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Héctor Hernández, poeta: "El acto político más efectivo es restarse"

ARTE. El prolífico autor, de visita en Chillán, habla de su inminente retiro de la poesía y recuerda a Gonzalo Rojas.
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Matías Troncoso Carrasco

De los poetas nacidos post Golpe de Estado, Héctor Hernández Montecinos (Santiago, 1979) es el que, probablemente, ha logrado la obra de mayor trascendencia en un medio cultural que primero lo invisibilizó y luego terminó por adularlo.

Desde ayer se encuentra en Chillán invitado por el Grupo Literario de Ñuble. Ya dio un taller, que fue conversatorio y también charla, en la casa de Gonzalo Rojas y visitó la tumba del poeta. Hoy por la tarde, en el Teatro Municipal, estará presentando su último libro "Buenas noches luciérnagas", suerte de ensayo, novela, manifiesto, arenga o incluso guerrilla, como el mismo lo define.

"Lo que me deja tranquilo del libro es que no estoy yo armando una historia, sino que es una historia hecha por muchos, con infinidad de voces y se puede leer de muchas maneras y muy distintas . Es una puesta en escena o un documental en papel, algo así como un documental pobre", comenta.

Parte de un grupo de escritores auto-descubiertos en el taller Balmaceda 1215 a cargo del poeta y librero Sergio Parra, y denominado a inicios de la década pasada como la Novísima, el autor de "Debajo de la lengua" siente acercarse a un nuevo comienzo, con la llegada de los 40, que siempre se antecede de una muerte, en su caso, de su propia escritura poética.

"Creo que es un buen momento para dar por finalizada mi obra en poesía. Escribí mucho, traté de dar lo mejor de mí, la entendí como entiendo la vida; frenéticamente, con muchos errores y algunos aciertos, algunos buenos poemas. Me retiro, pienso seguir escribiendo eso sí, ensayos, tal vez novelas, pero haré todo el intento por darme por terminado como poeta. Quisiera llegar a viejo y contarle a alguien 'cuando joven escribí algunos poemas'", asegura con total naturalidad Hernández, como si en vez de tener 38 cargara con bastantes más años.

El poeta se declara menos "mochero" que en sus inicios, cuando libró recordadas peleas epistolares y mediáticas con propios y ajenos. "Para mí la poesía es juntar, convocar y no separar. Por ejemplo, ya no hago performances que puedan asustar a alguien, me parece que esa no es la idea y no es lo que yo he buscado con mi poesía", reflexiona.

En 2011, en medio del estallido del movimiento estudiantil -del que escribió mucho antes que se configurara como tal- Hernández volvió de México para reinstalarse en Santiago y vivir de cerca aquel momento. Armó una universidad libre donde junto a otros escritores enseñaban, sobre todo, el valor de la creatividad. Según su visión, el movimiento no decantó en un verdadero cambio cultural, para lo que fue parido. Hoy, el premio Pablo Neruda 2009 dice observar, con asombro y algo de resignación, cómo el neoliberalismo se ha apoderado de los chilenos: "Frente al bombardeo del mercado, de las tarjetas de crédito y el consumo, me parece que lo que queda es decir 'no gracias, paso'. El acto político más efectivo es restarse, tal y cómo están las cosas. Buscar autonomía, no depender de las grandes corporaciones".

Gonzalo Rojas

Acerca de la importancia de Gonzalo Rojas, Hernández cree que "el campo cultural y el país han sido injustos con su obra, con reconocerlo y con quererlo. Quizás es el primero de nuestros poetas al que hay que agradecerle, sin duda, hay una deuda con él".

Escritura frenética

El poeta y ensayista descubrió la poesía a los 19 años, mientras estudiando Literatura en la Universidad Católica ingresó a Balmaceda 1215 con su amiga Paula Ilabaca, donde conoció a Carmen Berenguer y Pedro Lemebel. Un poema de Héctor Hernández puede alcanzar, con holgura, las 30 o 40 páginas. Publica todo lo que escribe; de ahí se entiende que su obra complete más de 30 libros publicados, desde el 2000 a la fecha. En 2014 se editó "Halo: 19 poetas nacidos en los 90'", una antología de su autoría que reunió a creadores nacidos en democracia concertacionista. Hernández asegura que publicará un último libro de poemas antes de dejar ¿definitivamente? el oficio de poeta.

Para nostálgicos y pequeños: Cachureos en Chillán

SHOW. Marcelo y los personajes del mítico programa televisivo, llegarán a Ñuble a contar sus historias y cantar junto a la familia y los niños.
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El próximo domingo 13 de agosto, a las 12:00 horas, en el Teatro Municipal de Chillán, Cachureos traerá su show ideado para los más pequeños del hogar, con concursos incluidos.

El programa infantil de mayor permanencia en la televisión chilena, con más de veintisiete años de trayectoria dedicado a entretener, educar y entregar valores a los niños llegará a la capital de Ñuble con un espectáculo que viene presentando durante los últimos meses en distintas ciudades del país.

Marcelo y sus personajes Epidemia, Gato Juanito, Señor Lápiz, Conejo Wenceslao, Chanchoman y muchos otros, vendrán a divertir a chicos, pero también a grandes que disfrutaron de sus historias y canciones durante su niñez.

Cachureos es un proyecto infantil de carácter internacional, además de su éxito en Chile desde el año 1983, han grabado programas en Argentina, México, Canadá, USA, China, Italia y España.

Durante años, ha sido transmitido por diferentes señales de televisión abierta, como: TVN, Canal 13 o La Red, y en canales de cable, como Etcétera TV en Chile y Sorpresa TV en EE.UU. En la actualidad, sus capítulos son retransmitidos por la señal alternativa de la ex estación católica, Rec TV.

Incluso, en los últimos años, Cachureos se ha presentado en importantes festivales de música, como Lollapalooza, el Festival de Dichato y la popular Fiesta de la Pampilla, en Coquimbo. En todos sus shows han asistido más de 120 mil personas.

En Chillán, las principales historias y canciones del programa infantil podrán ser disfrutadas por el público. Desde 1984, Cachureos cuenta con más de una decena de álbumes de estudios, que registran todas aquellas canciones que alguna vez aparecieron en la televisión y gozaron de gran popularidad entre los niños.

Las entradas para el 13 de agosto están disponibles en ticket.dale.cl y en las boleterías del teatro, con precios desde los $7.000.