Un detallado informe sobre el estado del medio ambiente en nuestro país, el segundo documento oficial emanado por el gobierno desde 2012 cuando se realizó un primer diagnóstico que reveló críticas condiciones de calidad del aire que respiramos y sus efectos en la salud de las personas, fue conocido este sábado a partir de algunas alarmantes conclusiones que publica Diario El Mercurio de Santiago.
Según la información que se desprende de un primer análisis del informe ambiental, más de diez millones de chilenos siguen respirando niveles críticos de aire contaminado a lo largo del territorio, con episodios inclusive más severos que los detectados hace 5 años.
El dato más preocupante es el que se refiere a que, de 40 estaciones de monitoreo de la calidad del aire en el país, el 70% (28 estaciones) superan la norma anual de 20 ug/m, considerada como saludable. En el caso de Chillán, cuya intercomuna fue decretada como zona saturada de contaminación por material particulado en 2013, la estación de monitoreo ubicada en Inia Quilamapu detectó en su variación trianual índices cercanos a los 30 ug/m, mientras que la estación de Purén figura con cifras incluso por sobre ese nivel, dejando en evidencia que los esfuerzos por mejorar la calidad del aire no han sido efectivos.
Al respeto, el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, reconoce que es éste el mayor problema que enfrenta el país pero que la implementación de 14 planes de descontaminación atmosférica debiesen cambiar este paradigma. No obstante, por el grado de avance que ha exhibido la aplicación del PDA en la intercomuna Chillán-Chillán Viejo, se ve muy difícil que tal meta se logre efectivamente en 10 años, tomando en consideración que sus dos pilares: el recambio de 20 mil calefactores a leña y la entrega de 20 mil subsidios de aislación térmica no han cubierto más allá del 5% de la meta del plan en sus dos primeros años de funcionamiento, debido a que el presupuesto para su puesta en marcha ha sido a todas luces insuficiente.
Según el ministro Mena, "ya han bajado los episodios críticos y las concentraciones anuales", algo que es debatible para el caso de Chillán, donde los casos de Preemergencia han sido recurrentes y los niveles de material particulado fino se han disparado precisamente en los días más fríos del año.
El informe del año 2016 consigna finalmente que esta exposición a niveles críticos de aire generó 3.723 muertes prematuras por enfermedades cardiopulmonares, lo que sin duda agrava un panorama que ya es complejo si no cuenta con acciones efectivas y eficaces para afrontar con seriedad el problema.