Reforma Agraria: el engaño
Señor Director:Al comenzar la década de 1960 el apremio por una reforma agraria se reveló en la sociedad chilena. Contó con el respaldo de la Iglesia Católica que repartió sus tierras entre el campesinado con el apoyo de Estados Unidos a través de la Alianza para el Progreso. Enfrentando presiones, el gobierno de Jorge Alessandri promulgó en 1962 la primera ley de Reforma Agraria Nº 15.020, la que permitió redistribuir tierras estatales entre campesinos y organizar instituciones fiscales.
La llegada de la Democracia Cristiana, a través de la presidencia de Eduardo Frei Montalva, con su "Revolución en Libertad", el proceso de reforma agraria alcanzó un impulso vertiginoso. Bajo el lema "la tierra para el que la trabaja" se buscó sin conseguir la modernización del mundo agrícola. Se expropiaron alrededor de 1.400 predios agrícolas, 3,5 millones de hectáreas. Al mismo tiempo, comenzaron a producirse huelgas y tomas masivas de predios que polarizaron a la sociedad agraria chilena. Demostrando una descapitalización y retroceso en la actividad agrícola.
El gobierno de Salvador Allende, "con sabor a empanada y vino tinto", continuó el proceso de reforma agraria, expropiando el máximo de tierras que le fue posible, traspasándola a la administración estatal en asentamientos campesinos. Estuvo acompañado de una efervescencia campesina con ocupación y tomas masivas de predios, desatándose en el mundo rural un clima de violencia, enfrentamiento, odio desconocido en los campos chilenos.
Al 11 de septiembre de 1973, la Unidad Popular había expropiado cerca de 4.400 predios agrícolas, que sumaban más de 9,4 millones de hectáreas de las mejores tierras. Sin entregar un "solo título de propiedad". Este fue el "gran engaño al campesinado", ya que nunca estuvo en sus objetivos. La finalidad era la abolición de la propiedad privada, con granjas colectivas al estilo cubano.
La Reforma Agraria, las consecuencias la sufrieron toda la población y los sectores más postergados, producto de una aguda escasez de alimentos, terminando finalmente en un brutal fracaso; se llegó a un déficit de la balanza comercial agrícola de más de 600 millones de dólares, destruyendo la fuente productiva y desabasteciendo al país de sus alimentos básicos -en septiembre de 1973 tenía a la población con harina para tres días- dejando al campesinado a su propia suerte.
De los objetivos de libertad, participación, desarrollo, propiedad, sólo se logró una capa social empobrecida, abandonada, sin hacer paradójicamente ningún propietario. Fue una época oscura del estatismo, con secuela de inoperancia, odio, oportunismo, atraso.
En definitiva, fue el experimento más desgraciado, injusto, costoso que se haya realizado en Chile, la peor política pública conocida. Destruyendo la agricultura a horcajadas de la propiedad colectiva y la dignidad del campesinado.
Hoy, con entereza, fuerza, certeza jurídica de los bienes, producciones record, con la bandera de Chile en alto, no con la hoz y el martillo, la imagen del Che Guevara que eran los blasones que se enarbolaban por esos días en los campos de Chile azuzados por agentes extranjeros.
En décadas siguientes el modelo neoliberal permitió el gran desarrollo en el mundo agrícola, con criterio empresarial modernizaron la actividad agropecuaria. Por el fortalecimiento de la propiedad privada, pilar básico de cualquiera actividad productiva, acompañada de la capacidad e iniciativa de los agricultores chicos, medianos y grandes. Son la gran familia campesina que con orgullo, dignidad trabaja sus tierras con la certeza jurídica de la propiedad y los bienes que produce.
Alfredo Schmidt Vivanco, Ingeniero Agrónomo.
Ñuble sustentable
Señor Director:
No sé si hubo problemas con las invitaciones o bien por un pauta noticiosa muy nutrida o por otros motivos, pero me llamó mucho la atención que en la prensa escrita de Chillán no haya acogido en sus páginas la presentación oficial -el viernes 28- de la Coordinadora Ñuble Sustentable y Libre de Contaminación, que por el momento agrupa a diez organizaciones y movimientos que trabajan por la defensa del medioambiente, incluidos cinco municipios.
La Coordinadora, que espera constituirse a corto plazo en una organización formal, pretende convertirse en la voz ciudadana y en la contraparte de la comunidad, frente a los planes de desarrollo de la futura Región de Ñuble, en lo que se refiere a las políticas y estrategias ambientales.
Por este motivo se hacen los máximos esfuerzos para que esta organización sea transversal, cuyo principal objetivo es velar para que Ñuble sea realmente sustentable, crezca y se desarrolle respetando el medio ambiente y la identidad, aptitudes, vocaciones, características propias, patrimonio natural e historia, que han justificado la creación de la XVI Región.
Ulises Lari Silva, Presidente Comité Ambiental Comuna Chillán Viejo.