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Alcaldes visualizan los beneficios y tareas que tendrá la nueva región

ÑUBLE. La mayoría de las autoridades comunales creen que habrá progreso, aunque advierten de algunos puntos que deberán abordarse para alcanzar un desarrollo equilibrado.
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Marcelo Arroyo L.

No todo es alegría y el cumplimiento de un anhelo de dos décadas. Ahora, la nueva región se transforma en un "desafío" para las 21 comunas, aseguraron sus alcaldes.

Entre la ventajas que visualizan los jefes comunales se encuentra la cercanía que tendrá la capital regional Chillán a diferencia de lo que ocurre hoy con Concepción, en el caso de aquellas comunas más distantes que se encuentran a lo largo del valle central la precordillera ñublensina.

Para la mayoría de los alcaldes también habrá una mayor identificación de los territorios con las nuevas provincias de Itata, Diguillín y Punilla, situación que ya venía fortaleciéndose en los últimos años a través de las asociaciones de los municipios ubicadas en cada uno de esos territorios.

Un hecho relevante para las autoridades comunales será la destinación de los fondos de desarrollo regional (FDNR), en que destaca que la posibilidad de financiamiento para los proyectos sería mayor, dado que ahora se podrán priorizar en menos comunas y no en las 54 de la actual región del Biobío.

Algunos de los ediles recalcan que la creación de la nueva unidad territorial servirá de instrumento para alcanzar el progreso. Otros como Ñiquén, San Fabián, Coihueco, Pinto y Chillán Viejo tendrán una mejor conexión y ayudará a que su habitantes puedan recurrir a los servicios públicos de manera más rápida y directa. En el caso de Trehuaco, Coelemu, Quirihue, Cobquecura y Ninhue, les ayudará a dejar la condición de Zona de Rezago.

Sin embargo, para Yungay, Pemuco, El Carmen y San Ignacio será la oportunidad para que se concrete el mejoramiento de la Ruta N-59, más conocida como la "ruta de la muerte".

A pesar de la relevancia de ser región, para algunos alcaldes es importante que la descentralización opere también al interior del "nuevo Ñuble". Un caso emblemático será Yungay, comuna que quedará distante de Bulnes y Chillán, pero que a modo de compensación podría disponer de algunos de los servicios públicos con que contará la nueva provincia de Diguillín.

Misma opinión se comparte en la provincia de Itata, en la que se propondría que, por ejemplo, algunas delegaciones o reparticiones de turismo o agricultura puedan funcionar en otras comunas que no sea la capital provincial, Quirihue.

Estos temas serán parte de las tareas del próximo delegado presidencial, que deberá instalar la nueva región.

comunas repartidas en tres provincias (Itata, Diguillín y Punilla) tiene la nueva región de Ñuble. 21