Prácticamente una década de triunfos suma la atleta Valentina Salazar. Atrás quedó la niña de voz tímida que se convirtió en una joven que ahora habla con propiedad de su carrera deportiva, atesorando el pasado, los momentos de gloria y que toma con calma los no tan felices.
Sólo a modo de recuerdo, en el 2009 y con sólo 13 años se tituló campeona sudamericana escolar en Ecuador al lanzar 37 metros y 70 centímetros, lo anterior gracias al primer lugar nacional en los Juegos Escolares del IND, competencia que se acostumbró a ganar hasta que egresó de cuarto medio del Colegio Padre Hurtado.
De ahí en adelante la lista en larga y las medallas en los Juegos de La Araucanía son parte de la colección. Se suman participaciones en el Sudamericano Sub 23 en Perú donde obtuvo el tercer lugar y ya en la universidad se alzó el 2016 como la campeona de la categoría, más la presencia en el podio en los Juegos Deportivos Nacionales.
Ahora Valentina tiene 21 años, estudia terapia ocupacional en la Universidad Andrés Bello en Santiago y compite por el Club Deportivo Universidad Católica.
Valentina sabe de victorias, pero entre sus preferidas destaca el ya citado Sudamericano Escolar y su marca de 52 metros y 9 centímetros que alcanzó el 2016 en el Torneo Interclubes Guillermo García Huidobro, donde rompió la marca Sub 23 Nacional que se arrastraba hace ya siete años.
Su última estación fue el Sudamericano Adulto en Paraguay, donde no se subió al podio producto de una fractura por estrés en el pie derecho, obstáculo que ya la tiene con la mente puesta en los Juegos Bolivarianos de noviembre en Santa Marta, Colombia.
- ¿Cómo evalúas el 2017?
- Este año partí súper bien, pero me frenó la lesión del pie y la arrastré todo el semestre, por lo tanto, para el resto de los campeonatos del año ya estaba media lesionada y todo lo tuve que hacer un poco a medias, un poco asustada, insegura y todo eso fue bien fome, en el segundo campeonato del año estaba lanzando 50 metros lo cual es súper bueno, pero al final no pude mejorar mucho más, de todas maneras las lesiones son parte del deporte.
-¿Qué recuerdas de tu primer campeonato?
- ¡¡¡Ufff!!!… ¿mi primer campeonato?....empecé cuando estaba en el colegio en la categoría peneca, me acuerdo que viajábamos con los papás a San Carlos de Apoquindo a los torneos escolares, estaba en quinto básico, viajábamos en patota, nos quedábamos en los gimnasios a dormir, era súper entretenido, de ese tipo de cosas me acuerdo harto. Una vez en San Carlos de Apoquindo, que es donde entreno ahora, estaba nevando y fue bien bonito ver la pista nevada. Y con respecto al primer torneo importante, me acuerdo que era chica cuando fui a primer Sudamericano Escolar, tenía como 12 años, fue en Uruguay, era súper enana.
- ¿Cómo valoras lo anterior con el paso del tiempo?
- Son recuerdos súper lindos, haber partido tan niña y ver todo eso hacia atrás es emocionante, ver todo lo que uno va aprendiendo en el atletismo es algo especial, antes entrenada sólo dos veces a la semana y todo era como un juego, siempre es un juego porque es algo que me gusta, pero ahora es con una intención más competitiva.
- ¿Mantienes esa cuota de nerviosismo antes de cada competencia?
- Si, eso no se pierde, incluso cuando no lo siento estoy casi segura que me va a ir mal, siempre tiene que estar esa cuota de presión en el pecho para poder lanzar lejos.
- ¿Cuándo sentiste que el deporte sería algo especial y no sólo un pasatiempo?
- Cuando estaba en tercero medio y entrenada con Samuel Caroca, ahí ya sabía que el atletismo era para algo más serio, cuando estaba en el colegio sentía que era buena, pero hubo una diferencia, porque fui la primera en salir del colegio y seguir, seguí clasificando a Sudamericanos fuera del colegio y es por eso que estoy orgullosa de mantenerme en el atletismo más allá del colegio.
- ¿Cómo ordenas tu vida para estudiar y entrenar?
- Creo que todo es producto de haber partido tan chica, el deporte te ayuda a disciplinar tu vida, cuando salí de cuarto medio tenía la intención de entrenar solamente, pero al final igual me puse a estudiar y en mi caso estudiar una carrera que me gusta ha sido súper importante, no es un esfuerzo tan grande. Es pesado hacer las dos cosas, pero hay que disciplinarse, por ejemplo, entrenar es algo obligatorio, pero también estudiar, incluso los horarios en los que haces las cosas los mantienes, independiente que tengas tiempo libre. Muchas veces salgo de clases y me voy directo a entrenar.
- ¿Es difícil ser atleta en Chile?
- Diría que sí, es una experiencia enriquecedora, es difícil, claramente nunca he hecho atletismo por plata, pero a veces hay recompensas económicas que al final uno las valora harto ya que se le dedica harto tiempo. Por ejemplo cuando me lesiono hay que hacer tratamientos que tienen un costo.
"Cuando haces tu mejor marca todo lo malo se olvida, es algo muy lindo y que compartes con todos tus cercanos". "Mi principal objetivo es meter una marca que a mí me deje conforme"."
Años 21