijo el volante del Bayern Munich.

El "Rey", además, prometió que la Roja volverá a Rusia el próximo año a disputar la Copa del Mundo. "Sigan creyendo en esta selección porque vamos a seguir luchando, clasificaremos al Mundial y lo vamos a pelear", aseguró.

"Me voy con la cabeza en alto por lo que he hecho, pero lamentablemente con un error que significó perder una copa".

Marcelo Díaz, Volante de Chile"