Danny Fuentes Espinoza
Cerca de 300 personas fueron las que ayer participaron en el funeral de Alejandro Troncoso Andrade, joven de 23 años fallecido luego de que un vecino lo apuñalara justo cuando llegaba a su casa, en la población Vicente Pérez Rosales.
La alta asistencia responde a la alta conmoción que causó en dicho sector la muerte del joven, quien recibió dos estocadas por parte de Jorge Ulloa Urzúa, de 37 años, quien entró hasta su domicilio durante la madrugada del día sábado para pedirle una moneda.
De acuerdo a la versión de la fiscalía, que solicitó a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones realizar la indagatoria, se tiene como hipótesis que el agresor solicitó en primer momento una moneda a Alejandro Troncoso, quien se negó a hacerlo; por ello, Jorge Ulloa habría decidido agredirlo con el cuchillo que portaba en la pretina de su pantalón.
"Alejandro deja un hijo de 3 años. Elizabeth, su pareja, además de su mamá y su hermana mayor, son las quedaron más afectadas", dijo Pablo Sepúlveda, suegro de la víctima fatal.
Durante el día de ayer, tras velarlo desde el día sábado en su vivienda de la calle Corregidor Alvarado (donde ocurrió el crimen), fue trasladado hasta una parroquia de la misma población Vicente Pérez Rosales.
A las 15.45 horas, el cortejo fúnebre se trasladó hasta el cementerio Parque Las Flores, en el camino a Pinto, lugar donde llegaron familiares, amigos y ex colegas de la CCU, lugar donde trabajó por última vez Alejandro Troncoso.
Sus ex compañeros de trabajo lo recodaron como un hombre fanático de Colo Colo, humilde, generoso con sus colegas. Por eso, no dudaron en asistir hasta su funeral.
En la misma ocasión, Katherine Quezada dijo que "era un vecino tranquilo, con amigos que lo estimaban mucho. Se va a notar que ya no está", enfatizó.
La ceremonia fúnebre no sólo estuvo marcada por los llantos de su familia, sino también por la llegada de un carro de Gendarmería, proveniente de la cárcel de Chillán, ya que en ese recinto penitenciario se encuentra en prisión preventiva Luis Troncoso, padre de la víctima, imputado por un delito de drogas.
Pablo Sepúlveda valoró el gesto del tribunal y también de Gendarmería, "porque permitieron que el padre de Alejandro pudiera verlo por última vez y llorar su partida. Fue un gesto muy humano, con él y con toda la familia", dijo.
"El asesino no debía estar libre"
Jorge Ulloa (37) se encuentra en prisión preventiva, tras haber sido formalizado por robo con homicidio el día sábado. Esta es la primera vez que entra al recinto penitenciario, ya que en las condenas previas, todas por hurto, utilizó tobillera de control telemático de Gendarmería. De hecho, el 25 de julio lo condenaron y el 7 de agosto se notificó que estaba incumpliendo la pena sustitutiva. "Habla mal de la justicia chilena, lo lenta que es para reprogramar una revisión de audiencias, y de paso que murió una persona inocente por la culpa de un asesino que no debía estar libre", dijo Pablo Sepúlveda.