De acuerdo a los resultados entregados esta semana por el INE, en el trimestre marzo-mayo de 2017, el desempleo sube a 7%, esto es 0,3 puntos más que el mes anterior y 0,2 puntos más que hace 12 meses. Con ese resultado, se cumplen seis meses consecutivos de aumento del desempleo y, adicionalmente, es la tasa más alta en 6 años para este trimestre.
La desaceleración económica se instaló en el índice más sensible de nuestra economía, el desempleo, con un 6,8%. Eso quiere decir que en Chile hay más de 582.900 y los sectores que más disminuyeron los empleos son agricultura y alojamientos. En síntesis, durante el Gobierno de la Nueva Mayoría, la creación de puestos de trabajo cae significativamente, de un promedio de 254 mil nuevos empleos por año en el gobierno del Presidente Piñera, a 85 mil (caída de 67%).
El 75,7% de los nuevos puestos de trabajo, a partir de marzo de 2014, son "cuenta propia", sin contrato ni pago de cotizaciones. Durante el Gobierno de Sebastián Piñera, sólo un 23,7% de los nuevos empleos era de esa naturaleza. Esa situación, generada por la caída en la inversión y el crecimiento, y por efecto de la incertidumbre que se instaló en el país durante los últimos años, contradice el discurso del Gobierno, al menos en tres materias en las que ha insistido particularmente. La lucha contra la "desigualdad", pues todos los resultados conocidos hasta ahora señalan al acceso al empleo como una de las herramientas de movilidad social, salida de la pobreza y que reduce la brecha entre los ingresos de los chilenos más pobres y los más ricos. Los derechos de los trabajadores, para lo cual consagró una reforma laboral que concede un poder sin contrapeso a los sindicatos. Sin contrato, los trabajadores no tienen acceso a un sindicato y tampoco a la defensa de sus derechos. El monto de las pensiones, sin contrato, no hay pago de cotizaciones, con lo cual durante estos años se ha debilitado el ahorro previsional de esos trabajadores, seguir hablando de mejorar las pensiones con lagunas previsionales significativas no tiene sentido y el desafío del próximo gobierno será recuperar las confianzas de los agentes económicos, fomentar la contratación, flexibilizar el mercado laboral, aumentar la productividad de los trabajadores y buscar inversiones intensivas en mano de obra.
La política expansiva del gobierno, con aumentos excesivos del gasto fiscal, sólo agudizo el endeudamiento del Estado sin producir nuevos emprendimientos y empleos. El costo de estas políticas erradas las están pagando las familias más humildes y un sector de profesionales jóvenes que no tienen opción laboral, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Frank Sauerbaum Ex diputado por Ñuble, Ingeniero Comercial-MBA.