La reciente encuesta de la Corporación de Desarrollo del Bío Bío (Corbiobio) a 1.121 residentes de la Octava Región reveló esta semana que el 48,7% de los consultados considera que la creación de la Región de Ñuble será beneficiosa para sus habitantes, mientras que sólo un 10,5% opinó que resultará perjudicial. Paralelamente a ello, un porcentaje mayoritario de opiniones -29,5%- estimó que la división regional no tendrá mayor impacto para la región madre.
Precisamente esta argumentación expresada en este sondeo de opinión se convierte en un verdadero espaldarazo de la actual región al manifiesto interés de Ñuble por independizarse del Bío Bío, en momentos en que el Tribunal Constitucional analiza los argumentos esgrimidos por parlamentarios de dicho territorio en contra del proyecto de ley que ya fue despachado con un voto mayoritario del Congreso.
El TC ha estado revisando los argumentos que se han dado para rechazar la separación de Ñuble, como por ejemplo la desproporcionalidad en materia parlamentaria con la que quedaría la región original, o la dualidad que tendrían los consejeros de Ñuble en el actual Gobierno Regional, si bien representarán a otra región.
Lo cierto es que no sólo la opinión ciudadana ha tomado partido ya por la separación de Ñuble de la Región del Bío Bío, pues se han dado señales claras desde el gobierno regional no sólo de aceptar esta posibilidad sino también de preparar el camino para que ello ocurra con la mayor normalidad.
Cabe recordar que en la Estrategia de Desarrollo Regional del Bío Bío 2015-2030 consideró la opción de la separación de Ñuble, dejando abierta la posibilidad de aplicar muchos de los contenidos que allí se incluyeron, sobre todo en cuanto al desarrollo del sector agroalimentario, la gestión del agua, el capital social, el patrimonio cultural, la gestión de riesgos, la modernización de la infraestructura y ciudades, la adecuación de la gobernanza y las mejoras a la gestión pública. Estre documento es también un reconocimiento de la aceptación regional frente a una política que contó con el pleno respaldo del gobierno de la Presidenta Bachelet.
Ahora bien, una vez resuelto el paso de la iniciativa de ley por el Tribunal Constitucional, es un hecho que la planificación de la nueva región deberá pasar ineludiblemente por establecer una alianza permanente con la región madre, sobre todo en materias económicas y de exportación, pues no se enciende una región agrícola como la nuestra sin una salida de sus productos al exterior por medio de los puertos del Bío Bío. Sin duda, esta interrelación habrá que volver a construirla en base a confianzas y a posturas afines que potencien el crecimiento de ambos territorios en conjunto.